Cartas a la redacción

Apreciado Fernando, espero puedas publicar esta carta en tu prestigiado periódico.

Cd. Victoria de Durango a 15 de junio de 2014.

C. Jorge Herrera Caldera. 

Gobernador Constitucional del Estado de Durango

Lic. José Ángel  Reynosa. 

Secretario de Turismo 

RESCATEMOS EL ANTIGUO HOSPITAL DE SAN COSME Y SAN DAMIAN Y EL TEMPLO DE SAN JUAN DE DIOS.

 

Señor gobernador, solo un ciego no puede ver la esplendida reconstrucción del centro histórico para rescatar el rostro original de nuestra, ahora si, bella ciudad.
Es por eso que, así como se ha rescatado la historia del cine en Durango, debemos rescatar la historia de la medicina. ¿Cómo?

Antecedentes:

Historia: Fecha probable de fundación del hospital, 31 de Julio de 1595, señalándose como patrones a San Cosme y San Damián. En lo que nosotros investigamos no encontramos evidencias de que se le hubiera denominado Hospital de la Santa Veracruz, la única referencia a este nombre la hace el obispo Alonso de la Mota y Escobar, probablemente entre 1602 y 1605, donde en su visita a la Villa de Durango dice: “Asimismo, tiene un hospital de la vocación de la Veracruz para curar enfermos… aunque no había ninguno cuando lo visite…” (Creo que ya lo habían inaugurado como tres veces antes ja, ja, ja, ja, qué destino tan infame y trágico el de nuestros hospitales, hasta el momento actual).

Los hospitales de la Santa Veracruz por lo general eran creados y operados por las cofradías de la Santa Veracruz, y en el caso de Durango no hemos encontrado evidencias de ésta, que seria difícil que existieran por la escasa población de la Villa a finales del siglo XVI. El hospital comenzó a funcionar hasta 1610 por los frailes de la orden de San Juan de Dios, cuya administración duró hasta la segunda mitad del siglo XIX.

Templo de San Juan de Dios y Hospital de San Cosme y San Damián a la izquierda.
Templo de San Juan de Dios y Hospital de San Cosme y San Damián a la izquierda.

En 1719 fue reconstruido y ampliado, fecha de la que data la fachada del actual que señala su fundación el año de 1719, habiendo cambiado su nombre varias veces: Hospital de San Juan de Dios; después de la Independencia, Hospital Nacional, y finalmente Hospital Civil, ubicado en la esquina que forman las calles de Victoria y Pino Suárez, en el centro de la ciudad de Durango.

Hasta aquí son datos que aparecen en el ensayo: APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA MEDICINA EN DURANGO, del Dr. José Ángel Peschard Delgado y el Dr. Alejandro Peschard Fernández. 8 de Marzo de 1983.

Antecedentes:

El 27 de agosto de 1993 se nos tomó la protesta a la mesa directiva, presidida por quien esto escribe, de la Sociedad de Médicos Especialistas Certificados de Durango. La foto corresponde a la portada de la invitación a tal evento. Por cierto, ahí estuvo como invitado especial el Dr. José Ángel Peschard Fernández, que en ese momento era el único miembro de la Academia de Medicina que convivió con nosotros.

Yo le planteé al gobernador Maximiliano Silerio la conveniencia de rescatar éste edificio y realizar ahí las sesiones científicas que llevarían a efecto las sociedades médicas de Durango. Le presenté 500 firmas de ciudadanos de diferente profesión que avalaban mi petición. No hubo una respuesta positiva.

Portada del Hospital de San Cosme y San Damián.
Portada del Hospital de San Cosme y San Damián.

Creo que éste es el momento para llevar a efecto mi proyecto:

1.- Convertir en calle peatonal la cuadra de Pino Suarez, desde Juárez hasta Victoria.

2.- Enjarrar los muros de acuerdo a las especificaciones del INAH, cuyo mejor ejemplo es el llevado a efecto en nuestra santa madre Catedral (por cierto, ya hay que pintarla pues es el máximo atractivo turístico).

3.- Integrar el frente del templo de San Juan de Dios con la fachada del hospital de San Cosme y San Damián, rescatando la historia de estos gemelos protomártires de la medicina y primeros transplantólogos. En el templo se conserva una pintura  de estos santos (salvo que ya la hayan “cambiado de lugar”). En éste rescate arquitectónico se debe seguir el mismo ritmo que se siguió en el rescate del edificio central de la UJED y del templo de San Juanita de los Lagos, para convertirlo finalmente en la Plaza Fundadores.

La fachada del hospital consta de 3 cuerpos que logran un equilibrio ecléctico único en nuestra ciudad.

El cuerpo inferior, correspondiente a la puerta, está enmarcado en cantera finamente labrada con diseños únicos. Los lados del marco están rematados por encima de la cornisa con elementos decorativos de forma piramidal y con motivos vegetales.

El segundo cuerpo, correspondiente a la ventana, está enmarcado por columnas salomónicas, ambas dextrógiras, adelgazadas de la parte superior, dando no solo la sensación de movimiento sino la de ser mas altas de lo que son realmente, rematadas con capiteles que no corresponden a ninguno de los órdenes griegos. Finalmente, y por encima del cornisamento, se rematan con adornos cónicos.

El tercer cuerpo lleva el escudo nacional, encima del cual y en actitud ascendente hay una paloma que simboliza al espíritu santo, todo finamente enmarcado con decoraciones relacionadas  con el escudo nacional de la época.

En el lado derecho, una ventana u ojo de buey con marco octagonal provee de luz a la escalinata interior que da acceso al coro de la iglesia, cuyas canteras del pasamanos fueron miserablemente pintadas de color negro.

No tengo duda de que en este hospital ejerció la medicina Fernando Zárraga (1861-1929), excelente médico y también artista plástico y músico, padre del pintor durangueño Ángel Zárraga. Fernando Zárraga inventó una cantidad de instrumentos médicos, entre ellos un fórceps obstétrico. Escribió infinidad de artículos de medicina, siendo además el primer médico mexicano en presentar un trabajo científico en el extranjero, en el Congreso Mundial de Roma, de 1905, y ocupó la presidencia de la Academia Mexicana de Medicina.

Esperando que mi proyecto ahora si fructifique en su administración, me es grato ponerme a sus estimables órdenes.

PD: si éste proyecto se lleva a cabo finalmente, sugiero lleve el nombre del Dr. Fernando Zárraga, por lo antes expuesto.

 

Atte.
Dr. Salvador Salas Ceniceros.