La Línea 12 del metro huele a desastre

La línea 12 del Metro, la tumba política de Marcelo Ebrard.
La línea 12 del Metro, la tumba política de Marcelo Ebrard.

 

Alejandro Cacho.

Por fin se dio a conocer qué provocó exactamente el cierre parcial de la Línea 12 del Metro. Así lo exigió durante meses Marcelo Ebrard, el principal responsable de la obra. Luego de informarse que hubo “errores” prácticamente de principio a fin, me pregunto si serán señalados públicamente todos –pero todos– los culpables de ese desastre, por decir lo menos.

La compañía Systra, quien realizó el análisis técnico de la línea, informó que presenta fallas de diseño, planeación, construcción, operación y mantenimiento de las vías y las ruedas. Se encontraron fallas en todo, TODO. El estudio para determinar qué pasó se llevó meses. Lo realizaron 160 especialistas que recopilaron y analizaron dos mil 900 documentos técnicos, además de llevar a cabo 200 pruebas dinámicas en las estaciones afectadas.

Eso sólo puede calificarse como un desastre, y me parece que es un calificativo benévolo. ¿Cómo puede explicarse un resultado así cuando se supone que fueron expertos quienes la planearon, diseñaron, construyeron y operaron? ¿Cómo pueden justificarse tantas fallas consecutivas y tan diversas en una obra que costó varias decenas de miles de millones de pesos? Bueno, aunque el tema del costo de la Línea 12 del Metro es aún un asunto muy nebuloso, un misterio.

En el ámbito social, todavía hay medio centenar de familias cuyas casas resultaron afectadas por las obras de la Línea Dorada que no han sido indemnizadas. Hay cerca de 400 mil personas que todos los días pierden de dos a cuatro horas más de su vida en transportarse por las fallas, sin contar que al Gobierno del Distrito Federal (o sea, a todos nosotros) le ha costado un millón de pesos diario el cierre de más de la mitad de las estaciones.

Nos informan que ya hay un par de decenas de personas señaladas como responsables del desastre pero, ¿serán todos? ¿Habrá quien se quede impune a pesar de haber tenido alguna responsabilidad, por menor que haya sido? Insisto, para Marcelo Ebrard, el principal responsable de la obra, es, cuando menos, un ridículo. ¿Cómo pretende Ebrard construir un proyecto de nación cuando no puede construir bien una línea del Metro?

En lugar de criticar la buena relación del gobierno federal con el gobierno del Distrito Federal, debería dar la cara por sus errores. ¿Critica que el presidente Enrique Peña Nieto esté colaborando e invirtiendo en obras con el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, cuando ridículamente desconocía a Felipe Calderón como presidente en público y se reunía con él en privado?

Por cierto…

Hay descontento ciudadano en contra de Víctor Hugo Romo, delegado en Miguel Hidalgo. Dicen que está condicionando la entrega de apoyos sociales a cambio de afiliarse a la tribu perredista “Nuevo Sol”, que él encabeza, y si no aceptan los elimina de las listas de los programas sociales del gobierno del Distrito Federal. ¿Será?

 

(elfinanciero.com.mx).