Esteban Villegas Villarreal, gobierno fallido; poderes fácticos controlan municipios enteros en Durango

Juan Monrreal López

El pasado 15 de septiembre, día del grito de Independencia, algunos ayuntamientos suspendieron la celebración del Grito de Dolores, porque el Estado es incapaz de brindar seguridad

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Durango, Durango. – Grupos armados circulando en las cabeceras municipales, retenes de hombres uniformados militarmente con armas de alto poder supervisando las carreteras estatales,-incluida la transitada súper autopista, Durango a Mazatlán, sin que los cuerpos institucionales federales, estatales o municipales les hicieran frente-, amenazas a los alcaldes, ausencia de seguridad pública en todo el entidad, la concesión de casi todas las Direcciones de Seguridad Pública Municipales (DSPM) de los 39 municipios del estado a la delincuencia organizada; suspensión de la fiesta nacional del grito de Independencia en diversos ayuntamientos, ausencia de presidentes municipales en las tribunas montadas en las afueras de los edificios edilicios, como fue el caso de la presidente municipal de Gómez Palacio, Durango, Juana Leticia Herrera Ale, quien fue amenazada junto con su sobrino, Ernesto “El Güino” Herrera Reza, vía un post colgado en las llamadas redes sociales por un supuesto miembro del Cartel de Sinaloa, todo esto como telón de fondo de la actual realidad duranguense, sin que el gobernador fallido, el corruptazo priista, Esteban Villegas Villarreal, se pronunciara al respecto, pese a que la tensión en los 39 municipios del estado es asunto perenne y la estabilidad social penda de un hilo, desde que este ambiente se agudizó desde el pasado 8 de septiembre, día que se hicieron públicos los enfrentamientos de las dos principales facciones del Cartel de Sinaloa.

Envuelto en sus delirios de un Durango, inexistente, salvo en su saliva y las dos horas que dedicó en su segundo Informe de ruindad en el corazón, Esteban Villegas Villarreal, prefirió omitir la realidad de violencia agudizada a raíz del rompimiento de las facciones más poderosas del Cartel de Sinaloa, con profundo y extenso raigambre en los 39 municipios del estado.

Por eso, una vez estallada las confrontaciones entre estos grupos no fue extraño que hombres armados se desplegaran en los ayuntamientos serranos sin ser molestados por ninguna autoridad.

Las personas de los municipios como Tepehuanes, San Dimas, Topia, Canelas, Tamazula, Pueblo Nuevo, por mencionar algunos, vieron los caminos, carreteras y cabeceras municipales, transitar plenamente a los grupos armados que dominan la vida social, política, laboral de los ayuntamientos duranguenses.

Lo novedoso de las confrontaciones que están sucediendo en la entidad desde el 8 de septiembre, fue el despliegue de hombres fuertemente armados que instalaron retenes a plena luz del día sobre la autopista Durango-Mazatlán, sin que fuerza policiaca alguna les hiciera frente o que este hecho inusual, motivara el posicionamiento del porro priista, Esteban Villegas Villarreal, “un empleado de facto de estos grupos”, según aseguran fuentes del gobierno federal a este medio.

El control del territorio del Estado por parte de la delincuencia organizada, ya se conocía desde la época en que gobernaba el priista de ultraderecha, Jorge Herrera Caldera; no obstante, con la llegada a la gubernatura del panista, José Asipuro Torres, el control del territorio de la delincuencia creció desmesuradamente, incluso en los propios centros urbanos.

Con acuerdos pactados con este poder fáctico, -aseguran fuentes federales a Demócrata Norte de México-, Esteban Villegas Villarreal, se hizo de la gubernatura usando dinero ilegal para la campaña. Luego, bajo este gobierno, las actividades de la delincuencia organizada se extendieron a otras actividades como el cobro de piso, situación que hizo a los empresarios duranguenses quejarse frente a Esteban Villegas Villarreal y el secretario de Gobierno, Héctor Vela Valenzuela,-quien construyó una máquina de corrupción en la Secretaría de Educación Pública de Durango (SEED)-, sin ser atendidas las quejas de inseguridad y extorsión.

De esta manera, el descontento de los patrones, terminó convertido en gimoteos; de modo que tuvieron que hacer público en algunos medios de difusión que “el cobro de piso” ha llevado a la quiebra a muchas empresas, e, incluso, que decenas de hombres de negocios han dejado el estado por cuestiones de seguridad; “los que se han quedado en Durango”, tuvieron que contratar mayores cuerpos de guarda espaldas, círculo que ha descapitalizado centenas de negocios de todo Durango, según han dicho públicamente los patrones.

Así, a 15 días que iniciaron los enfrentamientos entre las facciones del Cartel de Sinaloa, viajar de Durango a Mazatlán, Sinaloa y viceversa, se ha convertido en un verdadero viacrucis; un ave María, utilizados como instrumentos de protección, pues, aun hoy, transitar por esa carretera no es seguro de llegar con bien a los destinos de las personas y mercancías.

