
Negligencia en CBTIS 130. Madre denuncia agresión a su hija con pistola de municiones
De la redacción de razacero
La madre de una alumna del CBTIS 130 denuncia actos de negligencia del personal de este plantel en agresión que sufrió su hija con pistola de municiones, por parte de un compañero. A continuación exponemos su carta abierta a la ciudadanía de Durango y a las autoridades educativas correspondientes:
El 26 de febrero de 2025, mi hija, alumna del 4to semestre del CBTIS 130, ingresó al plantel a clases normales, a las 7 a.m. Al ingresar al salón de clases a su primera materia observó muchos balines tirados en el piso del salón G4 (tiene fotos de eso y se las dio a la policía) y más tarde se dio cuenta que un compañero traía el arma de balines ya que se la pasaba apuntando a varios compañeros que pasaban por su lugar.
Antes de las 8:30 mi hija regresa a su silla, que se encontraba al lado del compañero que traía el arma de balines, venía de con el maestro asignado en ese momento ya que revisaba los trabajos a cada alumno y así ir saliendo de la clase. En el momento en que mi hija se sienta en su lugar para tomar sus pertenencias siente algo apoyado en su pierna izquierda y cuando voltea es cuando el alumno le dispara; ella, sin saber si fue adrede o se le escapó el tiro, se levanta y sale del salón en shock porque empezaba a dolerle la pierna. De esto nadie se dio cuenta ya que el arma en cuestión no hacía ningún ruido al dispararse.
Con la adrenalina al mil y sin saber cómo reaccionar se dirije al área de Orientación, donde se tramitan los justificantes, y comenta lo sucedido a las señoritas de ahí y le hablan a una psicóloga que se encuentra en esa misma área, para levantar un reporte. Mi hija le narra a la psicóloga lo sucedido, diciendo que le dispararon, señalando la zona lesionada y le comentan que su reporte será anónimo y que no se preocupe por su seguridad, que mandarán a prefectos a revisar.
Cabe señalar que mi hija ahí ha acudido ya que ahí la han mandado cuando le han llegado a dar ataques de ansiedad (ellos también tienen el documento donde mi hija está siendo valorada por un psicólogo por otros temas) y además cabe recalcar que el plantel no cuenta con psicólogo certificado o algún encargado en enfermería, pero si tendrán fondos federales para una nueva aula.
Luego de poner su queja, el personal del área de Orientación manda a mi hija a sus clases y ella aún asustada procede a entrar a sus demás clases sin ser revisada o atendida por nadie, desde las 8:30 que reportó los hechos.
A las 10:30 aproximadamente, antes del receso ya que ese día los dejaron salir antes, mi hija se percata que su atacante está jugando cartas con un grupo de jóvenes en la cafeteria, lo cual está prohibido en el plantel, y pasa un prefecto apodado “El Güero” a quitarles las cartas y el dinero con el que jugaban y ahí el prefecto se da cuenta de la pistola (que desde un día antes ya había llevado al plantel y había “jugado” con otros compañeros “a ver si aguantaban los disparos”), se la quita y ahí queda el asunto, sin ser llevado nadie a la dirección.
Entre 12 y 13 p.m., el 911 recibe una llamada anónima de un alumno denunciando que había un compañero enseñando el arma, acudiendo inmediatamente al plantel elementos de la policía manifestando que iban por el nombre del alumno que tenía el arma.

Llega la policía al plantel pasadas la 13 p.m., y empiezan a investigar, ahí casualmente todos los que se dieron cuenta de la situación de mi hija empiezan a comentar que una niña estaba lesionada sin que los directivos pudieran ya ocultar nada de lo que estaba sucediendo.
A las 13:25 p.m. me entero por redes sociales que hay policías en el CBTIS, pero no se sabía la razón. A las 13:30 p.m., le marco por teléfono a mi hija preguntándole cómo estaba porque horas antes me había comentado que le dolía la cabeza, me dice que bien y que se venía directamente a casa ya que ese día no iría al gimnasio que acude siempre al salir de clases. Me dice que en unos 10 minutos sale, que solo entregaba un trabajo y ya. Ahí procedo a preguntarle por qué hay policías en el CBTIS y qué había pasado y que quizás no la dejarían salir. Me contesta que no se había percatado de eso y que vería si podía averiguar algo.
Ella se dirige hacia la salida del plantel y se sienta en una banca, frente a la dirección, para investigar qué sucede y al ver que ya están permitiendo la salida a los alumnos observa que su atacante se dirige también a la puerta y que el prefecto “El Güero” como que lo agarra abrazándolo y algo le dice en el oido mientras lo lleva de regreso adentro.
A las 13:44 p.m., me hablan del CBTIS (una señorita de Orientación) preguntándome si ya sabía sobre lo ocurrido en el plantel, le respondo que acababa de ver algo en redes sociales, pero que no sabía qué había sucedido.
Me dice la señorita: “Bueno es que hay una confusión con su hija, ¿puede venir a la dirección? Respondo que sí, que tardo 25 minutos en llegar aproximadamente.
