La Güera Rodríguez

Screen Shot 2016-07-13 at 1.52.00 PMDe la redacción de razacero.

María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra era el nombre completo de María Ignacia Rodríguez de Velasco, o simplemente la Güera Rodríguez. Ella fue una criolla que figuró en la sociedad colonial mexicana por su belleza y riqueza, además de brindar su apoyo al movimiento independentista de México; por esto, es considerada como un personaje emblemático de la Independencia.

La Güera Rodríguez mantuvo una relación amorosa con Agustín de Iturbide y lo impulsó a que llevara a cabo y completara la “libertad mexicana”. De igual manera tuvo relaciones sentimentales con Simón Bolívar y Alexander von Humboldt.

Lo más notable de este personaje son sus amores con personajes muy conocidos y las descripciones que de ella hicieron los escritores más destacados de su época.

Nació en la Ciudad de México el 20 de noviembre de 1778, hija de Antonio Rodríguez de Velasco y María Ignacia Osorio Barba y Bello Pereyra. Tuvo una hermana llamada María Josefa Rodríguez de Velasco.

Pronto, María Ignacia se hizo conocida en la sociedad novohispana por su personalidad e inteligencia. Guillermo Prieto, cronista de la época, decía de ella: “La Güera no sólo fue notable por su hermosura, sino por su ingenio y por el lugar que ocupó en la alta sociedad”. Artemio de Valle Arizpe, en tanto, elogiaba “la calidad de amantes que tenía”.

Según fuentes, se dice que María Ignacia mantuvo una relación con Simón Bolívar cuando ella tenía 16 años de edad, y que lo conoció cuando este viajaba en el buque “San Ildefonso” que iba hacia España, pero hizo escala en México.

Artemio de Valle Arizpe escribió una biografía novelada de su vida, “La Güera Rodríguez”, en 1949. La actriz mexicana Fanny Cano la representó en el cine en 1978, en una película también llamada “La Güera Rodríguez”, dirigida por Felipe Cazals.

A través de la intercesión del virrey Juan Vicente de Güemes y del obispo, se casó con José Jerónimo López de Peralta de Villar Villamil en septiembre de 1794, quien más tarde la golpeó y le disparó un balazo que no atinó, razón por la cual ella lo acusó de intento de asesinato el 4 de julio de 1802. José Jerónimo la acusó posteriormente de cometer adulterio con su compadre, el canónigo y doctor José Mariano Beristáin y Souza, solicitando la intervención de los tribunales de la Nueva España y la anulación del matrimonio, pero murió en 1805 sin obtener el divorcio.

La Güera Rodríguez contrajo matrimonio por segunda ocasión con Mariano Briones, un acaudalado anciano, quien también murió unos meses más tarde, víctima de un “enfriamiento por destape de cobijas”; María Ignacia heredó su fortuna y apoyó la causa insurgente con su dinero y relaciones, siendo incluso acusada de herejía por defender la independencia y por haber mantenido tratos con el cura Miguel Hidalgo y Costilla.

La Güera Rodríguez fue llevada ante el Tribunal de la Santa Inquisición el 22 de marzo de 1811, donde Juan Sáenz de Mañozca también la acusó de inclinación al adulterio. Los cargos se levantaron por falta de pruebas.

Sus relaciones le permitieron tener acceso a documentos confidenciales de la época, como la carta que Fernando VII envió al virrey Apodaca en 1820, proponiéndole encontrar un hombre popular y con influencia sobre el ejército para que hiciera tratos con los insurgentes, de la que se desprendían los principios del Plan de Iguala. María Ignacia sugirió que Iturbide (con quien tenía un romance) podría ser ese hombre.

PAG. 12 (2). La virgen de  La Purísima Concepción.

Luego de la consumación de la Independencia, llevada a cabo el 24 de agosto de 1821 con los Tratados de Córdoba, y del fracaso del imperio de Iturbide, este se exilia en Europa y la Güera Rodríguez se casa nuevamente, esta vez con Manuel de Elizalde, con quien permaneció hasta su muerte, acaecida el 1 de noviembre de 1850 en la Ciudad de México, debido a una enfermedad degenerativa de los huesos.

Se dice que la imagen de la Virgen de la Purísima, situada a la derecha del altar mayor del templo de San Felipe Neri (iglesia de La Profesa), ubicado en la calle de Isabel La Católica Núm. 21, en el centro de la Ciudad de México, fue esculpida por el reconocido arquitecto y escultor Manuel Tolsá basándose en la imagen de María Ignacia Rodríguez de Velasco, La Güera Rodríguez, quien, junto con Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario, forma parte de esa pléyade de valerosas mujeres que apoyaron decididamente la lucha libertaria de 1810, aún a riesgo de perder la vida.