La justicia llegó a Veracruz… y la espera de los duranguenses

Podríamos agradecer a las autoridades del país el excelente trabajo en rastreo y la captura de dos ex gobernadores priistas, una minuciosa labor casi parecida al trabajo que realiza el FBI. Primero, la detención en Italia de Tomás Yarrington, ex mandatario de Tamaulipas, acusado de lavado de dinero, con presuntos vínculos con el crimen organizado, y recientemente la captura de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, en Guatemala, quien es acusado de delitos relacionados con la delincuencia organizada, además de desviós y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Sin embargo, salta a la vista que estas detenciones se dan, “casualmente”, cerca de la época electoral rumbo al 2018, y sobre este tema de las capturas el presidente expresó que “fue el resultado de un trabajo profesional de las autoridades encargadas de la procuración de justicia, dando con ello un fuerte golpe a la impunidad”, según él.

Al respecto, habría que recordar que en el 2012 Peña Nieto comentó que Javier Duarte era uno de los políticos priistas que hacia las cosas diferentes; y así fue, desde que tomó posesión de su cargo en el 2010 fue aumentando el desvió de recursos cada año.

Fueron seis meses los que Duarte logró estar prófugo de la justicia, hasta el pasado 17 de abril que fue “localizado” en Guatemala, pero eso no es todo, aún falta por parte de las autoridades mexicanas solicitar la extradición antes del 14 de junio ya que, de acuerdo al Tratado Internacional, México debe hacer la solicitud antes de 60 días naturales, acompañada de la documentación que respalde las imputaciones por los delitos que se le acusan, así que no está ni cerca de ser juzgado y sentenciado.

Como se sabe, en la política nada es casualidad y para el PRI es necesario tomar medidas drásticas para mantenerse en el poder, por ello los comicios para gobernador del Estado de México son muy importantes para posicionarse en el 2018, incluso son decisivos, por lo que no deberá sorprendernos que otras acciones parecidas se presenten en el camino, como la expulsión de Humberto Moreira de este partido.

Lo que hay que tomar en cuenta es que la mayoría de la gente ya no cree los cuentos chinos de la política mexicana, porque en muchos casos han sido unos verdaderos novelones, y no importa de qué partido sean, porque ninguno de estos institutos delictivos ha quedado exento de evidencias relacionadas con corrupción e impunidad; ya de sobra es sabido que algunos de sus integrantes usan su cargo político para “robar poquito” y otros como Duarte desvían recursos que ascienden a decenas de miles de millones de pesos.

Lo único que sí es real son los malos chistes del presidente, de los que ni su equipo de trabajo se ríe ni por compromiso, así como sus equivocaciones cotidianas e ignorancias al hablar en público sobre datos, fechas y lugares.

El hecho de que el presidente diera un mensaje breve de las capturas de los ex gobernadores, y que no presumió mucho esta acción, se debió a que no fue un logro de las autoridades mexicanas, o simplemente porque para él son más llamativas las capturas de narcos. La verdad, a nadie le agrada que encarcelen a sus grandes amigos.

48 días antes de concluir su periodo como gobernador, Duarte solicitó licencia ante el Congreso de Veracruz para limpiar y aclarar ante la opinión pública y las autoridades de procuración de justicia su nombre y el de su familia, pero se dio a la fuga (o le permitieron fugarse) cuando antes de eso había negado cualquier señalamiento.

Javier Duarte de Ochoa, ya está preso en Guatemala, y los veracruzanos exigen que se le aplique la ley en nuestro país.
Javier Duarte de Ochoa, ya está preso en Guatemala, y los veracruzanos exigen que se le aplique la ley en nuestro país.

Las acusaciones de desvíos de recursos no son todo lo que se le atribuye a Duarte ya que por su posible relación con el crimen organizado se tienen homicidios y desapariciones de los que puede ser responsable. El asesinato y acoso de periodistas fue algo que marcó su gobierno, pues terminó con 9 homicidios y 2 secuestros.

Y cómo olvidar el hallazgo de una bodega en Córdoba, Veracruz, con objetos pertenecientes a Duarte y Karime Macías, su esposa, donde se encontraron objetos de asistencia social como sillas de ruedas y despensas, así como obras de arte de gran valor y libretas de marca en las que Karime Macías anotaba datos de cuentas bancarias, propiedades, listas de nombres y esquemas de funcionamiento de los desvíos de recursos públicos con la ya famosa frase: “sí merezco abundancia”, escrita por la propia Macías.

Ahora, la locura de poder terminó y Duarte ha pedido a las autoridades penitenciarias de Guatemala que lo dejen convivir con los demás reclusos, que le permitan tener una lámpara y hacer ejercicio, algo muy lógico para quien se presentó con una gran sonrisa ante los medios de comunicación el día de su captura pero no sabía lo que le esperaba en una cárcel guatemalteca, y para quien negó hasta el último momento el desvió de recursos millonarios que le fue señalado desde su campaña electoral por el ahora gobernador Miguel Ángel Yunes, quien no quita el dedo del renglón manifestando que los saqueadores del estado tienen que pagar. Yunes recientemente ordenó el decomiso de una propiedad de Duarte para donarla a la Secretaría de Cultura de la entidad, y ha declarado que si no hubiera ganado jamás se hubieran castigado las fechorías de este sátrapa.

Hoy, parte del equipo del ex gobernador de Veracruz ya está en prisión, como los secretarios de Finanzas, de Infraestructura y Obras, de Seguridad Pública, el secretario del Trabajo y el director del Seguro Popular, además de existir diversas órdenes de aprehensión que se giraron en contra de otros funcionarios menores.

Con estos antecedentes, la ciudadanía duranguense sigue a la espera de que el gobierno del cambio, a más de medio año de haber tomado posesión, ejerza acciones similares a las que se han llevado a cabo en Veracruz por los saqueos y anomalías graves que se realizaron en la administración anterior y que, al igual que en la entidad jarocha, fueron detectadas por la Auditoria Superior de la Federación.

Hasta el momento no se han visto acciones concretas en contra de esos altos funcionarios que durante el sexenio pasado les metieron las manos en los bolsillos a los contribuyentes y se enriquecieron a manos llenas.

 El pueblo de Durango sigue a la espera de que se le haga justicia.
El pueblo de Durango sigue a la espera de que se le haga justicia.