PECATA MINUTA: NAUFRAGA TAMBIÉN EN GUERRERO LA “CRUZADA” DE “CHAYO”

Rosario Robles, funcionaria despótica, amenazante y nada confiable.

Rogelio Gómez Mejía.

 

“La mayor parte de los fracasos nos vienen por querer adelantar la hora de los éxitos”.

  Amado Nervo (1820-1919). Poeta mexicano.

 

Ahogada en un mar de críticas que evidenciaron el fracaso del mediático, demagógico y electorero programa “fusilado” del anquilosado proyecto “Cero Hambruna en Brasil” de hace 10 años, está la titular de SEDESOL, Rosario Robles Berlanga, quien apostó todo el capital político que le endosó el presidente designado Enrique Peña Nieto, confiado en la habilidad izquierdosa y seductora de la ex perredista, que lamentablemente para ella y para el pueblo, le quedó grande el propósito de llevar el jirón de justicia social que tanto pregona y que le fue reprochado enérgica y públicamente por indígenas y comuneros de las regiones más azotadas por la tormenta “Manuel”, que dejó 147 muertos, más de 100 mil evacuados y la necesidad de disponer de 29 mil albergues para los miles de damnificados de cuando menos 700 comunidades de 19 municipios de la Montaña y del resto del estado, ayunos de los publicitados apoyos de la cacareacada “Cruzada contra el Hambre”, a lo que no tuvo otro recurso cuando fue cuestionada por la falta de cumplimiento de sus promesas que decirle indignada al director del Centro de Derechos Humanos “Tlalchinollan”, antropólogo Abel Barrera: “¿para eso me invitaste, para que me ajusticiaran? te advierto que yo no soy una Ong”, y dejó la reunión en Tlapa en manos del subsecretario Javier Guerrero, según reportó puntualmente “La Jornada”.

Por si fueran pocas las descalificaciones que ha enfrentado desde su impredecible y sorpresivo nombramiento como secretaría de SEDESOL, a Rosario Robles la señala el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) de negarse a publicitar los gastos de la criticada “Cruzada contra el Hambre” a pesar, señaló la Comisaria María Elena Pérez Jean, que la citada Rosario, ante 70 solicitudes para que el público pueda acceder a la información al respecto, no entrega las informaciones que el pleno del Consejo le demanda sobre el manejo mediático para promover ese programa en los estados, a lo que ha respondido que, “no es un programa, sino una estrategia de inclusión y bienestar social que no cuenta con recursos propios”, además de mostrarse muy molesta por requerirle el manejo de los gastos ocasionados por la visita de Luis Inacio Lula da Silva, lo cual extraña señaladamente, dado que su coordinador de asesores, Enrique González Tiburcio, fue director de relaciones públicas del IFAI y conoce sus obligaciones, por lo que no es justificable que Rosario argumente que no sabe cuál es el gasto real sobre el sistema nacional de dicha “cruzada”, pues las erogaciones que realizan las dependencias del Ejecutivo federal a cargo de programas como ese son aprobadas en el presupuesto, por lo que debe tener archivos con la información precisa de todas las dependencias participantes que deben expedirlas según lo dispone el decreto que lo creó, y no debería omitir todos esos datos que controla a través de la subsecretaría, delegaciones y direcciones regionales.

“No es posible, precisó por su parte el antropólogo Abel Barrera, que la SEDESOL, no registre la ironía de los comisarios ejidales que llegaron a la reunión de Tlapa a pie desde sus comunidades, cuando una joven de Tlacotepec el dijo en náhuatl que el río desbordado se llevó varias casas, el cementerio y a unos niños, y Rosario Robles sólo atino a decir: “no entiendo”, a lo que le respondió la afectada en español: “así estamos nosotros, no entendemos cuando nos hablan de tantas promesas que no vemos cumplir”. “No sé, dijo Abel Barrera, qué pensaba Rosario Robles, que pudo más su ira que su sensibilidad, pues los representantes de los pueblos reconocieron su jerarquía, pero también fueron firmes cuando reprocharon la inacción del ejército, el trato despótico de las autoridades, la desatención, el aislamiento , el trato cruel y la discriminación de los responsables de los gobiernos ante las demandas para la reconstrucción de sus poblados, pues son excluidos de la toma de decisiones, y los acuerdos tomados los hacen los presidentes municipales con el ejército y las autoridades del estado a puerta cerrada, y nunca informan a las comunidades para que puedan verificar la realización de esos acuerdos”.

Por esta razón rechazaron la participación de los alcaldes para representarlos, pues generalmente actúan como caciques con pistola al cinto y toman acuerdos en la capital o en Tlapa, como en esta ocasión, pero cuando llegan a sus comunidades sólo es por las fiestas o para inaugurar obras, pero realmente no hacen nada por ellos, igual que el gobernador Ángel Aguirre, también ausente, aún cuando acudió su esposa, pero sólo llegó a Copanatoyac porque argumentó que había una reunión en Acapulco con la esposa del presidente Enrique Peña Nieto y suspendió la gira de evaluación que tenía contemplada. Por cuestiones como esta seguramente habrá un costo político, pero no hay medios para luchar en contra de los cacicazgos del PRI y de otros partidos políticos, para desgracia del pueblo, hasta en tanto no alcancemos una verdadera democracia.

BALA PERDIDA

Aunque no hay mal que por bien no venga, como el acierto que tuvo la periodista Carmen Aristegui de exhibir con toda su crudeza la oportunista intervención en el desastre de Guerrero de la aprovechada seudo conductora peruana Laura Bozzo, a pesar de la advertencia del presidente Peña Nieto de que nadie capitalizara con la tragedia. Laura Bozzo hizo de las suyas amparada por Televisa y apoyada por el gobierno del mexiquense Eruviel  Ávila, quien le “prestó” un helicóptero del estado para realizar un “reality show” con la desgracia de los damnificados, y todavía tuvo el cinismo de responderle retadora a Carmen Aristegui diciéndole que es defensora de la desgracia de los pobres con sus teledramas montados que sólo buscan el “raiting”.