El Che Guevara

De la redacción de razacero.

“Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleve: a su casa, a sus lugares de diversión, hacerla total. Hay que impedirle tener un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de los cuarteles, y aun dentro de los mismos; atacarlo donde quiera que se encuentre, hacerlo sentir una fiera acosada por cada lugar que transite”: Ernesto Che Guevara.

Ernesto Guevara de la Serna, más conocido como El Che Guevara o simplemente El Che, nació el 14 de junio de 1928 en Rosario, provincia de Santa Fe, en Argentina.

PÁG. 12 (1).Hijo de Ernesto Guevara y Celia de la Serna, fue el mayor de cinco hermanos. Su padre fue un firme partidario de los republicanos en la Guerra Civil española, y alojó a algunos en su hogar. Tenía ascendencia irlandesa y vasca. Sus progenitores pertenecían a familias de la clase alta y de la aristocracia argentina. Su tatarabuelo paterno, Patricio Julián Lynch y Roo, fue considerado el hombre más rico de Sudamérica.

A los 2 años de edad se le detecta asma y, sin embargo, fue jugador de rugby (apodado Fuser, apócope de furibundo); emprendió estudios de medicina en Buenos Aires.

Sus experiencias y sus ideas marxistas lo llevaron a formar parte en Cuba del grupo revolucionario “Movimiento 26 de Julio”, dirigido por Fidel Castro, cuyo objetivo era derrocar al dictador Fulgencio Batista, hecho que fue alcanzado en 1959, marcando el principio de la Revolución Cubana.

Guevara y Castro iniciaron un acercamiento político y económico con la ahora extinta URSS, pero la industrialización del país fue un fracaso y las tensiones con Estados Unidos fueron creciendo en el contexto de la “guerra fría”.

En 1965, el Che Guevara dejó Cuba para extender la Revolución Cubana, primero a África (Congo), y luego a Bolivia, donde fue capturado el 8 de octubre de 1967 y ejecutado al día siguiente por el ejército de ese país, bajo la tutela de la CIA, en una pequeña escuela de la localidad de La Higuera.

Después de su muerte, el Che Guevara se convirtió en ícono de los movimientos revolucionarios en el mundo entero, al mismo tiempo que surgió la polémica en torno a la implicación en su ejecución sumaria de oponentes políticos en la isla de Cuba.

En el Complejo Escultórico Ernesto Guevara, de la ciudad central de Santa Clara, donde reposan desde octubre de 1997 los restos del Che y algunos de sus compañeros de lucha en Bolivia, se le rinde homenaje año tras año, y la Organización de Niños Pioneros José Martí ha entregado la pañoleta azul de la organización a más de 100 mil niños en ceremonias en distintos lugares de la isla.

Al triunfo de la Revolución, en 1959, ocupó diversas responsabilidades, entre ellas fue ministro de Industrias y presidente del Banco Nacional.

“Diarios de motocicleta” es una película biográfica basada en los diarios de viajes del Che Guevara y Alberto Granado, dirigida por Walter Salles y protagonizada por Gael García Bernal y Rodrigo de la Serna. Fue ganadora del Oscar a la Mejor Canción Original en 2005 por “Al otro lado del río”, de Jorge Drexler, y obtuvo 21 premios internacionales más. 
_Fidel_Castro,_presos_en_M=E9?= xico en 1956 cuando preparaban la Revolución Cubana.

El film relata el viaje que realizaron El Che y Granado a través de América del Sur, en 1952. Durante el desarrollo del mismo, Guevara se descubre a sí mismo transformado por sus observaciones de la vida de los empobrecidos campesinos indígenas. A través de los personajes que encuentran en el camino aprenden sobre las injusticias a las que los pobres se enfrentan, y viven situaciones de distinto tipo, desde las más alegres a las más dramáticas. La experiencia les presenta a Guevara y Granado una verdadera imagen de la identidad latinoamericana y cambia el curso de sus vidas para siempre.

“Seamos realistas y hagamos lo imposible”, “El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor”, “Si no hay café para todos, no habrá café para nadie” y “Todos los días la gente se arregla el cabello ¿por qué no el corazón?”, son sólo algunas de las frases que este célebre revolucionario cubano-argentino dejó para la posteridad y han sido bandera de muchas generaciones en todo el planeta. Hoy, más que nunca, ante las injusticias atroces que padecemos, nos hace falta volver a escuchar su grito inolvidable: “¡Hasta la victoria siempre!”.