Jesús Martínez “Palillo”
De la redacción de razacero.
Cómico genial y maestro de la sátira política. Su trabajo en las carpas tapatías permitió que empresarios de la ciudad de México lo buscaran, haciendo su debut en el teatro Colonial, en 1937, con tal éxito que la temporada se prolongó por 7 años; después de ésto se mudó al legendario recinto Follies Bergere, donde continuó triunfando por 11 años consecutivos; ahí tuvo sus días de mayor gloria, pero también de persecución y acoso, pues a pesar de que siempre andaba con un amparo en su bolsa sufrió infinidad de encarcelamientos, suspensión de funciones, clausuras de teatros e incluso golpizas, debido a su humor plagado de sátira y crítica al régimen priista, que gobernaba México.
Aunque en estos tiempos es mucho más “fácil” hacer críticas al gobierno actual, no siempre fue así; en esa época, si al político criticado no le gustaba la forma en que se le señalaba su mal funcionamiento mandaba a golpear o a encarcelar a quien osaba poner en duda su conducta.
Don Jesús Martínez tuvo en aquellos años un enemigo que lo persiguió en todas sus presentaciones, el entonces regente de la ciudad (ahora Jefe del Gobierno del Distrito Federal), Ernesto P. Uruchurtu, llamado “El regente de hierro”, quien lo envió seis veces a prisión y 10 veces le clausuró el teatro. A pesar de todo, fue un hombre sin miedo, con el valor bien puesto, que decía la verdad al pueblo que lo aclamaba en cada una de sus presentaciones.
Entre las obras que presentó en alusión a las figuras de la política destacaron: “Adiós guayabera mía”, “Agarren a López por pillo” (en alusión al ex presidente mexicano José López Portillo), “El informe de Palillo”, “El retrato de Dorian Buey”, “La Corrupción S.A”, “El Maleficio es el PRI” y “Cuna de robos”.
Considerado por muchos como “El Rey de las Carpas”, se convirtió en una especie de portavoz del pueblo al manifestar con lenguaje humorístico las inconformidades políticas y sociales de la ciudadanía. El dinero que “Palillo” obtenía como resultado de su trabajo en el Follies fue empleado en el proyecto de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, en la Ciudad de México, en donde no sólo se le da su nombre a un estadio a manera de homenaje, sino se reconoce a alguien que se atrevió (a su manera) a denunciar los desastres del gobierno del presidente de ese entonces: Manuel Ávila Camacho (1940-1946).
Jesús Martínez Palillo, precursor de las denuncias cómicas de aquellos tiempos, fue autor de frases famosas como: “Yo fui pesimista, el profeta del desastre me decían”, y de epítetos fuertes: “Malditos políticos abusivos, rateros, lacras, pulpos chupeteadores, pocalucha, debería darles vergüenza robarle a los infelices, que escasa madre tienen, nacieron en incubadora, descastados…”, que le hicieron ganarse el respeto de muchos y el odio de los políticos. Porque Palillo tiraba a diestra y siniestra, sin discriminar.
Del llamado “teatro de carpa” surgieron grandes cómicos mexicanos como Mario Moreno “Cantinflas”, Delia Magaña, Manuel Medel, Germán Valdés “Tin Tan”, Antonio Espino “Clavillazo” y Amelia Wilhelmy, entre otros.
Jesús Martínez Rentería, nace en el barrio del Santuario en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el 13 de abril de 1913, hijo de Jesús Martínez y Beatriz Rentería. Siendo niño fue acólito, más tarde trabajó como agente de tránsito, fotógrafo, primer soprano y director del coro de la catedral tapatía.
Su primer contacto con el teatro fue a los 19 años, empezó como corista en el teatro Principal, al mismo tiempo que trabajó como dependiente de una tienda de vinos, labor que dejó al lograr fama dentro de la comicidad, en la que se inició debido a que su delgadez causaba risa a los asistentes al teatro.
En la pantalla grande sólo participó en las cintas: “Lo que el viento trajo”, “Palillo Vargas Heredia” y “¡Ay, palillo no te rajes!”.
Se sabe que don Jesús Martínez fue aficionado desde “muy chamaco” a las Chivas Rayadas del Guadalajara “cuando ganaban cinco pesos y le tenían más amor a la camiseta”, decía.
En 1986 recibió la medalla “Eduardo Arozamena”, de parte de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), y en 1993 fue homenajeado en el Teatro Blanquita.
Jesús Martínez “Palillo” fallece en 1994, víctima de un coma hepático.
Tuvo cinco hijos, entre ellos la destacada actriz Ana Martin, estrella del cine nacional.
Este gran cómico mexicano estudió sólo hasta el tercer grado de primaria, pero eso no le impidió tener el conocimiento necesario para realizar sus tan polémicas críticas al gobierno en turno dentro de sus sketches, todas las noches durante muchos años.