La ciencia confirma que el tamaño del pene masculino sí importa

Otros dicen que el tamaño es lo de menos, lo que importa es saber usarlo.

La revista Journal of Sexual Medicine derriba un extendido mito sexual.

La convención social obliga a no hablar mucho del asunto, pero es innegable que preocupa.

Es complicado hacer categorías, pero siempre se ha dado por supuesto que el pene más apabullante de la historia lo tenía el siniestro Grigori Rasputin, un monje que dominó Rusia por su influencia en la zarina y a quien se atribuye un miembro viril de más de 30 centímetros.

El descomunal miembro fue cercenado después del asesinato de Rasputin y se conserva en la actualidad, pero ligeramente mermado por la mordedura de un perro y la brutal castración.

Más cercano a nosotros se cita a Jonah Falcon, un actor norteamericano que goza de un ‘instrumento‘ de 34 centímetros de largo, 16 de circunferencia, y 24 en reposo.

Hoy en día asistimos a una auténtica fiebre por parte de los hombres para intentar tener un pene más dotado. La cirugía es un camino, pero no lo aconsejamos. Confórmese y haga lo que pueda, fiel a esa consoladora máxima según la cual “si es pequeñita, que sea juguetona”.

En cualquier caso, hace justo un año, la revista ‘Journal of Sexual Medicine’ ha corroborado los peores temores de algunos varones.

Concretamente, los resultados de su último estudio han demostrado que el tamaño del pene sí es importante a la hora de dar placer y dejar sexualmente satisfecha a una mujer en la cama.

La investigación, que fue coordinada por Stuart Brody -psicólogo de la Universidad del Oeste de Escocia-, se llevó a cabo con una muestra de 323 mujeres, a las que se les preguntó sobre sus encuentros sexuales recientes, sobre sus preferencias en la cama y sobre si consideran que la longitud del pene influye a la hora de llegar al orgasmo.

La conclusión, para suerte o desgracia, fue clara y casi unánime: las mujeres que tienen orgasmos vaginales frecuentes afirman que alcanzan el clímax más fácilmente con hombres con penes más grandes.

“Esto podría ser debido, al menos en parte, a una mayor capacidad de un pene más largo para estimular toda la longitud de la vagina además del cuello uterino”, señaló Brody a la revista científica.

 

“La ansiedad sobre el tamaño del pene que sienten los hombres no siempre es representativa de un estereotipo masculino arbitrario, sino que puede corresponder con una apreciación de que el tamaño es importante para muchas mujeres”.

 

Orgasmos “vaginales” y de clítoris.

Estos datos llegan después de que la misma revista llevara a cabo una investigación sobre las diferencias entre los orgasmos vaginales y los de clítoris, unos fenómenos que fueron calificados de distintos ya que activan diferentes zonas del cerebro.

De hecho, esta investigación ratificó una serie de estudios previos que revelaban, en contra de la creencia popular, que únicamente existía una forma de satisfacer a una mujer en la cama.

Y es que el análisis demostró que el orgasmo vaginal es tremendamente diferente al alcanzado mediante la estimulación del clítoris.

Sin embargo, esta opinión contrasta drásticamente con la del ginecólogo francés Odile Buisson, quien en uno de sus ensayos expuso que la pared frontal de la vagina está estrechamente relacionada con las partes internas del clítoris, lo que significaría que la estimulación de la vagina sin activar el clítoris debería ser imposible.

A su vez, y según varias investigaciones, la capacidad de llegar al orgasmo a través de la estimulación vaginal podría estar relacionada con la salud tanto física como mental, ya que estas mujeres tendrían más probabilidades de tener un orgasmo sin la estimulación del clítoris.

(www.periodistadigital.com).