Esteban Villegas regala el Palenque de la FENADU a su amigo íntimo
Fernando Miranda Servín.
Anoche, en las redes sociales de Durango, comenzó a circular como reguero de pólvora el documento que define al gobernador bananero de Durango, Esteban Villegas Villarreal, como “El Rey del Saqueo”.
Si los anteriores mandatarios de esta entidad se caracterizaron por su voracidad para sustraer el erario y hacerse de enormes fortunas, este “político” de marras ya los ha superado a menos de dos años de haber llegado al poder.
El documento es revelador y expone de manera vergonzante la forma grotesca en que el exporro estudiantil dispone del patrimonio de la ciudadanía duranguense para enriquecerse él, su círculo cercano y sus amigos.
Se trata de un contrato de comodato con el que el director de Ferias, Espectáculos y Paseos Turísticos de Durango, José Lauro Arce Gallegos, concede el uso gratuito de las instalaciones del Palenque de la Feria Nacional de Durango (FENADU) al C. Edgar Omar Rodríguez Ramos, amigo íntimo del gobernador bananero priista, Esteban Villegas Villarreal.
Como todos sabemos, si en la FENADU hay un área en la que se manejan millonarias ganancias es precisamente en las instalaciones del Palenque, por las contrataciones de artistas, taquilla y venta descomunal de bebidas alcohólicas.
Pero estos dividendos, por lo que se ve, durante este sexenio no beneficiarán a la ciudadanía duranguense, sino al amigo íntimo del gobernador priista Esteban Villegas, Edgar Omar Rodríguez Ramos.
Este contrato es tan solo la punta del iceberg de los saqueos millonarios que este mandatario está perpetrando para enriquecer ilícitamente, a través del tráfico de influencias, a sus amistades cercanas, a conocidos lectores de noticias de televisoras locales y a sus compadres, a quienes ha colocado en puestos estratégicos de su gabinete (ahí donde hay mucho dinero para robar).
Lo peor de todo es que la ciudadanía duranguense está indefensa y poco o nada puede hacer para actuar contra estos latrocinios, pues las principales instituciones impartidoras de justicia están controladas y cooptadas por este gobernador bribón, y el gobierno federal, por pactos políticos y abulia, evade su responsabilidad con el infame argumento de que “las entidades federativas son ‘autónomas'”.
La única alternativa viable que le queda a los duranguenses es la Revocación de mandato, una figura que aunque no ha sido aprobada por los diputados del Congreso de Durango ya está contemplada en la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos.
Solo así podremos deshacernos de esta clase de “gobernantes” que llegan al poder pensando que los electores les dieron en las casillas electorales una patente de corso para disponer del patrimonio público, para enriquecerse ilícitamente y enriquecer a sus amigos, familiares y compadres.