Enrique Peña Nieto, un presidente sin convocatoria social
Finalmente, la tan anunciada marcha #VibraMéxico, convocada por ciertos sectores minoritarios y personajes ligados al gobierno del corrupto presidente Enrique Peña Nieto, fue un rotundo fracaso.
Promovida en las redes sociales y en los medios de comunicación masiva para apoyar al presidente de la República ante la política agresiva a nuestro país que de inmediato implementó su homólogo estadounidense Donald Trump luego de que tomara posesión, la manifestación de este domingo 12 de febrero en la Ciudad de México se les salió de control a los organizadores, pues lo que parecía ser un tranquilo paseo al Ángel de la Independencia se les convirtió en un dolor de cabeza ya que miles de ciudadanos capitalinos también salieron a las calles, pero no precisamente para respaldar al saqueador mandatario nacional sino para exigir su renuncia con el ya clásico grito que en los últimos meses se ha escuchado en todos los rincones del país: “¡¡¡FUERA PEÑA!!!”.
Ya desde horas antes de esta marcha las redes sociales de internet comenzaron a estallar con la frase y hashtag #VibroContraPeña, y miles de usuarios de Twitter y Facebook, entre los que destacaban notables periodistas y activistas sociales, alertaron sobre la manipulación tendenciosa que estaban ejerciendo algunos medios de comunicación masiva oficialistas y la inconveniencia de adherirse a una manifestación para apoyar a un presidente corrupto y sin carácter para realmente defender los intereses de las mayorías.
Así las cosas, alrededor de las dos de la tarde cientos de ciudadanos que atendieron la convocatoria oficialista llegaron al Ángel de la Independencia, previamente acordonado por una multitud de policías que ya se encontraban preparados para impedir la llegada de los miles de ciudadanos inconformes que portaban cartulinas y gritaban consignas en contra de Enrique Peña Nieto.
Lo anterior fue una muestra más de que el pueblo de México sigue y seguirá indignado con Peña Nieto, hasta el último segundo de su mandato, por los innumerables agravios que ha cometido en contra de nuestro patrimonio nacional y en contra de nuestros bolsillos.
Su descarado enriquecimiento ilícito, la entrega de Pemex a las oligarquías nacional y extranjera, el desfalco intencional a la Comisión Federal de Electricidad por más de 200 mil millones de pesos, su indiferencia total ante el genocidio de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y su respuesta débil a la política golpeadora del presidente estadounidense Donald Trump ha provocado que el pueblo de México no quiera cerrar filas con su mal gobierno.
Y contrariamente a lo que algunos analistas políticos señalan luego de esta fracasada marcha, en nuestro país no hay división pues es precisamente la carencia de un gobierno fuerte y los ataques racistas del presidente bélico estadounidense lo que por fin está uniendo a los mexicanos, por encima de su clase política pusilánime, que también ha sido repudiada y rechazada en los últimos meses.
En este contexto, ni siquiera la “izquierda” lopezobradorista se salva del escrutinio social, luego del papel oprobioso que el partido Morena realizó en los estados en los que hubo elecciones el año pasado, en las cuales hizo alianzas tácitas con el PRI. Hoy, el partido del santón “izquierdista”, Andrés Manuel López Obrador, muy pocas o ninguna opción puede ofrecerle a la ciudadanía con dirigentes estatales dipsómanos, vulgares y promiscuos.
Por todo lo anterior, ya se vislumbra que en este camino que queda hacia el 2018 otras fuerzas sociales habrán de aparecer, al margen de los ya podridos partidos políticos, para revertir los robos, atropellos y traiciones que ha cometido la clase política en general.