Las viviendas infames del INFONAVIT en Durango

De la redacción de razacero.

La ilusión de cualquier familia es tener una vivienda propia donde vivir. Para buena parte de la población esta ilusión generalmente resulta inalcanzable, y cuando se llega a concretar este sueño a través de un crédito hipotecario la mayoría de las veces el jefe o jefa de familia queda esclavizado la friolera de 15 o 20 años.

Lo anterior, al parecer, no le importa para nada a las autoridades del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), que es la instancia que proporciona los créditos hipotecarios para que los trabajadores puedan adquirir sus viviendas, y se supone que cuenta con un equipo especializado de valuadores y peritos que garantizan que las viviendas que los trabajadores adquieren sean seguras y de buena calidad. Además de esto, para proteger el patrimonio de los trabajadores en las contrataciones de estos créditos hipotecarios se contempla la existencia de un seguro para cubrir cualquier daño derivado de los famosos “vicios ocultos” o de errores graves en las construcciones de las viviendas.

Pero en el INFONAVIT lo anterior es letra muerta, y las viviendas infames que peritos y valuadores de este instituto autorizan para ser vendidas a los trabajadores son una muestra clara de la corrupción extrema que se practica desde las altas esferas del INFONAVIT.

Un ejemplo deplorable de esto se está dando en el Fracc. Río Dorado, ubicado en las afueras de la ciudad de Durango, en la carretera a México, pasando la UNIPOLI, en donde fraccionadores voraces desde hace cuatro años han venido construyendo un conjunto de condominios de pésima calidad que, en los hechos, son viviendas prácticamente inhabitables.

Los trabajadores desafortunados que adquirieron con engaños sus viviendas en este lugar se quejan: “Los fraccionadores nos engañaron, pues nos mostraron los departamentos de muestra asegurándonos que las viviendas que construirían serían de muy buena calidad, ya que los proyectos ya estaban avalados por el INFONAVIT; y en el INFONAVIT nos dijeron lo mismo, que todo estaba en regla”, manifiesta uno de los trabajadores estafados.

Al llegar a ocupar los departamentos de los condominios en el Fracc. Río Dorado, comenzó la pesadilla de los trabajadores: “Todos los techos y pisos de nuestras viviendas están húmedos y con filtraciones de agua, hasta en las escaleras hay filtraciones de agua por la pésima instalación de la red hidráulica. Los pasillos están inundados, las bardas de colindancia carecen de castillos y los marcos de las puertas se están derrumbando”, denuncia una de las propietarias de uno de estos peligrosos departamentos.

“Yo recientemente adquirí un departamento en este fraccionamiento, ya fui a reclamar al INFONAVIT pero nadie resuelve nada, solo me dicen que tengo que habitar la vivienda por lo menos durante dos años para que aplique el seguro”, comenta desesperada una jefa de familia que con mucho esfuerzo está pagando el crédito hipotecario.

Así las cosas, en la delegación del INFONAVIT en Durango nadie resuelve nada, por lo que los habitantes del Fracc. Río Dorado se están organizando para acudir a las instancias legales correspondientes y fincar responsabilidades civiles y penales a quienes resulten responsables del millonario fraude del que están siendo objeto.