
Una fiscal peligrosa | Recursos del Hospital del Niño a la campaña electoral del narcocandidato panista José Antonio Ochoa | El sexenio de tres años del narcogobernador Villegas
- Una fiscal peligrosa.
- Recursos del Hospital del Niño a la campaña electoral del narcocandidato panista José Antonio Ochoa.
- El sexenio de tres años del narcogobernador Villegas.
Este fin de semana, la señora Julieta Sifuentes, en entrevista exclusiva con razacero, destapó las enormes cloacas de corrupción que existen en el Poder Judicial de Durango, “dirigido” por el Lic. Ángel Gerardo Bonilla Saucedo, y en la Fiscalía General, cuya titular es Sonia Yadira de la Garza, ampliamente conocida por los señalamientos constantes que le hacen periodistas especializados y medios nacionales por sus vínculos con el crimen organizado.
En el juicio de demanda por pensión alimenticia, con número de expediente 863/14 que Julieta Sifuentes interpuso contra su ex esposo en el Juzgado Primero Familiar del Tribunal Superior de Justicia del estado de Durango, esta descubrió con sorpresa y enojo que su firma había sido falsificada infinidad de veces para favorecer al desobligado padre de sus hijas, razón por la que en mayo de 2023 solicitó y pagó copias certificadas para interponer una denuncia en la Fiscalía Anticorrupción contra el personal del Juzgado Primero Familiar, cuyo juez titular es Julio César Piña de la Garza, hijo de la Fiscal corrupta Sonia Yadira de la Garza.

Lo anterior, denunció Julieta Sifuentes, no fue del agrado de la Fiscal Sonia Yadira de la Garza, por lo que le fabricó el delito de “robo agravado”, acusándola falsamente de “haber robado” el expediente 863/14.
El 27 de marzo de este año 2025, relata Julieta Sifuentes, un par de agentes “con tenis” sin denuncia de por medio ni orden de aprehensión la privaron de su libertad con lujo de violencia y la llevaron a la Fiscalía General, en donde fue objeto de maltrato y violación de sus derechos humanos.
“Los agentes me golpearon en todo el cuerpo, me esposaron de manos y pies, me colocaron una cadena con un candado en el cuello y me dijeron que era yo una pendeja, que no sabía con quién me había metido, que me habían detenido por órdenes de la Fiscal Sonia Yadira de la Garza, por haber denunciado a su hijo”, revela Julieta Sifuentes.
Posteriormente, ese mismo 27 de marzo la encarcelaron en el CERESO Núm. 1, ubicado en la ciudad de Durango, en donde fue objeto de más vejaciones e inclusive pudo escuchar que torturaban a una persona que tenían detenida en este centro penitenciario.

Ahí en el CERESO, cuenta Julieta Sifuentes, se llevó a cabo una audiencia en la que estuvo presente el juez Julio César Piña de la Garza y el personal del Juzgado Primero Famlliar, quienes se estuvieron burlando de ella por el estado en que se encontraba: golpeada y esposada.
Al terminar la audiencia le impusieron una multa de 20 mil pesos y una serie de restricciones, como no acercarse al Tribunal Superior de Justicia y no salir del estado de Durango; luego de esto, denuncia Julieta Sifuentes, “el juez Gabriel Arce Galindo, de la Unidad 6, me dijo que le diera un dinero para parar todo, que retirara las denuncias que he puesto contra el personal del Juzgado Primero Familiar en la Fiscalía Anticorrupción y en la Comisión Estatal de Derechos Humanos y que me declarara culpable del delito que me están fabricando, de robo agravado del expediente de la demanda de pensión para mis hijas. Pero yo no me robé ese expediente, en mayo de 2024 pagué copias certificadas del expediente y ese día salí del Tribunal Superior de Justicia con esas copias certificadas que pagué”, remarca Julieta Sifuentes, quien expresa que fue amenazada. “Me dijeron que si no hacía lo que ellos me pedían sería ‘levantada’ nuevamente”.

Finalmente, Julieta Sifuentes fue dejada en libertad con la condición de ir a firmar periódicamente al CERESO de Durango.
Como se sabe, el joven juez corrupto Julio César Piña de la Garza es candidato a magistrado en el “proceso electoral” que se lleva a cabo para obtener los cargos de jueces y magistrados con la nueva reforma judicial, aunque en esta entidad los 49 candidatos a jueces y magistrados ya tienen sus puestos asegurados pues son candidatos únicos, es decir, no tienen adversarios en las boletas electorales.

El caso de la señora Julieta Sifuentes, sin duda alguna, sienta un precedente muy grave, pues la ciudadanía ni las autoridades competentes deben ignorar que por lo menos una magistratura del Tribunal Superior de Justicia del estado de Durango estará en manos de un juez denunciado en la Fiscalía Anticorrupción por haber sido sorprendido él y el personal de su juzgado falsificando firmas en un expediente de demanda de pensión alimenticia para favorecer a un deudor alimentario. Por lo demás, ya sabemos que Sonia Yadira de la Garza tiene un antiguo historial como torturadora y fabricante de delitos para encarcelar a inocentes desde que ocupó ese mismo cargo de Fiscal General en el sexenio del priista Jorge Herrera Caldera (2010-2016). Sonia Yadira de la Garza es una fiscal extremadamente peligrosa para la ciudadanía duranguense.
Y siguen las dudas sobre el financiamiento del Hospital del Niño, recientemente “inaugurado” de manera electorera por el narcocandidato panista José Antonio Ochoa, quien pretende reelegirse como alcalde de Durango.

De acuerdo a informes del mismo municipio, esta obra tuvo un costo de 80 millones de pesos, aunque algunos de los constructores de la obra civil revelan que les deben varios millones de pesos, que sistemáticamente se niegan a pagarles. “No nos pagan porque esos recursos los desviaron para la campaña electoral de José Antonio Ochoa y nos han amenazado de no pagarnos nada si denunciamos este hecho”, menciona uno de los constructores afectados.
Y así, con adeudos millonarios y llevando mobiliario y equipo médico tomado de otras clínicas y hospitales del sector salud del gobierno del estado de Durango es como el narcogobernador priista Esteban Villegas y su servidumbre, el narcocandidato panista José Antonio Ochoa presumen la “inauguración” del “flamante” Hospital del Niño.
Y sí llegó “Andy” a Durango, acompañando a la dirigente nacional del partido Morena, Luisa María Alcalde, para dar el banderazo de arranque de campaña de su candidato José Ramón Enríquez, quien el pasado jueves 10 de abril inició su camino hacia la alcaldía de la capital duranguense, un acto que, en los hechos, significa el anuncio del fin del por demás debilitado poderío político del narcogobernador priista Esteban Villegas.

Menos de tres años le habrá durado el gusto al sátrapa sanjuanero, sustractor del erario, Esteban Villegas, de ser el principal protagonista del escenario político duranguense, pues de ganar el oftalmológo la alcaldía de Durango todos los reflectores y fuerzas políticas se centrarían en él, pues en automático se perfilaría como el próximo virtual gobernador de esta entidad. Habrá un sexenio de tres años para el narcogobernador Villegas y un sexenio de nueve años para el morenista Enríquez. Así es la política.
Y hasta aquí nuestra Tarde de perros con fiscales que son criminales de lesa humanidad; narcocandidatos panistas opacos y narcogobernadores que solo sirvieron para robar el erario.