Diputada Marina Vitela Rodríguez Dejó su distrito por “peligroso”, vive en Torreón

Juan Monrreal López.

Las promesas de campaña de Marina Vitela han sido de todo tipo, aunque desde el proceso proselitista de 2007, rumbo a la diputación local, prometió gestionar un hospital oncológico y un hospital de la mujer, para la ciudad de Gómez Palacio. Luego, hacia la curul federal, volvió a prometer hospitales: el oncológico y un hospital infantil; nada se ha cumplido.

Ya en las legislaciones, basta decir que no hubo iniciativa priista que no apoyara, aunque fuera en contra del interés ciudadano.

Marina Vitela, diputada federal duranguense. La traición, su principal carta de presentación.
Marina Vitela, diputada federal duranguense. La traición, su principal carta de presentación.

Su desfachatez, ignorancia y desmemoria ha sido tanta, que pese a votar a favor de la Ley de Protección para los Animales del estado de Durango, ya en la diputación federal, en 2013 acudió a develar una placa para celebrar la reinauguración de la Plaza de Toros Alberto Balderas, de Ciudad Lerdo, evento en el que posó –el 25 de agosto de 2013- junto con el matador de toros Arturo Gilio Rodríguez, para Twitter. Luego siguió festinando la corrida y asesinato de los toros en el ruedo, dejando constancia en la cuenta de Twitter, tuiteando varios olés desde ese coso.

El año pasado, salió a defender las llamadas reformas estructurales del peñanietismo; la educativa y después la energética.

En ambas ocasiones tildó de ignorantes a los legisladores de oposición que cuestionaron dichos cambios en la Constitución General de la República.

Sin ir a fondo acerca del analfabetismo de esta legisladora, Marina Vitela reconoció en una entrevista con ADN político que no es afín a leer libros que no sean de enfermería, pediatría o libros médicos, “libros de otro tipo, debo de confesar que no soy muy afecta a esa lectura”, explicitó sin desenfado alguno.

Respecto al reto como legisladora federal, Vitela Rodríguez dijo a ADN político que estaba en la productividad y “estar a la altura de que los mexicanos hoy esperan de nosotros (sic)”.

Legisladora patita, ignorante y cero productividad legislativa.

Sin embargo, al revisar el impacto parlamentario de Marina Vitela en la presente LXII Legislatura, la estadística registra que sólo ha presentado 5 iniciativas de ley, pero ninguna ha sido aprobada.

Mal orientada, también falseó su grado académico ante el Sistema de Información Legislativa (SIL) donde declaró ser licenciada en enfermería, cuando el grado máximo de estudios que cursó es técnica en enfermería, como consta en los archivos del ISSSTE.

Neo millonaria; liana de traiciones, la forma de mantenerse en el trapecio político.

Reunida en un restaurante de Gómez Palacio con priistas y lidercillos de “oposición de izquierda”, Marina Vitela Rodríguez confesó estar viviendo en Torreón, donde aseguran compró casa, “pues en el distrito federal 02 de Durango existe mucha inseguridad”, confiesan amigos de la diputada a Demócrata Norte de México.

“Amigos” y cercanos de la legisladora afirmaron a este medio que “a Marina Vitela le ha ido muy bien, tiene casa en Durango y México, y acaba de adquirir la casa de Torreón, y ahora ya nos estamos preparando para ganar la presidencia de Gómez Palacio”.

Lo cierto es que la parlamentaria Marina Vitela Rodríguez dejó la indigencia económica en la que vivía.

Desde su aparición en los puestos de elección popular -las únicas fábricas de neo millonarios fast track en el país-, los hijos de la legisladora se la han pasado viajando por todo el mundo. Los camiones urbanos Termo-Chapala, que abordaba para trasladarse, quedaron atrás frente a los vehículos poderosos que ahora tripula. Los días de pedir “aventón” a Durango quedaron lejanos. Ahora, con la firma de una chequera inagotable y apoyos de sus amigos poderosos -como el mafioso alcalde de Durango Esteban Villegas, también pre candidato a la gubernatura del estado-, puede comprarse lo que sea o viajar por el mundo con todo y familia. La casa del modesto Fraccionamiento Morelos II se encuentra olvidada, al igual que los electores que votaron por ella para representarlos en el distrito federal 02 de Durango. Ella prefiere vivir en Torreón, Coahuila, por “su seguridad y la de su familia”.

Muchos son los priistas que apoyaron a Marina Vitela en sus comienzos. La ayudaron con “aventones” a Durango, dinero y utensilios, pero a casi todos traicionó.

Primero conspiró en contra del ex diputado local, Ismael Sánchez Galindo, quien quiso dirigir el PRI gómezpalatino. Vitela maquinó en contra de él. Apoyó a Rigoberto Flores Ochoa.

Después apostó en contra del ex gobernador y hoy senador, Ismael Alfredo Hernández Deras, cuando éste se enfrentó a Jorge Herrera Caldera.

Posteriormente traicionó a Rocío Rebollo cuando ocupó una regiduría en la presidencia de aquélla. Ahora traiciona a los votantes que la hicieron legisladora federal, y son la plataforma con la que negocia prebendas económicas y su nuevo estatus.

Pero ésta es sólo una somera historia de Marina Vitela Rodríguez, hay más.

(democratanortedemexico.com).