Cultura: El gran reto de Aispuro

Fernando Miranda Servín. 

Durante los últimos doce años un pequeño séquito de saqueadores ha manejado el Instituto de Cultura del Estado de Durango como su propiedad particular. De este grupo de vivales destaca sobremanera el actor Víctor Hugo Galván Ortega, quien ha ocupado el cargo de Director de Promoción y Difusión de esta institución.

A lo largo de estos dos sexenios, directores del ICED han ido y venido pero este personaje ha permanecido inamovible de su cargo haciendo negocios particulares con recursos públicos, es decir, enriqueciéndose ilícitamente (aunque hay otros directivos de menor jerarquía que no se quedan atrás).

“En más de una ocasión Víctor Hugo Galván me pidió que le facturara cifras más altas a las acordadas por el pago de los servicios que le prestaba al ICED, obviamente para embolsarse los excedentes”, manifiesta uno de tantos proveedores de servicios que han tenido tratos con este funcionario rapaz.

Víctor Hugo Galván Ortega, todavía director de Promoción
Víctor Hugo Galván Ortega, todavía director de Promoción y Difusión cultural del ICED, la cultura como negocio particular.

Recientemente, varios medios de comunicación locales denunciaron la coincidente entrega de becas de programas culturales federales para algunos hijos de funcionarios del ICED, entre ellos uno de Víctor Hugo Galván Ortega.

Muchas han sido las denuncias de no pocos artistas duranguenses que han elevado sus protestas de manera pública por los actos de corrupción, ineficacia y despotismo que los últimos directores del ICED y este “servidor público” han cometido.

En enero de 2012, un numeroso grupo de artistas integrado por los escritores Jorge Guerrero de la Torre, Reneé Acosta, Sofía Magallanes, Socorro Soto, y el muralista Luis Sandoval, entre otros, presentaron una solicitud de juicio político en contra de la entonces directora del ICED Corín Martínez Herrera, presentando pruebas de los delitos, actos de omisión y faltas administrativas que esta y otros funcionarios de este instituto, entre ellos Víctor Hugo Galván Ortega, estaban cometiendo en agravio de los creadores y de la ciudadanía duranguenses.

Desvíos de recursos, fraudes, nepotismo, favoritismo hacia una élite muy selecta de amigos “artistas” y graves irresponsabilidades administrativas que privaban a los auténticos creadores duranguenses de acceder a recursos federales fueron documentados ante el Congreso local, pero hasta la fecha este poder legislativo jamás ha investigado nada.

El todavía director del ICED, Rubén Ontiveros Rentería, ha sido denunciado reiteradamente por el prestigiado periodista Gilberto Jiménez Carrillo por haberse aprovechado de su cargo para autopromocionar su imagen y editar su libro “Los límites constitucionales de la violencia legítima”, aparte de hacer remodelaciones millonarias a su residencia familiar.

Rubén Ontiveros Rentería, director del ICED. El cargo para promocionarse como escritor.
Rubén Ontiveros Rentería, director del ICED. El cargo para promocionarse como escritor.

Inicialmente la sede del ICED estaba dentro de las instalaciones del Internado Juana Villalobos, hoy Centro Cultural y de Convenciones Bicentenario, pero desde hace 10 años sus oficinas ocupan dos casas particulares, ubicadas en la Cerrada Cerro de la Cruz 121 y 122 Fracc. Lomas del Guadiana, por las que el gobierno estatal paga más de 180 mil pesos mensuales por concepto de renta, dinero con el que en esta década los gobiernos corruptos priístas pudieron haber construido un edificio digno para albergar al ICED y pudieron haber brindado apoyo a muchos artistas duranguenses, pero decidieron beneficiar al propietario de estos inmuebles.

Así, bajo estos criterios de negocios personales, clientelismo, amiguismo, corrupción y saqueos se ha conducido la política cultural en Durango, si es que se le puede llamar política cultural al hecho de ofrecerle a la ciudadanía muy pocos eventos realmente culturales y mucho, muchísimo entretenimiento banal.

En estos dos últimos sexenios es evidente que no ha habido progreso cultural en el estado de Durango, pues de otra manera esta entidad no estaría ocupando los últimos lugares en los estándares nacionales. No ha habido una verdadera difusión y promoción de la cultura, ni apoyo a la formación y al desarrollo de jóvenes artistas; por el contrario, basta ver el estacionamiento de la sede del ICED para cerciorarse de que los recursos de esta institución han servido solamente para beneficiar a sus directivos: autos deportivos lujosísimos (propiedad de Víctor Hugo Galván Ortega) que contrastan con la pobreza y los apuros económicos en que viven la mayoría de los creadores duranguenses.

Hoy, al Instituto Municipal del Arte y la Cultura de la ciudad de Durango (IMAC) llega el reconocido pianista duranguense de talla internacional, Claudio Herrera Noriega, a ocupar la titularidad de esta dependencia, apenas socavada por el cantor vernáculo Lauro Arce Gallegos, amigo del ex alcalde priísta Esteban Villegas Villarreal, quien confundía los festivales de arte y cultura con kermeses populares de mal gusto.

La llegada del concertista Claudio Herrera al IMAC con el nuevo gobierno democrático encabezado por el presidente municipal, Dr. José Ramón Enríquez, no deja de ser alentadora tanto para la ciudadanía como para la clase artística duranguense.

Dr. José Rosas Aispuro Torres. Partir desde cero: La reestructuración total del ICED y expulsión de las mafias que han ocasionado el atraso cultural de Durango.
Dr. José Rosas Aispuro Torres. Partir desde cero: La reestructuración total del ICED y expulsión de las mafias que han ocasionado el atraso cultural de Durango.

Por esta razón, la sociedad de esta entidad norteña espera con mucha expectación el nombramiento de quien será el director del ICED en el gobierno estatal progresista que entrará en funciones el próximo 15 de septiembre bajo el mando del Dr. José Rosas Aispuro Torres.

Pero una cosa es cierta: si el Dr. Aispuro Torres desea que esta importante área de su administración funcione con éxito deberá reestructurar totalmente a este instituto y extirpar por completo a esas pequeñas mafias de saqueadores y negociantes que tanto daño le han hecho a la cultura, a la ciudadanía y a los verdaderos artistas duranguenses.