Decido no llamarle a mi hija pensando que si tal vez ella estaba involucrada no podría responderme el celular, llego aproximadamente a las 14:15 al CBTIS, me dirijo a la recepción de la dirección y me preguntan quién soy, le digo mi nombre y le digo que me llamaron para que fuera a la dirección; en eso un policía a cargo me escucha y me dice: “Señora, ¿usted es la mamá de la niña herida? Y le digo, ¿cómo que herida? ¿Dónde está? ¡¡Acabo de hablar con ella hace poco!! Y el policía me dice: “Ella está bien, no se asuste, espere”.
El policía abre todas las salas de dirección buscando a mi hija, pero no vemos a mi hija por ningún lado. Yo pensé: “Se habrán equivocado seguramente” y procedo a llamarle a mi hija y le pregunto: “¿Dónde estás?”, y me responde: “Voy en el camión, ya casi llego a la casa má, ¿por qué?
Le digo: ¿Cómo que vas para la casa? Me llamaron del CBTIS diciéndome que había una “confusión” contigo, además llego aquí y me dicen que estás herida. ¡Aquí estoy en el CBTIS!!
Ella me responde: “Ay má, no te quise decir porque al principio me asusté. Le respondo: “Hija, es que ya me están pidiendo fotos de la lesión, ¿puedes tomarte fotos llegando a la casa? ¡Por favor! Y me dice: “Ok má, hay te las envío llegando a la casa”.
Llega la psicóloga que recibió el reporte de mi hija, me explica a medias y le reclamé que por qué hasta esa hora me notificaban, que si fue temprano el ataque porque hasta esa hora me avisan. Me pasan con el director, habla conmigo y me comenta que ya dos alumnos están dados de baja en ese momento, que el no tolerará eso en el plantel y que ya están también los padres de los alumnos ahí.

Llega de nuevo el policía conmigo y me pregunta: “Señora ¿va a levantar cargos?”. Le digo: No sé, mi hija no está presente, no se cómo sucedieron los hechos, si los conoce o no, ¿por qué dos?, Déjeme le llamo para que venga.
Le llamo a mi hija y le digo que se regrese en Uber que yo se lo pido por mi celular.
Llega mi hija al CBTIS, hablo con ella, me da su versión, le tomo las fotos de la lesión que me pedía el policía, preguntamos por qué dos alumnos y nos comentan que uno es quien atacó y el otro el dueño del arma. Seguimos con lo que nos pide la policía y el plantel, pero hasta ese momento aún nadie revisaba física ni emocionalmente a mi hija.
Rogando porque ya todo terminara y pudiéramos irnos a casa, ya que tenía a mis otros dos hijos menores encargados, a las 16:55 llega el Grupo Esmeralda al CBTIS y nos llevan a la Fiscalía General. Con ayuda de los policias, ya que por el impacto de la situación no podía manejar mi vehículo, llegamos a la Fiscalía y realizamos la denuncia correspondiente.
Fue hasta las 18:30 p.m. que el médico legista revisó a mi hija.
Al revisar las declaraciones del plantel e ir atando cabos con cada pedazo de información que la policía, compañeros y demás gente me han dado siento mucha indignación y una tremenda preocupación por lo siquiente:
1.- Si el alumno que habló al 911 no lo hubiera hecho, ¿nadie me hubiera informado de la situación que mi hija vivió dentro del plantel?
2.- ¿Dónde está la vocación a su profesión del personal del CBTIS 130? ¿Por qué la psicóloga no pudo brindarle auxilio a mi hija tanto emocional como fisicamente, o bien llamarme y decirme pasó esto, llévela a revisar por su cuenta?
3.- Dos semanas antes yo me quejé con autoridades del plantel y les hice saber que la psicóloga estaba dioquis porque mi hija tuvo un ataque de ansiedad y ella solo le dijo que si seguía sientiéndose mal se fuera a su casa, pero nadie me llamó para decirme: “Señora, venga, o señora, se la llevó a casa”. Tuve que ir yo a firmar el permiso de salida y decirles en su cara que no sirve de nada ocupar un puesto solo porque sí.
4.- Desde un día antes de la agresión a mi hija estos alumnos portaban el arma y ninguno de sus compañeros dijo nada, siendo algo gracioso para la mayoría.
5.- Ahora mi hija es víctima de comentarios ya que quien la atacó está hablando con compañeros en grupos de WhatsApp diciendo que mi hija fue quien le echó a la policía cuando esto no es cierto y a mi hija ni la tomaron en cuenta las autoridades de esta escuela.
6.- Mi hija se siente más insegura al regresar a sus clases por ver que nunca nadie la apoyo, que si hubiera sido una lesión de mayor consideración tampoco se hubieran dado cuenta y su vida hubiera corrido más riesgo. ¿Quién se hará cargo de su seguridad? ¿Quién actuará enérgicamente para garantizar la seguridad de nuestros hijos en este plantel?, pues por lo que se ve ni ahogado el niño han tapado el pozo.
¿Qué esperamos los padres de familia si ni públicamente se dio a conocer el caso, mucho menos el riesgo que mi hija pasó dentro de esta institución? ¿Bajo el cuidado de quién están nuestros hijos verdaderamente?