2015: Adiós a la partidocracia
La masacre de Iguala y la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa son las gotas que están derramando el vaso y llevando a su fin a la partidocracia delincuencial mexicana.
Este crimen de Estado, perpetrado por fuerzas policíacas de los tres niveles de gobiernos (municipal, estatal y federal) ya apunta como su principal ejecutor al Ejército mexicano, quien en última instancia habría privado de la libertad a los jóvenes estudiantes y los habría cremado o los tendría presos en sus instalaciones.
Y la confirmación de este hecho señalaría la responsabilidad directa del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, por su calidad de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de nuestro país.
En este contexto, con el PRD involucrado por la participación en estos hechos de dos de sus destacados militantes (el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y el ex gobernador, Ángel Aguirre Rivero), toda la partidocracia se ha coludido para proteger a los autores intelectuales de este crimen de lesa humanidad.
Pero como apuntó Javier Sicilia, el líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, durante el encuentro “La Iglesia frente a la corrupción, la injusticia y la violencia en México”, realizado a principios de enero en el D.F.: “no se trata sólo de 42 o 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos… no estamos hablando de 30 mil desaparecidos, 500 mil desplazados y 160 mil muertos en el país; mientras nosotros estamos aquí, alguien en una parte de la nación es secuestrado o asesinado”.
Y ante este panorama, la partidocracia mexicana, lejos de presentar propuestas para terminar con esta problemática, se ha convertido en parte de ella ya que son los gobernantes surgidos de sus instituciones los que ordenan un gran número de estos asesinatos y son incapaces de detener la barbarie que va en aumento en todo el territorio nacional.
Lo anterior, solo se refiere a la materia de seguridad pública, pero la misma ineficacia ha demostrado esta partidocracia en otros rubros igualmente importantes como lo son el cuidar los bolsillos de los ciudadanos y sus fuentes de empleo. Al respecto, ha sido la partidocracia la encargada de aumentar el costo de las gasolinas y los impuestos a la ciudadanía de manera infame, y de imponer una reforma laboral que ha dejado en total estado de indefensión a los trabajadores mexicanos, lo que ha provocado el aumento de la pobreza. También, ha sido la partidocracia la encargada de poner en manos extranjeras nuestras riquezas patrimoniales.
Es la partidocracia la que lucra, la que realiza negocios sucios, la que exige comisiones y mansiones a empresarios a cambio de contratos millonarios de obras públicas, la que exhibe en sus muñecas relojes que cuestan lo que un obrero ganaría en 15 o 20 años. La que adquiere palacetes, autos lujosos y ranchos con dinero que jamás podría justificar como bien habido. Luego entonces ¿por qué los ciudadanos tenemos que refrendar la legalidad de estos gremios delictivos llamados partidos políticos a través de procesos electorales que no nos ofrecen más garantía que la del fraude, la del engaño y la de la impunidad?
Ante tanta vileza practicada por los integrantes de la partidocracia criminal mexicana, los principales activistas de la iglesia católica también están levantando la voz y protestando de lado del pueblo, como por supuesto no lo hace su alta jerarquía. Así, el padre Alejandro Solalinde expresó en dicho encuentro: “Nosotros no nos negamos a dialogar, pero ¿con quién vas a hablar?, ¿con una persona corrupta?, ¿con una persona moral corrupta?, ¿con personas que están coludidas? Ya no sólo no te defienden, sino que son tu principal enemigo. Entonces, hay que refundar México”.
Y Javier Sicilia redondeó:
“Hay que ir al boicot electoral, hay que darle la espalda a las elecciones, hay que decirles no a los políticos, hay que exhibirlos en su corrupción y en sus redes de complicidad, dejándolos lo más solos que puedan estar. No estoy cuestionando el método electoral, estamos cuestionando a los jugadores; la mesa del juego está llena de criminales y de tramposos, y sentarse a jugar con ellos, aunque sea con un voto en blanco, es legitimarlos”, dijo el poeta y activista social.
Hoy, luego de tanto crimen de Estado, abusos, excesos, enriquecimientos ilícitos, acciones y omisiones deleznables cometidos por la partidocracia mafiosa, el repudio general de la sociedad mexicana es más que evidente, y con toda certeza se dejará sentir en el proceso electoral programado para este año 2015.
Esperemos que el llamado de estos ciudadanos patriotas como Javier Sicilia, los padres Alejandro Solalinde y Miguel Concha, la hermana María Zamarripa y los obispos de Saltillo, Raúl Vera, y de Cuernavaca, Raúl Castro llegue a todos los rincones de la nación para que juntos renovemos nuestra Constitución, comencemos a reestructurar nuestro país y recuperemos los bienes que nos han despojado, sobre todo la paz, la justicia, la democracia y la dignidad.