El círculo cercano de Enrique Peña Nieto… una vez más

Miguel Pulido.

Al círculo más cercano de Enrique Peña Nieto lo distingue su capacidad para hacer negocios e inventar proyectos sumamente lucrativos… esos que en cualquier democracia consolidada (o en un país con contrapesos aceptables) serían un escándalo.

Pero ya sabemos cómo funcionan las cosas en México, y con este gobierno. Basta recordar que a los periodistas que hacen su trabajo y revelan conflictos de interés los despiden, mientras que en otros países suelen premiarlos.

Precisamente Sebastián Barragán, uno de los periodistas de investigación más destacados, publicó una extraordinaria investigación hace apenas unos días en Aristegui Noticias.

Enrique Peña Nieto con Carlos Peralta, presidente del Consejo de Administración del grupo GP-IUSA e integrante del grupo Atlacomulco, el 15 de abril de 2015 ganó la licitación para proveer de 960 mil tabletas electrónicas a la SEP, para alumnos del quinto grado de primaria de 15 estados de la República, que resultaron inservibles.
Enrique Peña Nieto con Carlos Peralta, presidente del Consejo de Administración del grupo GP-IUSA e integrante del grupo Atlacomulco, el 15 de abril de 2015 ganó la licitación para proveer de 960 mil tabletas electrónicas a la SEP, para alumnos del quinto grado de primaria de 15 estados de la República, que resultaron inservibles.

En ella, da cuenta cómo licitaciones a modo benefician a empresarios cercanos al Presidente de la República. En su trabajo periodístico, Sebastián documenta cómo industriales del Estado de México han vendido al menos 1,000 millones de pesos en desayunos escolares y suplementos alimenticios al gobierno federal y a los DIF de 15 estados, a través de licitaciones sin competidores y en las que se solicitan comestibles idénticos a los que estos industriales producen.

Es ese capitalismo en donde quienes tienen las ideas más audaces, exitosas y competitivas son los compadres del gobernante en turno. Ese modelo en el que le llaman negocios al conflicto de interés y se dicen empresarios muchos que apenas si son traficantes de influencias.

El Estado de México, tal como lo señala Barragán en su trabajo, es la cuna de las licitaciones dirigidas. La fórmula es pedir productos que no sólo tienen particularidades tales que rayan en lo absurdo sino que curiosamente sólo producen y venden los amigos del Presidente.

La revisión de 11 procesos de licitación muestra un patrón en el que  siempre se solicitan productos idénticos en nutrientes, empaque, tamaño y peso. Así, aunque la empresa de los amigos del Presidente jamás participa en los concursos, resulta que es la única que produce lo que se compra.

Este caso hay que entenderlo junto con otros que muestran que el círculo más próximo a Enrique Peña Nieto es por lo menos polémico en su suerte al hacer negocios con el gobierno que él encabeza.

El año pasado, Andrés Lajous y Paris Martínez publicaron un extraordinario reportaje sobre los ingresos que han tenido una fundación (llamada ProAcceso) y una empresa (llamada Enova).

En ese trabajo documentaron una forma de triangular recursos públicos saltándose las reglas de licitación y contratación, además de las evaluaciones y la fiscalización. Con su esquema, hasta julio del año pasado se habían embolsado 1,700 millones de pesos.

En ese caso, la amistad del presidente Peña Nieto y el padre de uno de los socios de Enova es pública y ha sido ampliamente documentada por la prensa.

Están también los negocios que ha logrado hacer Alejo Peralta de IUSA con las tablets que le dio el gobierno a niños que no tienen acceso a internet. Tablets que además está documentado han quedado obsoletas.

Antes de ser proveedor del gobierno federal, Peralta era exitoso haciendo negocios con el gobierno del Estado de México.

Qué decir de los hallazgos de la Auditoria Superior de la Federación de una triangulación en la que la SEP otorgaba dinero a la Universidad Autónoma del Estado de México, que contrató a una empresa que no contaba con la capacidad ni la experiencia para desarrollar el trabajo en cuestión y que infló los precios. Sí, y también de empresarios mexiquenses y próximos al poder político, en este caso de colaboradores cercanos a Peña Nieto.

Y cómo no tener presentes los casos aún vivos en la memoria de la gente de las casas del Presidente y del Secretario de Hacienda, construidas y supuestamente financiadas por un amigo y proveedor que no para de ganar licitaciones y que está involucrado, no lo olvidemos, en los Panama Papers.

No por nada el influyente semanario británico The Economist dedicó su más reciente editorial sobre América Latina a la corrupción y la tituló: stop stealing (paren de robar o detengan el robo), con una mención especial al gobierno de Peña Nieto y su resistencia a combatir la corrupción.

Cuando hablamos de estos millonarios concursos, licitaciones, donaciones y adjudicaciones directas, lo que está a discusión es un asunto público de punta a rabo y la sociedad tiene derecho a saber y opinar libremente de él, y de forma muy especial cuando quienes se ven beneficiados de forma poco explicable con el presupuesto público pertenecen al círculo cercano de Enrique Peña Nieto… una vez más.

(aristeguinoticias.com).