Con este escenario, lejos de enfrentar la realidad, Villegas Villarreal, se ha dedicado a promocionar el mundo de ensueño onanista que se ha construido desde que “rindió” su segundo Informe de ruindad en el corazón, celebrado el pasado 4 de septiembre, mientras en las comunidades se viven verdaderos días de zozobra y terror, en tanto en las ciudades como Durango, Gómez Palacio, Lerdo, las calles lucen vacías desde temprana hora.

Pero, el porro priista, Esteban Villegas Villarreal, no ha dedicado ni un segundo para informar de la inseguridad al alza que hoy priva en el estado, por el contrario, el hijo político putativo del senador, morenista, Adán Augusto López Hernández, se explaya para describir con guion frente a las cámaras y entrevistadores a modo, el mundo de quimera que se vive en el estado, mientras los empresarios siguen declarando el incremento del cobro de piso, así como la diáspora empresarial que vive la entidad.

Han pasado dos años del gobierno de Villegas Villarreal, y para nadie es secreto que los municipios sometidos por el llamado crimen organizado se incrementaron bajo el gobierno de este cantante arrabalero en el fracaso.

Es en este contexto, que la alcaldesa de Canelas, Yazmín Arrieta Vizcarra, en papel membretado, lanzó un “Aviso Importante” a la población de esa demarcación.

El documento alertaba a los ciudadanos:

Se extiende el presente comunicado como medida de prevención ya que por motivos de seguridad a nuestra población (Sic)después de realizar una cuidadosa evaluación y análisis se ha determinado suspender los eventos de las fiestas patrias del 15 y 16 de septiembre, la seguridad de TODOS es nuestra PRIORIDAD (Resic).

Luego siguieron los alcaldes de Tamazula, Ricardo Ochoa Beltrán; de Topia, Mirna Yuneli Robles Vizcarra, y el resto de presidentes municipales ya citados.

En tanto, Esteban Villegas Villarreal, seguía en entrevistas con el locutor del canal 12 de Durango, Heber García Cuéllar, soltando sus devaneos onanistas frente a las cámaras de televisión, exponiendo los logros, -que sólo existen en su mente-, del gobierno que representa.

Al igual que Villegas Villarreal, el secretario de Seguridad Pública de Durango, Óscar Armando Galván Villarreal, – viviendo un mundo de ilusión-, se tomaba fotos en un restaurante de la capital del estado, sin inmutarse por la toma de caminos y carreteras perpetradas por los hombres armados de la delincuencia organizada.

Los días aciagos en los municipios serranos de Durango, creados por los actos de hombres armados, no han pasado; por el contrario, la guerra sorda se sigue propagando al resto del estado, aunque Esteban Villegas Villarreal y su secretario de Seguridad, Óscar Armando Galván Villarreal,– quien es proclive a bloquear a periodistas en las redes-, permanezcan omisos, guarden silencio, como lo han hecho ante las denuncias de inseguridad realizadas por Salvador Chávez Molina,(presidente de CANADEVI-Durango, denuncia cobros de derecho de piso, gobernador Esteban Villegas, ausente), junto con las producidas por Bernardo Ysita del Hoyo (Esteban Villegas Villarreal; gobierno fallido; el futuro de Durango, Bernardo Ysita del Hoyo).

Según fuentes del gobierno federal, Esteban Villegas Villarreal, está intentando acercarse a los nuevos poderes de la Federación, para tratar de evadir su responsabilidad en el crecimiento de la delincuencia organizada, además de proteger su estructura de saqueo que ataca las arcas públicas, sin embargo, la alarma mayor en la capital del país, son las omisiones que Esteban Villegas Villarreal, despliega públicamente para presentar un estado en paz, mientras los caminos de la sierra, las carreteras duranguenses, son patrulladas por los grupos de la delincuencia organizada a plena luz del día, sin que las fuerzas policiales de Durango, actúen, levantando sospechas fundadas que a tan solo 2 años de gobierno, es una figura institucional decorativa; un gobernador sin control territorial, un gobernante pelele; un declarante televisivo fantoche.

Todo esto, ha quedado patente en Durango, con la suspensión de las llamadas fiestas patrias, más la ausencia de algunos alcaldes de los templetes para dar el grito de Independencia, como fue el caso de la presidente de Gómez Palacio, Durango, Juana Leticia Herrera Ale, amenazada en las llamadas redes sociales junto con su sobrino, Ernesto “El Güino” Herrera Reza, por un supuesto personaje del Cartel de Sinaloa.

En este periodo se ha marcado un parteaguas entre las suposiciones y los hechos; la realidad evidenció que son los distintos grupos del crimen organizado los que dictan el quehacer en casi todos los municipios del estado, probando que las autoridades estatales, municipales son meras figuras decorativas junto con el gobernador, Esteban Villegas Villarreal, el de la ruindad en el corazón.

jmonrreall@yahoo.com

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(Demócrata Norte de México)