La FEUD: Fábrica de porros

El cambio impostergable

Fernando Miranda Servín.

Siempre cobijados bajo los gobiernos priístas, quienes han sido dirigentes de la Federación de Estudiantes Universitarios de Durango han servido más a intereses políticos del PRI que a los intereses de la comunidad estudiantil.

Teniendo como antecedente histórico la Sociedad de Alumnos del Instituto Juárez, la FEUD surge simultáneamente con la fundación de la Universidad Juárez del Estado de Durango, el 21 de marzo de 1957. Y desde ese tiempo hasta la fecha, en la FEUD se han formado muchos personajes políticos de negativa reputación social pues desde sus años mozos fueron utilizados por los “políticos profesionales” priístas para efectuar labores porriles y vandálicas en el interior del campus de la UJED, y acciones ilegales en los procesos electorales ciudadanos.

Es en este contexto delincuencial que las nuevas generaciones de políticos priístas surgidos del circuito universitario se han formado, y en los últimos tiempos han hecho de la FEUD un mero trampolín para que unos cuantos vivales puedan acceder a cargos públicos.

Rodolfo Alonso Vidales, “El Rodo”.

Así, paradógica y contradictoriamente, desde mediados del siglo pasado, en esta organización estudiantil que se precia de ser universitaria la democracia ha sido una palabra muerta pues si sus primeros dirigentes obligaban a base de golpes al estudiantado a votar por tal o cual compañero para que los “representara”, ahora sus últimos líderes solo han hecho pantomimas para elegir a sus sucesores que la clase política en el poder les ha impuesto; otros, apoyados por esta misma élite gubernamental, se han autoproclamado representantes de esta organización y, en el colmo, el actual presidente de la FEUD, Rodolfo Alonso Vidales, fue el único contendiente que participó en las pasadas elecciones para elegir representante de esta federación pues en la convocatoria que se dio a conocer unos días antes del proceso electoral se impuso a los estudiantes que quisieran participar el absurdo requisito de entregar a la FEUD en especie la cantidad de ¡100 mil pesos!, cifra que, obviamente, solo podría reunir un alumno apoyado por el círculo corrupto que gobernó esta entidad el sexenio pasado.

Esteban Villegas Villarreal.

En Durango, para nadie es un secreto las enormes sumas de dinero que los gobiernos estatales priístas y la UJED han entregado a los dirigentes de la FEUD a cambio de mantener el control político en la máxima casa de estudios duranguense, y a cambio de participar muy activamente en las elecciones inhibiendo el sufragio, acarreando y amenazando a votantes, y blanqueando bardas de propaganda de los partidos opositores al PRI. Otros privilegios que reciben estos dirigentes estudiantiles que desde temprana edad han sido convertidos en auténticos mafiosos por los gobernantes en turno es la entrega de recursos para adquirir diversos bienes (autos, casas e influencia), y el regalo de calificaciones y títulos profesionales. De esta manera, ya hemos visto a ex dirigentes de la FEUD ocupando presidencias municipales ostentándose como médicos sin siquiera tener la más remota idea de cómo aplicar una inyección.

La FEUD, en los hechos, más que un semillero de excelentes profesionistas, ciudadanos ejemplares e impecables políticos ha sido una auténtica fábrica de porros y funcionarios públicos inescrupulosos, que lejos de haber fomentado el progreso y desarrollo de Durango terminaron hundiéndolo política, económica y socialmente en la peor crisis de toda su historia.

Hoy, con la derrota del PRI en las pasadas elecciones del 5 de junio, es de esperarse que el cordón umbilical que alimentaba a este espécimen depredador sea cortado de tajo por el llamado gobierno del cambio, encabezado por el Dr. José Rosas Aispuro Torres, marcando un parteaguas en la vida estudiantil universitaria de esta entidad.

En este panorama, el alumno de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UJED, Samuel Hernández, ha venido exponiendo en diversos medios de comunicación y en las redes sociales de internet la problemática que padece la FEUD, una federación que, increíblemente, no cuenta con estatutos o estos jamás han sido dados a conocer a la comunidad estudiantil universitaria de Durango por los dirigentes que ha tenido, según manifiesta Samuel Hernández; asimismo, este alumno pone el dedo en la llaga en lo que se refiere a la carencia total de democracia y transparencia dentro de esta organización estudiantil, cuyo formato ya resulta a todas luces anacrónico dentro del proceso político-social e histórico que está viviendo la sociedad duranguense.

El alumno de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UJED, Samuel Hernández, en entrevista exclusiva para razacero.
El alumno de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UJED, Samuel Hernández, en entrevista exclusiva para razacero. (Vea el video al final de la nota).
Manuel Herrera Ruiz, “El Meño”.

“Desde 2000 la FEUD entró en un proceso de descomposición con la dirigencia de Manuel Herrera Ruiz, “El Meño”, quien dijo que se terminarían las prácticas porriles, pero por el contrario, estas se incrementaron. Después, Jesús Cabrales, “El Chuy Cabrales”, luego de participar muy activamente en la violación de la autonomía de la UJED, abandona la presidencia de la FEUD para irse a ocupar cargos públicos en el gobierno estatal y deja en su lugar a José Ángel Mercado, “El Champy”, quien, sin elecciones de por medio, permanece en la presidencia de la FEUD ¡cinco años! Los estudiantes universitarios no tenemos mecanismos legales para protegernos de estos atropellos pues al solicitar los estatutos de la FEUD los dirigentes se niegan a proporcionárnoslos.

Jesús Cabrales Silva, “El Chuy Cabrales”.

A diferencia de otras federaciones universitarias del país que inclusive publican sus estatutos en sus páginas de internet, en la FEUD no sucede lo mismo. No hay transparencia pues los estudiantes no sabemos cuándo, en qué y cómo gastan los dirigentes el dinero que les entrega el gobierno estatal y la misma UJED”, manifiesta Samuel Hernández.

Jesús Nevárez, “El Peludo”, Roberto Aguilar Vera, “La Virunda”, “El Meño”, “El Chuy Cabrales”, “El Champy”, “El Rodo”, son solo algunos de la pléyade de dirigentes de la FEUD a los que no solo el artículo “El” los ha elevado a la categoría de verdaderos hampones, sino también sus relaciones inconfesables con el partido que siempre gobernó Durango hasta este año 2016.

José Ángel Mercado Chávez, “El Champy”.

Por todo lo anterior, es deseable que los puntos de vista del estudiante Samuel Hernández hagan eco en la comunidad estudiantil universitaria y en la ciudadanía, esa ciudadanía que se agolpó en las casillas electorales para deshacerse de un régimen extremadamente corrupto y ahora exige un cambio total a los nuevos gobernantes, un cambio que contemple todas las áreas del quehacer político y social, incluyendo, por supuesto, la estudiantil.

Pero la última palabra en este rubro, por supuesto, la tienen los estudiantes, quienes decidirán si siguen sometidos al esquema de falsa democracia que les ofrece la actual dirigencia de la FEUD o aprovechan la coyuntura política del cambio para elegir a sus representantes y aspirar a dirigir su federación en un ambiente de total libertad y respeto a sus derechos estudiantiles.