
La historia de Javier Marrufo y la vileza de José Antonio Ochoa
Fernando Miranda Servín
Javier Marrufo Hernández ingresó a trabajar al Ayuntamiento del municipio de Durango el 19 de junio de 1992 como Inspector Ecológico de Servicios Públicos municipales. Ahí, fue escalando posiciones hasta ocupar en el año 2017 el cargo de Supervisor de la Subdirección de Aseo Urbano de la Dirección Municipal de Servicios Públicos.
En marzo de 2024, Javier Marrufo tuvo el infortunio de padecer parálisis facial severa, mareos constantes y pérdida auditiva en ambos oídos, condición en la que estuvo laborando hasta el 1 de septiembre de 2024, fecha en la que, por sus padecimientos, pierde el equilibrio y sufre una caída en su casa que le provoca un trauma en ambas rodillas y fracturas en un dedo del pie derecho, razón por la que le otorgan primero una incapacidad por 7 días y luego otra por 28 días.
“Luego de una cita médica de revisión me dieron otra incapacidad por 14 días para mi total recuperación. Esto no fue del agrado de mis jefes, quienes me reclamaron que estaba cobrando un sueldo por no trabajar”, relata Javier Marrufo.

Luego de concluir sus días de incapacidad, Javier Marrufo se presenta a las instalaciones de la Dirección Municipal de Servicios Públicos, al área de Recursos Humanos, para notificar su integración a sus labores.
“Me enviaron a la Subdirección de Recursos Humanos, dependiente de la Dirección Municipal de Administración y Finanzas, donde me dijeron que había ‘una situación’ con mi persona que ‘tenían que revisar’ y que regresara al siguiente día”, comenta Javier Marrufo.
El 29 de noviembre de 2024, Javier Marrufo es citado por el encargado del área Jurídica, quien le comunica de manera verbal que “está en proceso de baja”. Al preguntar los motivos, el funcionario le responde que “no hay motivos”, que “solo son indicaciones de la Subdirección”. Y así, de esta manera, Javier Marrufo, con base laboral, fue despedido injustificadamente, con una antigüedad de 33 años. Javier Marrufo ya interpuso juicio laboral contra el Ayuntamiento del municipio de Durango.

Durante los meses de noviembre y diciembre de 2024, más de 500 trabajadores del municipio de Durango fueron despedidos injustificadamente por órdenes del alcalde panista con licencia, José Antonio Ochoa Rodriguez; esto, para meter en la nómina municipal a operadores políticos para su campaña electoral.
La mayoría de estos trabajadores, como Javier Marrufo, han interpuesto juicios laborales que indefectiblemente ganarán y los laudos serán pagados por nosotros, los contribuyentes.
Mientras tanto, el alcalde panista con licencia, José Antonio Ochoa, con recursos obtenidos de manera ilegal y aplastando literalmente a medio millar de trabajadores municipales, continúa en su campaña electoral para intentar reelegirse, realizando mitines a los que, a duras penas, asiste medio centenar de personas.