Gonzalo Yáñez y su Caravana del Fracaso
Fernando Miranda Servín.
Para el “izquierdista” Alejandro González Yáñez, alias Gonzalo Yáñez, los procesos electorales en los que ha participado desde hace más de 20 años han sido meras oportunidades para hacer buenos negocios políticos y acrecentar su fortuna.
Gonzalo Yáñez es uno de esos vivales de la grilla nacional conocido por perder elecciones para obtener beneficios personales, por eso en este último proceso electoral en el que aparentemente sí quiso ganar la alcaldía de Durango el electorado no le creyó y no le dio los votos suficientes para ganarle a su adversario panista, José Antonio Ochoa Rodríguez.
Con un discurso setentero, desgastado, y una “estrategia” de campaña ramplona, Gonzalo Yáñez pensó que regalándole trapeadores a la ciudadanía y prometiéndole (ahora sí ¿he?) “acabar con la corrupción” los sufragistas correrían a las casillas electorales para votar por él y por su impresentable suplente, el abogado tenebroso Hugo Rosales Badillo; sí, el mismo que durante la campaña electoral solicitó dos amparos para protegerse de cualquier acción penal en su contra por su participación en el fraude millonario y artero despojo de sus casas a 60 mil cuentahabientes del INFONAVIT.
En sus extrañas elucubraciones, Gonzalo Yáñez tal vez pensó que este pésimo abogado podría abonarle miles de votos a su campaña electoral.
Hoy, este político de marras ha impugnado el proceso electoral que perdió estrepitosamente alegando “terrorismo telefónico”, embarazo de urnas y compra masiva de votos; y, para reforzar su teatro postelectoral, anuncia que llevará a cabo una “caravana para la defensa de la voluntad popular”, cuando la mayoría de la ciudadanía duranguense lo mandó el pasado 5 de junio con cajas destempladas a su mansión de 3 millones de dólares que posee en el kilómetro 9 de la carretera a Parral.
La “Caravana por la Libertad y la Democracia” o más bien “La Caravana del Fracaso”, saldrá este 5 de julio a las 11 de la mañana del puente corrupto que aún no termina de construir el mandatario ladrón José Rosas Aispuro Torres en el Boulevard Francisco Villa, de la ciudad de Durango, para dirigirse a la Ciudad de México.
Sin duda alguna, esta “Caravana del Fracaso” no es más que una más de las prácticas trilladas que este político bribón quiere llevar a cabo para seguir obteniendo beneficios personales.
Lo cierto es que la ciudadanía duranguense no necesitaba trapeadores ni viejos discursos “revolucionarios” pronunciados al lado de abogados mafiosos, sino un perfil nuevo, fresco y confiable que garantizara una auténtica transformación de gobierno.
Así pues, “La Caravana del Fracaso”, encabezada por Gonzalo Yáñez, partirá como plañidera causando lástimas en su largo recorrido a la Ciudad de México.
¿Quiénes serán los ciudadanos que tengan semejante ociosidad como para acompañar a este personaje despótico y paranoico en esta absurda aventura? ¿Lo harán con sus propios recursos o con los recursos que los contribuyentes aportan para mantener a esta clase de mercenarios de la democracia?
Lo que sea, “La Caravana del Fracaso” no es más que la despedida final de un cacique de la “izquierda” que se ha enriquecido lucrando con la pobreza de amplios sectores vulnerables del pueblo duranguense.