México, como los gringos: le paga menos a migrantes y los explota en el campo: informe binacional

Daniela Barragán. 

A pesar de que los migrantes de origen centroamericano ocupan los trabajos más precarios en varias zonas del territorio nacional, por los que reciben salarios hasta 40% más bajos en comparación con los trabajadores mexicanos, el país enfoca su política migratoria a Estados Unidos, mientras que su actuar en la frontera sur es agresivo.

Esta situación, de acuerdo con los resultados de la investigación del Central America-North America Migration Dialogue (CANAMID) y del Centro de Investigaciones de Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), tendría que obligar a México a trabajar en la elaboración y ejecución de políticas bilaterales de trabajo y protección de la población migrante, que del año 2000 al 2010, aumentó 55%.

Con el Plan Frontera Sur, implementado en 2014, se terminó la diplomacia tradicional mexicana. Foto: Cuartoscuro.
Con el Plan Frontera Sur, implementado en 2014, se terminó la diplomacia tradicional mexicana. Foto: Cuartoscuro.

“La principal relación de México es con Estados Unidos. Hacia Centroamérica no hay respuesta de asilo o económica, cuando se sabe que lo que buscan los migrantes es una forma de vivir; se tienen que hacer acuerdos bilaterales y se pueden tener programas que den mejores condiciones”, comentó el doctor Agustín Escobar, director general del CIESAS.

De acuerdo con los documentos, en el continente los migrantes centroamericanos son el grupo más vulnerable y México es un paso obligado en la intención de llegar a Estados Unidos. Se encontró que a pesar de las condiciones políticas y económicas adversas el flujo continúa creciendo, lo que refleja un régimen de bienestar excluyente, de protección débil que no garantiza el acceso de las personas a los servicios más básicos.

Las cifras oficiales más recientes indican que en 2014, 370 mil centroamericanos cruzaron por México para llegar a Estados Unidos.

Sin embargo, la condición de México como país de destino y no solo de tránsito, se fortaleció. Aunado a esto, en varias zonas del territorio nacional hay una necesidad de contratar mano de obra poco calificada y son los migrantes e indígenas quienes ocupan esos espacios.

En el caso de Chiapas, explicó el doctor Pablo Mateos, investigador del CIESAS-Occidente, el 65% de los guatemaltecos que ahí residen son los peor remunerados en las actividades laborales, principalmente relacionadas con la agricultura.

Un guatemalteco puede percibir un salario mensual de 2 mil 780 pesos y un chiapaneco, por la misma actividad, recibe 3 mil 900 pesos; 40% más.

El 47% de la mano de obra guatemalteca en Chiapas se desempeña como jornalera o peón; el 26% desarrolla trabajos de limpieza, y 11% labora como albañil, carpintero o plomero.

Después de que el Plan Frontera Sur fuera implementado en 2014, México acabó con la tradición de ser un país receptor de refugiados. En ese mismo año se registraron un total de 118 mil detenciones de centroamericanos, sin importar el motivo por el que abandonaran sus países de origen.

“México desde 2014 es agresivo y comienza a expulsar a más migrantes, lejos de satisfacer los derechos de todos, no cumple con ese deber”, agregó Escobar.

(sinembargo.mx).