¡No me gusta el gym! Entonces… ¿qué hago?

Manolo Valdez

Si las horas que se pierden en las redes se utilizaran para ir al gym ¡ya se tendría un cuerpazo!

Es probable que, mientras leas este artículo, te encuentres recostado en tu cama, con la laptop sobre el regazo y estés, además, picando un bocadillo y googleando en busca de la solución mágica que te permita al fin perder esos kilos de más sin hacer demasiados sacrificios. ¿No tienes tiempo para ir al gimnasio o sencillamente no te gusta? Tranquilo, aunque la alimentación equilibrada y los ejercicios (ojo: esto último no es sinónimo de gimnasio) son la clave del éxito, a lo largo de múltiples notas te hemos demostrado que la cosa no tiene por qué ser tan tortuosa, como a simple vista parece, para ganarle la batalla a la báscula. Sigue leyendo, que este artículo es para ti.

El cuerpo humano está diseñado para estar en constante movimiento, no en reposo. El sedentarismo (y más con esta pandemia) es una práctica cada vez más extendida en la sociedad que, además de fomentar el consabido aumento de peso, atrofia nuestros músculos y promueve, a la larga, la aparición de diversos achaques y enfermedades. Peor aún si a ello le agregamos malos hábitos alimenticios, desveladas y el consumo desmedido de alcohol y cigarros.

Mucha gente no practica ejercicio aduciendo no tener tiempo, pero lo cierto es que en nuestra cotidianidad muchas veces hacemos cosas intrascendentes (quedarnos horas mirando el Facebook, por ejemplo) que bien podrían ser reemplazadas por actividades más lúdicas que realmente jueguen a nuestro favor para conservar la línea.

Sin embargo, como te dijimos, esto no tiene que ser sinónimo de grandes sacrificios. ¿Qué tal si dijéramos que quemar calorías puede formar parte de tu rutina habitual? ¡Bajarías de peso (y hasta tonificarías tu figura) casi sin darte cuenta!

Es tan sencillo como caminar. De hecho, algo que puedes realmente hacer es eso, ¡caminar! Saca a pasear al perro o deja las llaves del auto en casa y ve a hacer las compras caminando. Paseos de una hora, unas 4 o 5 veces por semana, a un ritmo de 6 a 7 km por hora, durante un período de 6 meses, te serán altamente beneficiosos.

Caminar fortalece y da estabilidad a todo tu cuerpo, pues además de consumir calorías mejora tu tono muscular, desciende el colesterol y la presión sanguínea (fortaleciendo con ello tu corazón) y, por si fuera poco, reduce el estrés, aumentando tu energía vital.

Entonces, ¡camina todo lo que puedas! Aquí algunas pequeñas cosas que realmente pueden hacer la diferencia:

Si acostumbras llegar en bus al trabajo, bájate al menos unas cuadras antes de tu paradero y llega caminando. Si vas en auto, estaciónalo unas cuadras más lejos de tu oficina y llega a pie. Esta puede ser la pequeña caminata matutina que contribuya a mantenerte en forma

Cuando vayas al supermercado o al centro comercial, sube por las escaleras mecánicas, pero hazlo como si se tratase de una escalera normal. No solo llegarás mucho más rápido, sino que, en unos pocos segundos, habrás quemado unas 144 calorías.

En caso de que debas subir un edificio de varios pisos, no uses el ascensor ni pares en los descansos. Ve por la escalera y hazlo a paso firme para hacer trabajar a tus músculos.

Un perro es una máquina natural de ejercicio que ha sido domesticada. El simple hecho de sacarlo a pasear, por lo menos una hora al día, supone quemar alrededor de 250 calorías (¡que son 7500 al mes!).

En líneas generales, siempre es mejor estar parado a permanecer sentado. Así, en lugar de tomar asiento en la sala de espera del médico o del dentista, mejor permanece de pie. Una persona parada quema 36 calorías más por hora que aquel que está sentado.

Por la tarde y por la noche es el período en que el cuerpo tiende a absorber una mayor cantidad de calorías. Cuando una persona come sentada es cuando ingiere una mayor cantidad de alimentos.

Toma agua. El agua es vida y salud. Además de que mejorará el estado de tu piel, te ayudará a quemar calorías más fácilmente. Considera 2 litros diarios de agua pura. En unas semanas notarás la diferencia.

Juega con los niños. Tus hijos o tus sobrinos menores de 10 años bien pueden servirte para los efectos del caso. Los niños siempre están en movimiento y jugar con ellos es una buena excusa para moverte un poco más (aparte de que compartirás tiempo con éstos). Vayan a un parque y jueguen vóley o futbol o pónganse a saltar la cuerda. Aprovecha también la tecnología… ¡disputen un partido de tenis en el Wii! Puedes quemar hasta 137 calorías en solo 10 minutos.

Desempolva tu bicicleta y sal a dar de cuando en cuando un paseo. Puedes emplearla con excusas tan simples como ir a comprar el pan o buscar el periódico. En el camino, trata de pasar por pendientes de modo que tengas que esforzarte para subirlas. Así darás más trabajo a tus músculos y quemarás más calorías.

¡Duerme! Dormir profundamente ayuda a bajar de peso y acelerar el metabolismo. En detrimento, no dormir suficiente engorda por los cambios hormonales que ocurren durante el sueño profundo. Si no duermes lo apropiado, puedes causar que tu metabolismo se vuelva tan lento como el de una persona 30 kg más pesada.

En síntesis, ¡a menor flojera, menos kilos! Lo importante es que lo hagas una costumbre que poco a poco se convierta en una forma de vida. Verás que no solo le hace bien a tu silueta, sino también a tu salud y a tu vida social. Sigue esta regla básica: ¡no al sedentarismo!