Ya no nos defiendas, Esteban

José Luis Rodríguez Chávez.

Su lema de campaña fue “Defendamos Durango”. Esta mañana, el hoy gobernador Esteban Villegas Villarreal sigue firme y dice que el cobro del replaqueo va.

Su propuesta como candidato fue pobre: la promesa de una “tarjeta madre salario” que cada vez está más lejana y un lema que decía “Defendamos Durango”. Sin embargo, y a pesar del repudio de una mayoría, esta mañana el gobernador Esteban Villegas Villarreal sigue en su postura y dice que el cobro adelantado del replaqueo para 2023 sigue en pie.

Entre los argumentos del mandatario está que las nuevas placas son una cuestión de seguridad para poder actuar sobre los dueños de los automóviles que utilizan placas sobrepuestas. Muy pobre el primer argumento, cuando sabemos que Durango es un estado donde reina la impunidad y donde todos identificamos a los personajes ligados al narco, como recientemente lo confirma el informe hackeado a la Sedena por “Guacamaya Leaks”, que por cierto involucra a su actual fiscal Sonia Yadira de la Garza y al ex gobernador Jorge Herrera Caldera, de cuyo cuestionado gabinete tomó a varios personajes para por oscuras razones imponérselos al nuevo gobernador.

Las cifras que da a conocer esta mañana Esteban Villegas son, entre otras, que la deuda actual del gobierno del estado asciende a los 25 mil millones de pesos, de los cuales mil 900 se adeudan al Servicio de Administración Tributaria (SAT), que toma como “abono” una parte de las participaciones antes de enviarlas a Durango, por lo cual en septiembre llegaron 80 millones de pesos menos. También informó que se deben a Hacienda 700 millones de pesos, tan solo en multas.

Las cifras de la deuda son muy altas, pero una vez más el pueblo se pregunta si es quien está obligado a asumir una deuda que es producto de la corrupción imperante. El actual mandatario fue diputado cuando José Rosas Aispuro fue gobernador y no recordamos una postura firme en su papel de legislador, cuando se sabía del alto grado de corrupción de quien entonces dirigía las riendas del gobierno.

Mucha de la molestia y la indignación de los duranguenses se debe a que el adelanto del pago de placas no sólo es una mala decisión del Congreso sino un cobro abusivo, porque la cantidad total a pagar es de 4 mil 992 pesos, medida que afecta a los particulares pero también a los empresarios, que tras una pandemia y luego una inflación que crece cada día, no están en condiciones de realizar estos pagos que afectan a sus vehículos, que le son muy necesarios para sus actividades. Es a todas luces un atropello al pueblo que ahora se pregunta: ¿dónde está la promesa de campaña de quien decía defender a Durango? cuando el estado lo conformamos quienes vivimos en él. Con estas políticas le podemos decir al gobernador que por favor ya no nos defienda.