Iniciativa de Sandra Amaya implica destituir a la auditora carnala

Fernando Miranda Servín.

El pasado martes 12 de septiembre, la diputada más corrupta en la historia de Durango, Sandra Amaya, presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso de esta entidad, presentó una iniciativa “para que los servidores públicos de la Entidad de Auditoría Superior del Estado sean evaluados y acrediten su permanencia a través de examenes de control de confianza”.

La diputada de marras señaló que dichos examenes “serán aplicados por los centros de evaluación y confianza de las instituciones públicas de seguridad y privadas”.

Con un discurso casi convincente si no se supieran los antecedentes de corrupción de esta legisladora, enfatizó: “dinero que se sustrae sin importar su origen y destino es dinero robado, es por ello que el gobierno de la ‘Cuarta Transformación’ decidió romper el monopolio de servidores públicos que utilizaban los recursos públicos como propios” (sic).

La diputada morenista-villeguista Sandra Amaya, con su iniciativa “anticorrupción” le da una pedrada en la frente a la auditora carnala, Diana Gaitán.

Esta iniciativa de la diputada morenista-villeguista le pega como pedrada en la frente a la auditora carnala Diana Gaitán, amiga cercana del gobernador bananero priista Esteban Villegas Villarreal, que fue impuesta por este como titular de la Entidad de Auditoría Superior del Estado con el voto unánime de todos los diputados del Congreso de Durango, principalmente los morenistas.

Como se sabe, Diana Gaitán fungió como directora de Finanzas en el gobierno municipal de Durango durante la gestión encabezada por Esteban Villegas, en el trienio 2013-2016.

El proceso de Entrega-Recepción de esta administración fue declarado nulo por el gobierno entrante del ahora senador morenista José Ramón Enríquez Herrera, por lo que no se supo y sigue sin saberse cuánto dinero fue sustraído del erario cuando el actual gobernador fue alcalde de Durango.

Es obvio que la auditora carnala, Diana Gaitán, no es una auditora confiable, tanto por haber ocupado un alto cargo en el gobierno municipal de Esteban Villegas como por ser su amiga cercana y haber terminado la administración financiera de ese trienio de manera caótica.

El gobernador bananero priista, Esteban Villegas, con su auditora carnala, Diana Gaitán, viejos amigos, viejas complicidades.

Ningún servidor público encargado de aplicar exámenes de control de confianza, en su sano juicio, le daría una calificación aprobatoria a la auditora carnala, Diana Gaitán, por lo que, de ir en serio la iniciativa presentada por la diputada morenista-villeguista, Sandra Amaya, en breve estaremos presenciando la destitución de Diana Gaitán como titular de la EASE.

Es por demás decir que esta diputada también debería presentar una iniciativa para que este mismo examen de control de confianza sea aplicado a todos los legisladores, principalmente a los presidentes de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, algunos de los cuales se han enriquecido al grado de coleccionar casas y adquirir lujosos autos con valor de más de millón y medio de pesos.

Otros diputados, como ya trascendió por boca del mismo exgobernador panista saqueador, José Aispuro Torres, recibieron de este fuertes sumas de dinero por aprobarle sus propuestas e iniciativas y “por fingir que eran opositores”.

Así las cosas, de aplicarse esos exámenes de control de confianza a los auditores de la EASE y a los diputados, el edificio del Congreso de Durango solo albergaría a los modestos servidores públicos que soportan las cargas más pesadas de trabajo a cambio de raquíticos sueldos.