Durango: Perdió la morenista corrupta, Marina Vitela, y ganó el porro saqueador, Esteban Villegas

Fernando Miranda Servín.

En las primeras horas del 6 de junio, la tendencia ya era irreversible: la priista corrupta habilitada como morenista, Marina Vitela, había sido aplastada electoralmente por las huestes priistas que apoyaron a su candidato, el exporro Esteban Villegas Villarreal.

La diferencia de votos al amanecer fue más que abrumadora y el pendenciero ex alcalde saqueador superaba con más de 90 mil sufragios a la representante vulgar de la 4T.

Lo que mal empieza mal acaba y la candidata que no debió ser demostró con creces por qué fue la peor evaluada en las encuestas internas del partido Morena.

López Obrador simplemente no quiso que su partido Morena ganara la gubernatura de Durango y por medio de quién sabe qué tratos oscuros impuso a la ex alcaldesa gomezpalatina como candidata a la gubernatura de Durango, privando a los electores de la otra opción que ganó las encuestas de su partido y pudo haber sido mucho más competitiva e inclusive haber ganado esta gubernatura. Pero en política los intereses de unos cuantos siempre son superiores a los intereses de las mayorías.

Así, mal aconsejada, con pésimos operadores politicos e ineptos asesores de imagen, Marina Vitela dio cátedra de lo que no debe hacer una candidata a la gubernatura de cualquier estado. En primer lugar, aceptar esta responsabilidad sin estar preparada para ello; luego, rodearse de lo peor del priismo duranguense y no saber conciliar con sus adversarios de partido, de cuyas estructuras políticas iba a necesitar. Lo demás ya es parte de la historia bochornosa que perseguirá a Marina Vitela por quien sabe cuántos años: la exhibición de sus saqueos como alcaldesa de Gómez Palacio y su fortuna mal habida de la que destacan 25 casas y una empresa familiar que recibía contratos millonarios del municipio gomezpalatino cuando fue alcaldesa de esta demarcación; sus exabruptos vulgares durante la campaña y la estrepitosa derrota electoral sufrida frente a uno de los políticos más corruptos y mediocres de Durango: el exporro saqueador Esteban Villegas Villarreal.

Tan fácil que hubiera sido para Marina Vitela ganar la contienda electoral prometiéndole al pueblo de Durango hacerle justicia con el encarcelamiento del gobernador panista ladrón, José Aispuro Torres, pero no lo hizo por el pacto de impunidad que previamente habría realizado con el mandatario corrupto, un pacto que no le sirvió de nada a su causa, a la causa de los militantes que la apoyaron en su fallida campaña y a los miles de duranguenses que votaron por ella.

Hoy, si con Marina Vitela no había esperanza de cambio en Durango, con el priista Esteban Villegas esta posibilidad simplemente no existe. ¿Por qué? Porque al exporro de la UJED ya lo vimos actuar como alcalde de Durango, protegiendo el saqueo de sus colaboradores en una administración cuyo proceso de Entrega-Recepción fue declarado nulo y hasta la fecha se encuentra archivado en la Entidad de Auditoría Superior del Estado, escondido, oculto, para que los ciudadanos no sepamos exactamente cuánto se robó el actual gobernador electo de Durango.

Sí, Esteban Villegas llega a la gubernatura de esta entidad con la letra “C” de corrupto marcada con hierro candente en la frente, por lo que los ciudadanos desde este momento debemos estar atentos a lo que haga y deje de hacer.

La Entrega-Recepción del gobierno estatal será fundamental para comenzar a exigirle al priista Esteban Villegas que cumpla con su obligación de fincar responsabilidades penales en contra de quienes lesionaron el erario duranguense e hicieron grandes fortunas al amparo del poder, principalmente el gobernador bribón José Aispuro Torres, su esposa, la presidenta del DIF estatal, Elvira Barrantes, y sus familiares más cercanos que ostentaron altos cargos durante este sexenio que esta por terminar.

Cada día que estos personajes permanezcan sin rendir cuentas ante la justicia será una prueba fehaciente del pacto de impunidad que el gobernador electo habría realizado con el mandatario panista saliente.

Otro punto medular que habrá de definir el grado de corrupción con el que gobernará el exporro Villegas Villarreal será la conformación de su gabinete, con la que inmediatamente podremos definir el alcance de los daños que podrían ocasionar al erario y a la ciudadanía.

Esteban Villegas asumirá el poder con una legitimidad a medias, pues apenas un 29% del electorado duranguense acudió a las casillas electorales a votar por él, por lo que tendrá que tomar acciones relevantes en los primeros días de su gobierno. Una de ellas es aplicar la ley a los saqueadores infames que empobrecieron aún más al pueblo de Durango y otra será la de cumplir inmediatamente sus promesas de campaña. Cosas que se ve imposible que haga un exporro que como diputado y presidente de la JUCOPO de la anterior legislatura del Congreso local encubrió los asaltos al erario perpetrados por el gobernador panista José Aispuro Torres, su secretario de Finanzas, Arturo Díaz Medina, y su hermano putativo, el titular de SEBISED, Jaime Rivas Loaiza, criminales dorados que saquearon miles de millones de pesos de las arcas públicas duranguenses.

En cuanto al cumplimiento de promesas de campaña, Esteban Villegas se ha caracterizado por ser un político farsante que no cumple en absoluto lo que promete al electorado. Su papel como alcalde corrobora lo antes dicho.

Durango está hundido en la corrupción, pues de acuerdo al INEGI desde 2019 ocupamos el primer lugar en corrupción a nivel nacional; la pobreza extrema aumentó a más del doble durante el gobierno del mandatario ladrón José Aispuro Torres, y la deuda pública que este bribón dejará supera los 20 mil millones de pesos, razones de más para no ofrecerle el beneficio de la duda al priista Esteban Villegas, quien en su campaña electoral pronunció que en su gobierno habría continuidad respecto al gobierno panista que ya se va. No puede haber continuidad cuando el gobierno de Aispuro Torres fue un gobierno fallido, fracasado, en el que hubo cero crecimiento económico, nulo desarrollo social y total ingobernabilidad y carencia de impartición de justicia.

Al exporro Esteban Villegas Villarreal se le deberá exigir desde el primer minuto de su gobierno que aplique la ley a los que se van y que los que llegan a gobernar junto con él sean personas capaces que garanticen un cambio radical de rumbo y resultados positivos de inmediato.

El pueblo de Durango ya no puede aguantar otros seis años de saqueos e ignominia como los que se vivieron con el sátrapa panista José Aispuro Torres.