Sexo a golpe de Excel: ¿mata la pasión calendarizar las relaciones sexuales?

Cuando el estrés se convierte en parte de la pareja y la pasión decae, agendar el sexo se convierte en un insospechado aliado que los expertos en sexología recomiendan

Aunque pudiera parecer que agendar cuándo tener sexo es señal inequívoca de que la pasión ha muerto, en realidad los expertos en sexología señalan que convertir en cierto modo el universo del placer en materia de Excel no es tan mala idea como podría parecer.

Tendemos a dar las relaciones por sentado y a descuidarlas, pero tanto el amor como  la pasión requieren esfuerzo, tiempo y por qué no, planificación. ” Tener sexo dos o tres veces por semana ayuda a las parejas a vincularse muy bien”, explica en TikTok Jake Maddock, controvertido experto en relaciones. “Las personas en relaciones a largo plazo dicen que “una vez a la semana está bien” e incluso que “una vez al mes está bien”, y lo que pasa es que van descuidando la relación hasta que se separan. Así que dos o tres veces por semana realmente mantiene a la gente en el buen camino”, añade.

Preguntamos a Ana Lombardía, experta en salud y bienestar sexual de We-Vibe, qué opina de las parejas que agendan el sexo. “Puede ser una buena idea, pero es importante hacerlo en las condiciones adecuadas para no generar más presión y que se convierta en una obligación. Suele funcionar muy bien no agendar el sexo en sí, sino el agendar un espacio para la pareja, una cita, en la que podamos tener intimidad, estar a gusto y relajados, sin distracciones… Y así, consigamos conectar. Creando este espacio favorecemos que se den las condiciones en las que es más probable que se desencadene un encuentro sexual”, responde.

Suele funcionar muy bien, no agendar el sexo en sí, sino el agendar un espacio para la pareja, una cita, en la que podamos tener intimidad, estar a gusto y relajados, sin distracciones…

Por su parte Alba Povedano, sexóloga y encargada de amantis, recomienda agendar “el momento íntimo”. “Eso puede implicar que por ejemplo digamos que el domingo es el día, pero eso puede decir que un domingo esté con ganas de intimidad, abrazos, caricias, ternura y besos únicamente, y otro domingo ese momento se convierta en sexo apasionado, fogoso y una actividad sexual mucho más activa. Pero agendar el sexo ‘por cumplir’ sí me parece un error”, explica.

“Tendemos a pensar que agendar acaba con la pasión, pero cuando estamos conociendo a alguien en las primeras citas, estamos también agendando. Llegamos a pensar hasta qué ropa interior nos vamos a poner para sorprender a la otra persona, y nos preparamos mentalmente y físicamente en muchas ocasiones para ese momento. Estando en pareja y agendando ese momento para ambos/as, tenemos tiempo de pensar también cómo sorprender, flirtear un poco los días previos, “preparar el terreno”, y salir de esa monotonía. Hay que echarle ganas, esfuerzo y trabajo”, dice.Sex Education Season 1

Casos reales de sexo programado con éxito

Pese a todo, sigue resultando llamativo poner en marcha una estrategia de una suerte de ‘sexo de mantenimiento’, aunque comprobamos que para muchas parejas, programar relaciones sexuales es clave para mantener una relación sana. Es el caso de Ana F. (42 años), contable, que lleva 15 años con su pareja. “Los domingos, pase lo que pase, practicamos sexo o al menos, por decirlo de alguna forma, ‘intimamos’. Como viajo mucho por trabajo y llevamos juntos tantísimo tiempo, si no lo programamos, aunque suene poco sexy, sencillamente caemos en el riesgo de que no ocurra. Es como cuando le comentas a un amigo que un día tenéis que quedar para comer: si no ponéis fecha, podrán pasar meses hasta que finalmente quedéis”, explica a ‘Mujer.es’.

¿Es el sexo una tarea más?

Otra cuestión es cómo conseguir, cuando calendarizamos las sesiones de sexo, que la vida sexual no sea vista como unas tarea más, incluso como una obligación. Lombardía señala que la clave está en agendar una cita, no el sexo, para que así las parejas se permitan relajarse y disfrutar de lo que surja, sabiendo que ocurra lo que ocurra, estará bien y habrán disfrutado el uno del otro. “Estar un rato juntos, abrazarse, charlar, hacer un plan chulo, darse un masaje… eso ya es una forma de sexualidad en pareja. Si todo eso se da, será más probable que surja un encuentro de sexualidad genital propiamente. Si no, habremos tenido otro tipo de sexualidad, igualmente válida y completa”, dice.

Opiniones opuestas al sexo ‘agendado’

Povedano quiere dejar claro que el sexo por obligación no debería existir, pues considera que cuando nos sentimos obligadas a tener sexo, no estamos teniéndolo desde el deseo, lo que puede hacer que terminemos aborreciendo y rechazando ese momento íntimo con la pareja. “Deberíamos preguntarnos qué nos lleva a tener esa relación sexual con el otro. ¿Es por cumplir con unos cánones? ¿Es por satisfacer a mi pareja? ¿Es por miedo a que me puedan dejar o enfadarse? Para conseguir que el sexo no sea visto como una tarea más, es importantísimo tener en cuenta al otro/a.

Dejarnos sorprender, preparar una cita inesperada el día que hayamos pactado para estar juntos/as, y en definitiva, hacer que el momento sexual en pareja sea divertido, de goce, calma y disfrute, y que no se transforme en un “acaba ya, que estoy cansada/o”. Si un día no me apetece tener relaciones sexuales, puedo proponer otro tipo de cita: salir a comer, montar un picnic, una tarde de juegos de mesa, o salir a jugar al billar…”, comenta.

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