“Ps me salgo de la alianza”, dice el Gobernador Pedorro
Fernando Miranda Servín.
Basta ver el video en el que el gobernador bananero de Durango, Esteban Villegas, amaga con abandonar a la alianza opositora si el partido Acción Nacional le da la candidatura a una diputación plurinominal al exmandatario saqueador José Aispuro Torres, para darnos cuenta que estamos frente a un gobernante prepotente, despótico, totalitarista y cínico.
“Yo soy el jefe político de los tres partidos (PRI-PAN-PRD), a menos que alguno de ellos dijera, oye, de nosotros no, y nosotros hacemos lo que nosotros pensemos. Okey ps me salgo de la alianza”, dijo molesto el visceral exporro estudiantil.
“A Durango no vamos a permitir que vuelva a llegar gente que ha lastimado a Durango” (sic), remarcó enfático el dictadorcillo duranguense, para rematar, como el sociópata que es, con una amenaza: “Yo no soy de los que grita y amenaza y dice, yo actúo cuando tengo que actuar, pero cuando actúo la mano izquierda es muy pesada; así como la mano derecha es muy noble y generosa, la mano izquierda ps sí es pesadita”, como advirtiéndole a la dirigencia nacional del PAN que si le da una candidatura para diputado federal plurinominal al exmandatario José Rosas Aispuro se atenga a las consecuencias.
El video no puede ser más descriptivo: se trata de un porro que habla como porro y se conduce como porro, pues el gobernador de marras duranguense no ha superado esa etapa que vivió como porro de la UJED.
En los hechos, las declaraciones del mafioso mandatario priista son meramente electoreras y mediáticas, pues está encolerizado por lo que le afecta a él y a su grupito de bribones, no por lo que le afecta al pueblo de Durango.
Como se sabe en esta entidad norteña, Esteban Villegas es un político ruin y acomodaticio que se formó bajo la sombra de los exmandatarios priistas voraces Ismael Hernández Deras y Jorge Herrera Caldera. Y todavía más: durante el sexenio del panista José Rosas Aispuro, de 2018 a 2021, fue diputado local plurinominal y un año presidió la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso duranguense.
Durante este período jamás se escuchó a Esteban Villegas reclamar desde la tribuna del Congreso al entonces gobernador Aispuro Torres por los brutales saqueos que estaba perpetrando. Por el contrario, el priista guardó silencio cómplice y nunca cuestionó la opacidad de las Cuentas públicas que presentó el exmandatario panista.
Así las cosas, por sus actos de omisión y complacencia, Esteban Villegas fue facilitador de los saqueos de Aispuro y, por lo tanto, él también forma parte de la lista de políticos que le han hecho mucho daño al pueblo de Durango. La impunidad del Hombrecito de Tamazula es una prueba palpable de la corrupción del dictadorcillo local duranguense, pues a más de un año de haber llegado al poder ha sido incapaz de integrarle su expediente, consignarlo ante un juez y enviarlo a la cárcel por la enorme cantidad de latrocinios que cometió durante su sexenio. Si Esteban Villegas no lo ha hecho es por los acuerdos inconfesables que hizo con Aispuro antes de llegar a la gubernatura.
Independientemente de que es inaceptable que el PAN le otorgue una candidatura al sátrapa de Tamazula, la alianza opositora no debe preocuparse de que un hampón como Esteban Villegas los abandone, pues de hecho este personaje sórdido ya es aliado del morenismo, hecho que quedó de manifiesto con el burdo financiamiento millonario que le dio al huachicolero amigo del presidente Andrés Manuel López Obrador: Adán Augusto López.
Le den o no le den a Aispuro Torres una candidatura para una diputación federal, la alianza opositora y Xóchitl Gálvez deben andar con pies de plomo y muy alertas con el hamponzuelo priista duranguense Esteban Villegas, quien a lo largo de su carrera política se ha caracterizado por utilizar el poder para servirse a sí mismo y golpear a todo aquél que ose contradecirlo. Por lo demás, ya hay evidencias claras de que el porro sanjuanero es el gobernador número 23 del partido Morena y con esa convicción va a actuar en 2024, para quedar bien con el macuspano del Palacio Nacional y evadir la cárcel cuando termine su mandato en 2028, luego de haber saqueado a Durango, pues no por nada impuso a su auditora carnala, Diana Gaitán, al frente de la Entidad de Auditoría Superior del Estado.