¿Por qué un día más cada 4 años?

Cada cuatro años se añade un día más al mes de febrero para ajustar y equilibrar el año cronológico con el año trópico.

Los años bisiestos ayudan a que el calendario anual se mantenga según sus estaciones.

La Tierra tarda 365.256 días en completar una vuelta alrededor del Sol. Para lograr sincronizar año solar con año cronológico, cada 4 años el año pasa a tener 366 días en vez de 365, de este modo las estaciones no se confunden, y por ejemplo, el inicio de la primavera, puede seguir siendo el 21 de marzo. Sin años bisiestos cada 12 años los calendarios se desfasarían 3 días.

En el calendario juliano los años bisiestos son aquellos cuyas dos últimas cifras son divisibles entre 4 (2012/ 4= 503), exceptuando los múltiplos de 100 (1700, 1800, 1900…) donde a su vez también se exceptúan aquellos divisibles por 400 (1600, 2000, 2400…) que sí serán bisiestos. El problema con este sistema es que deja 0,000300926 días o 26 segundos al año de error.

El calendario juliano empezó a aplicarse por Julio César en el año 46 a. C. El sucesor del calendario juliano, el gregoriano, también incluyó los años bisiestos, uno cada cuatro años.

En el mundo anglosajón, a los que nacen un 29 de febrero se les llama “leapers”, palabra que proviene del término Leap Year, año bisiesto en inglés. En Irlanda se premia con 70 libras a los bebes que nacen en Leap Year.

(nationalgeographic.es).