Mario Benedetti

De la redacción de razacero.

Mario Benedetti nació en Uruguay el 14 de septiembre de 1920, de padres italianos. Hombre polifacético, escribió numerosos libros, ensayos, poemas y artículos periodísticos. Su larga trayectoria comenzó en 1945, fundando el semanario “Marcha” y colaborando en multitud de publicaciones. Desde 1971 se integró activamente en la coalición de izquierdas de su país, y junto a miembros del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros fundó en ese año el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, que pasó a formar parte del “Frente Amplio”.

Tras el golpe de Estado en Uruguay, perpetrado en 1973 por el general Juan María Bordaberry, renunció a su cargo de director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República, de Montevideo, pese a ser elegido para integrar el claustro.

Por su posición política en contra de la dictadura militar debió abandonar Uruguay, partiendo al exilio en Buenos Aires, Argentina.

La versión cinematográfica de “La tregua”, uno de sus más grandes éxitos literarios que escribió en 1960, en el que narra la trágica historia de amor entre dos oficinistas, fue dirigida por Sergio Renán y nominada en la categoría de Mejor Película Extranjera en la cuadragésima séptima versión de los Premios Óscar de 1974; finalmente, en la ceremonia del 8 de abril de 1975, el premio fue adjudicado a la película italiana Amarcord. Mario Benedetti se exilia en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado para luego instalarse en Cuba, en el año 1976. Al año siguiente llega a Madrid, España.

Fueron diez largos años los que Benedetti vivió alejado de su patria, de su esposa y de su madre; sin embargo, esto no le impidió escribir algunos de sus libros más característicos, como “La casa y el ladrillo (1977) y “Pedro y el capitán” (1979).

Su cuento “El olvido” fue uno de los relatos en que se basó el guión del filme “Dale nomás”, realizado en 1974 por Osías Wilenski.

En el año 1980 Mario Benedetti se instala en Palma de Mallorca. Dos años más tarde inicia su colaboración semanal en las páginas de opinión del diario “El País”, de España. El mismo año el Consejo de Estado de Cuba le concede la Orden Félix Varela, y en 1983 vuelve a Uruguay y se reencuentra con su esposa, que se vio obligada a permanecer todos esos años cuidando a las madres de ambos.

En 1985 algunos de sus poemas fueron musicalizados por el cantautor español Joan Manuel Serrat y grabados en el disco titulado “El sur también existe”.

Benedetti fue galardonado en multitud de ocasiones y en diversos países, recibiendo el Premio Reina Sofía de Poesía, en 1999, y en 2005 el Premio Internacional Menéndez Pelayo. En el año 1997 fue nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad de Alicante, España.

Cabe destacar en su personalidad una defensa acérrima de los valores cívicos, así como de la libertad y la igualdad, que bien se reflejan en sus escritos. Sus obras hicieron eco de la angustia y la esperanza de amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una América Latina subyugada por represiones militares. Su libro “Gracias por el fuego” (1965) constituye una crítica amplia y aguda de la sociedad de su país, denunciando la corrupción del periodismo como aparato de poder.

El 17 de mayo de 2009 el maestro Benedetti muere en su casa de Montevideo a los 88 años de edad. El gobierno uruguayo decretó duelo nacional y dispuso que su funeral se realizara con honores patrios en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo.

Poeta de altos vuelos y uno de los más grandes escritores que formaron parte de la literatura del boom latinoamericano junto con Juan Carlos Onetti, Juan Rulfo y Gabriel García Márquez, la voz de Mario Benedetti se sigue escuchando fuerte en los pueblos que no cesan en su búsqueda del amor y la libertad.

Te quiero

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos,
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo,
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada,
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía,
tu boca no se equivoca,
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo,
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo,
y tu llanto por el mundo,
porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso,
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo,
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.