Tribunal prodido

Juez José Luis Carrillo Rodríguez, protector de delincuentes

hablando derecho

Martín Alberto Hernández González.

¿Quién es el juez José Luis Carrillo Rodríguez?, es la pregunta que usted, apreciado lector, ya se habrá hecho. Este personaje fue Procurador de Justicia del estado y también trabajó en la Secretaría de Seguridad Pública en el sexenio anterior; a partir de 2010 ha fungido como Juez 1º de Control en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Durango.

Lic. Apolonio Betancourt Ruiz. Su Tribunal Superior de Justicia compuesto por jueces inescrupulosos que retuercen las leyes a su antojo.
Lic. Apolonio Betancourt Ruiz. Su Tribunal Superior de Justicia compuesto por jueces inescrupulosos que retuercen las leyes a su antojo.

En el sexenio pasado también trabajó en el gobierno estatal el Lic. Miguel Bermúdez Quiñones, actual delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en Durango.

En el año 2013 se inicia una investigación en contra del señor Juan Manuel Ceceñas Torrero, por el delito de falsedad ante autoridad, por presentar un escrito con declaraciones mentirosas en contra de un funcionario federal con la finalidad de incriminarlo en actos que no había cometido, esta declaración la hizo ante su amigo el Lic. Miguel Bermúdez Quiñones.

Cabe señalar que el señor Juan Manuel Ceceñas Torrero este año acudió a amenazar a los contratistas de la mina de Tayoltita diciéndoles que si no lo contrataban como asesor, les caería encima la STPS. Y curiosamente, sus amenazas se cumplieron ya que regresó a dicho lugar con inspectores de esta secretaría a realizar inspecciones a dichos contratistas, quedando Ceceñas Torrero anotado en varias actas incluso como testigo.

En base a este hecho se puede establecer un vínculo directo entre el señor José Manuel Ceceñas Torrero y el Lic. Miguel Bermúdez Quiñones, al grado de poder amenazar a empresas y cumplir sus amenazas. Hoy, varias de estas empresas han sido multadas y en algunos casos fue el mismo José Manuel Ceceñas Torrero quien recibió las notificaciones de procedimientos sancionadores sin ser parte de las empresas o tener vínculos con ellas, dejándolas en estado de indefensión. Este tipo de hechos han sucedido durante este año 2015.

Esto sirve de antesala para empezar a exponer el asunto que se ventiló en la Fiscalía General del Estado de Durango bajo la causa penal 209/2015, en la cual se le hizo del conocimiento al señor José Manuel Ceceñas Torrero que el ministerio público local había encontrado elementos suficientes para acreditar sus falsedades vertidas ante la delegación de la STPS en Durango, cuyo titular es su amigo, el Lic. Miguel Bermúdez Quiñones.

Esta causa penal fue consignada al Juez José Luis Carrillo Rodríguez, quien laboró junto con el Lic. Bermudez Quiñones en el gobierno del estado en el sexenio anterior, en algunos puestos de dirección.

Curiosamente, en la legislación local se establece que cuando uno miente ante una autoridad se configura el delito de FALSEDAD ANTE AUTORIDADES, como así quedó acreditado en la averiguación previa 209/2015, incluso con documentos públicos que comprobaban dicho delito, así como un par de investigaciones en el ámbito local y federal en donde José Manuel Ceceñas reconoció haber presentado el documento que finalmente sirvió de base para establecer su culpabilidad.

“Otros jueces venales se coluden con usureros para despojar a ciudadanos deudores hasta de sus casas”.

Pero al momento de resolver, el juez José Luis Carrillo Rodríguez, al más puro estilo de la película La ley de Herodes, dijo que en base a criterios de la Suprema Corte (sin decir nunca cuales, o de que época, ni ningún elemento que apoyara su dicho) el mentir por vía oficio o por escrito ante una autoridad no era delito, que sólo sería si se miente en una diligencia correspondiente.

Estableciendo elementos que no están en el código penal y jugándole al mago sin establecer de dónde sacó esa idea, este juez está obstruyendo la justicia y librando de culpabilidad al amigo de su amigo, el Lic. Miguel Bermúdez Quiñones, delegado de la STPS en Durango, quien también tiene una averiguación previa, pero en la PGR, en donde está acusado por cometer varios delitos federales. Y las preguntas obligadas son:

¿Acaso se pueden inventar jurisprudencias fantasmas para hacerle el paro al amigo del amigo, el Lic. Bermudez Quiñones? ¿La actitud sorprendente de este juez se debe a que conoce al abogado defensor?, abogado que en dicho juicio no aportó pruebas de descargo a favor de su defendido y solo se limitó a leer las mentiras vertidas por su cliente diciendo que este no había mentido.

El juez amigo del Lic. Bermudez Quiñones y del defensor, jugando al legislador o más bien al prestidigitador, estableció cosas que no dice la norma o ley, diciendo: “para mentir únicamente en diligencias”, admitiendo, según él, que “mentir por escrito no es mentir”.

Así las cosas, si todos pensaran como este juez todo mundo puede presentar escritos llenos de mentiras ante una autoridad en contra de funcionarios, como el mismo juez, diciendo por ejemplo que pide dinero, acosa, se droga, se corrompe, o cualquier cosa para que se pueda iniciar una averiguación previa y se le investigue, y no pase nada, pues al cabo que es por escrito y para el juez José Luís Carrillo Rodríguez mentir por escrito no es mentir, aunque dicho escrito esté firmado y reconocida la firma.

Esto nos deja ver cómo funciona la ley tratándose de amigos. Esta causa penal Núm. 209/2015 se encuentra en apelación por lo que ya veremos lo que dicen los magistrados, ya veremos si también quieren jugar al legislador presentando argumentos que no están en la ley o también quieren hacer el papel de mago, sacando cosas sin decir de quién o de dónde las sacan, igual que el juez José Luis Carrillo Rodríguez, quien como Beto el Boticario se sacó de la manga esa jalada de que “sí se puede mentir por escrito, pero en las diligencias no”, nomás para hacerle el paro al amigo de su gran amigo, el Lic. Miguel Bermúdez Quiñones, titular de la delegación de la STPS en Durango.

faderzeus@hotmail.com