Marcelo opta por el suicidio
En opinión de Verónica Malo, con la invitación de Marcelo Ebrard a Andrés Manuel López Beltrán, el ex canciller ha rebasado los límites en su búsqueda por la candidatura presidencial de Morena.
“En la casa del jabonero, el que no cae resbala.”
DICHO
“Si una persona con múltiples personalidades amenaza con suicidarse, ¿puede considerarse un asalto con rehenes?”
STEVEN ALEXANDER WRIGHT
No sé si estaba acordado con el presidente o si fue una decisión arrebatada de último momento, pero Marcelo prácticamente ha decidido quitarse la vida. Su futuro dentro del proceso interno de Morena rumbo al 2024, esto es.
Hay quien dice que no se asesoró adecuadamente, que le faltó conocer a López Obrador al pensar que su propuesta le haría feliz, que alguien en Palacio Nacional le susurró al oído o le dio a entender que esta propuesta le encantaría a los dos Andreses, padre e hijo… Que quería medir —en su primer acto de campaña— qué tan lejos o cerca debe parecer del presidente ante la opinión pública. Que se trató de una jugada arriesgada: tener a un López Beltrán cerca y con ello alejar a López Obrador de la gestión en su futuro gobierno. Que con ello se asegura un premio de consolación llamado “fuero” pues al ex canciller se le tienen armados amplios expedientes con los cuales procesarlo… En fin.
Mas yo me pregunto: ¿quién en su sano juicio, después de 40 años en la grilla, hace una invitación de ese calibre sin haber hablado primero con el posible interesado? La respuesta: una persona que ha decidido sacrificarse.
Y es que su propuesta lo convirtió en burla, escarnio y sospechoso ante los duros de la 4t, mientras firmó su adiós para quienes desde la oposición lo pensaban como un posible candidato con ideas propias lejos de la locura de Andrés Manuel.
En términos beisboleros, Ebrard se la voló. En términos de lógica y decencia, su iniciativa careció de la misma. En términos políticos, Marcelo Ebrard se suicidó.
Máxime con la respuesta suscrita por Andrés Manuel López Beltrán en la que rechaza la invitación realizada por Ebrard de encabezar la ‘Secretaría de la 4t’; “prefiero mantenerme al margen para que no pueda ser utilizada en favor o contra de ninguno de nuestros compañeros”, dijo. (De la epístola en cuestión llama la atención una afirmación: “como político tengo y tendré un destape en toda regla”. Ni bueno ni malo. Un destape político como casi cualquier otro, con la diferencia de que se trata del hijo del presidente en funciones y que precisó no estar inmerso en el “proceso de sucesión presidencial” pero nada dijo del “proceso electoral”. Esto es, declara no estará inmiscuido estos tres próximos meses —al menos eso dice—, pero ya en lo que se refiere al proceso electoral, queda la duda).
Todo lo dicho por Marcelo, así como por el resto de las corcholatas, será motivo de escrutinio —y la mayoría de las veces criticado—. A cambio de eso: visibilidad; de eso se trata este proceso ideado por López Obrador. Pero hasta en ello hay límites… y Marcelo los rebasó.
¿O será que el pueblo de México es tan pero tan esquizofrénico que este disparate le sumará puntos al candidato en lugar de restárselos? Después de todo, vivimos en un país de múltiples personalidades…
(sdpoticias)