
Qué es el fenómeno Miguel Ángel y por qué es lo mejor para tu relación
Guillermina Carro
Hemos hablado y oído sobre muchas cosas relacionadas con el funcionamiento de las parejas, pero el fenómeno Miguel Ángel puede que sea una de las más sorprendentes de todas, no solo por su nombre que sí, es por el artista italiano del renacimiento, sino porque para variar se trata de algo increíblemente positivo.
Cada vez que aparecen nuevos términos para describir lo que ocurren en ciertas relaciones, nos encontramos con que describen cosas malas: no prestar atención, salir por interés, jugar con los sentimientos de otra persona…
Pero claro, si los expertos han decidido llamar a este fenómeno como el hombre que pintó la Capilla Sixtina, que esculpió el David y la Piedad, el único resultado posible era básicamente que se tratara de la piedra angular de cualquier pareja que quiera ser feliz para toda la vida.
Y es que según explica el psicólogo Mark Travers, el fenómeno Miguel Ángel se define como aquellas parejas que “se esculpen mutuamente, moldeando sus habilidades y rasgos y promoviendo en lugar de inhibir la consecución de sus objetivos”.
Es decir, este fenómeno se da cuando ambas partes se apoyan mutuamente en todos los aspectos y se ayudan a lograr sus objetivos, hacer sus sueños realidad, crecer y mejorar, y desean que la otra persona consiga todo lo que quiere y desea.
Todo ello hace que las dos personas se sientan más seguras de sí mismas, tengan más confianza, que su ansiedad y estrés se vean reducidas, por no hablar de que fomenta el crecimiento personal, el probar cosas nuevas, salir de la zona de confort… En definitiva, vivir y experimentar al máximo.
Por tanto, si quieres ser feliz y tener una relación sana, duradera y que te llene de alegría y bienestar, asegúrate de que este fenómeno sea una de las bases en las que se asiente la pareja. Solo así podrás tener la certeza de que iréis por el mismo camino a lo largo de vuestra vida juntos, de que creceréis y cambiaréis como es normal, pero que seguiréis ahí el uno para el otro.
(Revista GQ)