ICED: Los nuevos corruptos
De la redacción de razacero.
A mediados de febrero pasado, la directora del ICED, Ing. Socorro Soto Alanís, apareció en un medio televisivo local declarando que en el instituto que aparentemente dirige se habían visto en la necesidad de despedir a empleados “porque estaba muy inflada la nómina”.
A principios de marzo, nuevamente la Ing. Socorro Soto Alanís hizo acto de presencia en otro canal de televisión, acusando que había despedido a varios trabajadores más “porque recibían compensaciones muy altas” en el anterior sexenio priísta, pero no especificó que quien les otorgaba esas “compensaciones muy altas” era la C.P Cristina Payán González, esta directora de Administración y Finanzas del ICED que sigue ocupando este mismo cargo desde el sexenio pasado, y hoy es protegida por la flamante directora Socorro Soto Alanís.
En los hechos la Ing. Socorro Soto Alanís, despidió a 20 trabajadores, pero inmediatamente contrató a 15 con sueldos muy superiores a los que ganaban los que se fueron, y que representan un aumento de un millón de pesos respecto al presupuesto del último año del anterior gobierno priísta.
“La secretaría de Finanzas le está exigiendo esa información a la directora Socorro Soto, pero esta no quiere contestar, se niega a firmar el reporte. También hay reglas de contratación que no acató”, revelan trabajadores de este instituto.
Mientras esto sucede, la cultura sigue a la deriva en Durango pues esta funcionaria ni siquiera ha sido capaz de presentar a la ciudadanía su proyecto de política cultural para sacar del grave rezago en que se encuentra esta entidad en este rubro.
“La directora Socorro Soto no sabe gestionar recursos, y a nivel federal el ICED tiene muy mala reputación por los directivos corruptos del sexenio anterior que todavía permanecen aquí, protegidos por Socorro Soto. De hecho, la secretaría de Cultura ya no aporta presupuesto para el ICED ya que buena parte de esos recursos se destinaban para financiar el Festival Revueltas, pero desde que estaba Rafael Tovar y de Teresa como secretario de Cultura suspendió la entrega de esos recursos por el mal uso que hacían de ellos en las contrataciones millonarias de artistas comerciales, y esa decisión de la secretaría de Cultura todavía está vigente, no ha cambiado”, denuncian los empleados.
Así, a ese séquito selecto de directivos corruptos intocables que ya llevan dos sexenios saqueando las arcas de este instituto y perjudicando el desarrollo cultural de Durango, se han venido sumando otros que indudablemente ya son aportaciones directas del gobierno “del cambio”, como la misma directora de este instituto y el Dr. Alberto Ramírez Ramírez, quien tiene un largo historial de corrupción como ex delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Durango, puesto que ocupó de 1999 a 2013.
Y como en este gobierno “del cambio” no se está acatando la promesa que hizo en su campaña electoral el gobernador José Rosas Aispuro Torres respecto a que en su gobierno se iban a elegir a los mejores perfiles para ocupar cargos públicos, pues la directora del ICED tuvo “a bien” nombrar al Dr. Alberto Ramírez Ramírez como ¡Director de Patrimonio Cultural!
La iglesia en manos de Lutero, o poner a un lobo a cuidar la carnicería de la esquina.
Y es que los antecedentes de este hoy flamante funcionario del gobierno “del cambio” son más que preocupantes pues en el año 2009, como delegado del INAH en Durango, de manera premeditada incluyó a la ex Hacienda Juana Guerra, ubicada en el municipio de Nombre de Dios, en la lista de monumentos del Patrimonio Mundial de la UNESCO, al mismo tiempo que comenzó a hacer trámites notariales para adquirir esta propiedad.
Experto en la materia, en 2010, Alberto Ramírez Ramírez compró esa hacienda y casi a la velocidad de la luz de inmediato autorizó el proyecto llamado “Mantenimiento de Obra Menor en la Ex Hacienda de Juana Guerra”, con un monto de un millón de pesos; en 2011, sin dudarlo ni un segundo, autorizó el proyecto llamado “Conservación del Sitio Juana Guerra, Patrimonio Mundial de la UNESCO”, también con un monto de un millón de pesos.
Desde entonces a la fecha, este vivales ocupa este inmueble como su residencia particular.
Así se las gasta este personaje culto y a simple vista inofensivo que hoy es uno de los colaboradores más cercanos de la directora del ICED, Ing. Socorro Soto Alanís.
No está por demás sugerirle a la ciudadanía duranguense que esté muy atenta a todas y cada una de las acciones que lleve a cabo este “servidor público”, no sea que en breve vaya a cometer un acto similar al que realizó en el municipio de Nombre de Dios con el presupuesto del INAH, y nosotros los contribuyentes seamos los que tengamos que pagar sus latrocinios.