El narcogobernador Villegas y su millonario secretario de Finanzas | La fiesta del siglo se lleva entre las patas al narcocandidato panista José Antonio Ochoa
- El narcogobernador Villegas y su millonario secretario de Finanzas.
- La fiesta del siglo se lleva entre las patas al narcocandidato panista José Antonio Ochoa.
Al final de los últimos dos sexenios, los secretarios de Finanzas del gobierno de Durango han salido huyendo con considerables botines, no sólo de esta entidad sino del país.
Al concluir el sexenio del priista Jorge Herrera Caldera, en 2016, a María Cristina Díaz Herrera le fue facilitada la huida por el gobierno entrante del priista corrupto José Rosas Aispuro. Posteriormente, esta bribona promovió más de 50 amparos por las dos denuncias que le fincaron en su contra: la primera por un monto de 72 millones de pesos y la otra por 492 millones de pesos.
María Cristina Díaz Herrera nunca fue detenida y recientemente se le ha visto muy campante en la ciudad de Durango.
Lo mismo sucedió en el sexenio de Aispuro Torres (2016-2022), cuyo secretario de Finanzas, Jesús Arturo Díaz Medina, está prófugo, luego de que la administración entrante del narcogobernador priista Esteban Villegas le allanara la huida de Durango.
Hoy, este rufián goza de impunidad y el gobierno del narcogobernador Villegas hace como que lo busca sin quererlo encontrar. Jesús Arturo Díaz Medina se robó mil 447 millones de pesos.
Si los anteriores secretarios de Finanzas del gobierno de Durango robaron lo que quisieron y disfrutan de lo robado en plena libertad, ¿por qué el actual titular de Finanzas querría ser la excepción?
Conocido desde hace dos décadas como hábil maquillador de cuentas públicas de gobiernos estatales de Oaxaca, Franklin Corlay llega al gobierno de Durango a mediados de julio de 2024, para sustituir a Cristina Orrante.
Desde su arribo y acceso a las finanzas estatales de Durango, las carencias en el sector salud, la falta de pago a proveedores y la mezquina austeridad en el Poder Judicial, en el Congreso y en todas las secretarías se acentuaron sobremanera.
Pero este fin de semana la ciudadanía duranguense se sorprendió e indignó al ver que la austeridad que el secretario de Finanzas, Franklin Corlay, le impone a los demás no la practica para sí mismo y su familia.
La mañana del domingo 18 de mayo, en las redes sociales de Durango comenzaron a circular videos de la fastuosa fiesta de quince años que Franklin Corlay le organizó a su hijastra. El festejo se llevó a cabo la noche del 17 de.mayo en la lujosa Hacienda La Jacona, cuyos salones son exclusivos para la élite política-empresarial más adinerada de esta entidad. Pero en esta ocasión, dicha élite quedó empequeñecida por el derroche descomunal de recursos del que hizo gala el padrastro que maneja las finanzas del pueblo duranguense: menús de los mejores restaurantes de Durango; bebidas selectas; costosos souvenirs para los invitados; grupos, bandas musicales y orquestas, y espectáculo del Circo Dragón fueron algunas de las atracciones de las que disfrutaron por lo menos unos 500 invitados a esta que podría considerarse una de las fiestas más ostentosas de los últimos tiempos en Durango, que pudo haber pasado desapercibida si el anfitrión principal no hubiera sido un servidor público que ocupa el cargo de secretario de Finanzas de un gobierno que está superando en actos de corrupción a la administración del exmandatario panista José Aispuro Torres.
Si recordamos la historia contemporánea de Durango, por algo similar el Congreso local estuvo a punto de formar una comisión especial para investigar al exgobernador priista Ismael Hernández Deras, por el fiestón que organizó para celebrar su cumpleaños número 50 aquél 22 de febrero de 2014, en la Hacienda Dolores Hidalgo, en el que el entonces senador habría gastado por lo menos 10 millones de pesos.
En esta ocasión sería saludable que los diputados del Congreso, sobre todo los morenistas, que son oposición del actual gobierno prianista, exigieran al “fiscal anticorrupción”, Noel Díaz, que iniciara una investigación para determinar la procedencia de los recursos utilizados para solventar esta fiesta estruendosa de la que el secretario de Finanzas del gobierno prianista, Franklin Corlay, fue el principal anfitrión.
Por lo demás, el escándalo alrededor de esta fiesta millonaria apenas está agarrando vuelo en las redes sociales duranguenses y, quiera o no el prianismo de esta entidad, este faraónico evento se lleva entre las patas la campaña electoral de por sí fallida del narcocandidato panista José Antonio Ochoa, pues es imperdonable que un funcionario de un gobierno prianista haga este tipo de ostentaciones frente a una ciudadanía que ha visto incrementados sus índices de pobreza y pobreza extrema, y que padece un desempleo brutal, pues nomas no llegan las “inversiones” ficticias cacareadas por el narcogobernador Villegas, quien parece decirnos de manera burlona: “Hágase la austeridad en los bueyes de mi compadre”.