El insomnio del diputado Benítez
Fernando Miranda Servín.
Son pasadas las 3 de la mañana, 3:10… 3:15. Me despierta el zumbido de mi teléfono celular, pienso que es una emergencia; lo reviso y afortunadamente no, se trata de un tweet en el que el diputado local priísta de Durango, Luis Enrique Benítez Ojeda, contesta una de las tantas críticas que algunos usuarios de esta red social le hacen, y en las que suelen etiquetarme. A los dos o tres minutos vuelve a zumbar mi celular, lo veo y es nuevamente un tweet del diputado Benítez rechazando con enjundia los señalamientos que le hacen por supuestamente estar defendiendo al pasado gobierno corrupto y criticar del nuevo gobierno lo que no criticaba cuando fue funcionario durante el sexenio del ex gobernador Ismael Hernández Deras. Sin dudarlo, decido apagar mi celular para conciliar el sueño porque, como casi todo el mundo, tengo actividades de trabajo desde temprana hora.
Al despertar, enciendo mi celular, reviso mis mensajes y veo que el diputado Benítez continuó su disputa en twitter enviando más de media docena de alocuciones a sus detractores.
No se necesita ser médico especialista “C” o psicólogo para determinar que el diputado Benítez padece obsesión o insomnio provocados por no sé qué causas. Quizá lo persigue su pasado porque cuando fue secretario de la Contraloría en la administración del ex gobernador Ismael Hernández Deras no se supo que le fincara responsabilidades penales o administrativas a alguno de los peces gordos de ese sexenio que se dedicaron a saquear el erario y a enriquecerse ilícitamente… quizá lo despierta sudoroso el recuerdo de haber sido utilizado cuando a finales de septiembre de 2010, siendo también diputado local, presentó en el Congreso aquella iniciativa para reformar la Ley Orgánica de la máxima casa de estudios duranguense, con la que se violaba la autonomía de la UJED dándole facultades al Congreso para elegir al rector e imponiendo otros tantos cambios arbitrarios por encima de la comunidad universitaria. Tal vez al diputado Benítez le roba el sueño la pesadilla de haber sido denunciado en el año 2013 en un noticiero televisivo por la ex diputada priísta María Elena Arenas, a la que amenazó con mensajes de texto por haberle reclamado su falta de respeto a una de sus compañeras diputadas… a lo mejor lo sigue atormentando la detención de que fue objeto a principios de julio de 2016, allá en el puerto de Mazatlán, por los policías municipales por estar estacionado en doble fila y negarse a obedecer las reglas, o el haber sido colaborador cercano del ex gobernador Jorge Herrera Caldera como su representante ante la CONAGO, o el haber sido el coordinador de campaña del candidato perdedor priísta Esteban Villegas Villarreal.
Son muchas cosas por las que el diputado Benítez podría sufrir insomnio, y aunque es reconocible la postura que ha tenido ahora como diputado de oposición señalando las corruptelas y pifias que cometen los gobiernos del cambio, tanto el estatal como el municipal de Durango, sus posturas meramente mediáticas carecen de peso pues hasta el momento no las ha respaldado con acciones legales en las instancias correspondientes. Así pues, sus aportes “feisbuqueros” y “twiteros” no son más que graciosas fintas boxísticas cantinflescas con las que no afecta los intereses mal habidos de nadie; por el contrario, cada vez que abre la boca o escribe algo, prende las redes sociales con infinidad de comentarios de ciudadanos que le recuerdan sus antecedentes.
Este protagonismo y su indiscutible capacidad como profesional del Derecho (tiene Maestría en Derecho Constitucional) lo ha colocado como el verdadero líder de la bancada priísta en el Congreso local de Durango, sin dejar de lado la mediocridad y personalidad opaca de los diputados que componen la actual fracción priísta, que es mayoría. Por esto, es indudable que el Lic. Luis Enrique Benítez Ojeda concentra en su persona cierto poder, tanto en el Congreso como en su partido, más no en la sociedad duranguense y en las redes sociales.
Puede ser que otra causa del insomnio del diputado Benítez sea la de saber que, quiera o no, es parte fundamental del priísmo que tanto daño le ha hecho al pueblo de Durango, y forma parte también de esa partidocracia que tiene al borde del colapso político y financiero a la nación.
Por lo que sea, deseo de todo corazón que el diputado Benítez esta noche pueda conciliar el sueño y deje de obsesionarse por lo que digan o no digan de él en las redes sociales. Por si acaso, antes de dormir tendré la precaución de apagar mi teléfono celular.