Bullying financiero en el matrimonio, ¿Vía al divorcio?

Jean Chatzky. 

 

Una de cada 10 personas casadas dice ser objeto de acoso y abuso en sus finanzas personales; hacerte sentir culpa o limitar tus gastos pueden ser señales de maltrato financiero.

 

Todos sabemos que las parejas pelean por el dinero…

Pero, ¿qué hay del hecho de que una de cada 10 personas casadas piensa que su cónyuge es un acosador financiero? Ese titular, tomado de una encuesta reciente de CreditKarma.com, fue algo nuevo para mí, lo cual me hace pensar que también será algo nuevo para ti (y he estado cubriendo este mundo desde hace 20 años).

¿Qué es exactamente el acoso o bullying financiero? Cuando hablamos acerca del acoso adolescente o del acoso en línea o laboral, es cuando una persona en una posición de poder intimida a otra persona para que haga lo que ella quiere.

El acoso financiero es bastante parecido, dice la terapeuta de parejas Argie J. Allen, doctora y directora de Capacitación Clínica del Departamento de Terapia de Pareja y Familiar de la Universidad de Drexel. “El acoso financiero está relacionado con el poder y con el control. Así que, uno de los cónyuges puede ser particularmente dictatorial -y acosador- sobre cómo el otro maneja el dinero. También es un signo de problemas a futuro. Entre menos libertad financiera tiene una persona, más vulnerable está en la relación“.

Antes de dar un vistazo a las conductas abusivas específicas (CreditKarma aisló cinco de ellas) y qué hacer ante ellas, obviemos algunas nociones preconcebidas. De acuerdo con la investigación, el acoso es una transgresión a la igualdad de oportunidades. El mismo número de hombres y mujeres se sienten acosados. De hecho, es una práctica más común entre los miembros más jóvenes de la generación del Milenio y de la generación Y, que entre la generación X y los baby boomers. Y ocurre en todo el espectro económico. Lisa Hatcher, una planificadora financiera asentada en Richmond, Virginia, quien ha escrito sobre el tema, dice que lo ve entre asalariados de ‘seis cifras’, así como entre personas que ganan considerablemente menos.

Éstos son cuatro de los comportamientos de acoso más comunes y algunos consejos sobre cómo afrontarlos:

Me hace sentir culpable por mis hábitos de compra.

Primero, considera si tienes o no una razón por la cual sentirte “culpable”. Ya sea que estés comprando víveres para tu familia… saber que vas a comprar de manera inteligente, sin exceder los límites y manteniéndote dentro del presupuesto de la familia puede ayudar a eliminar la capacidad de un acosador para hacerte sentir culpable. Pide al acosador que cambien roles durante una semana –pedir a alguien que nunca compra comestibles o ropa para los niños que haga las compras abrirá sus ojos a lo caro que puede ser-. Si, por el contrario, tus compras están obstaculizando la capacidad de la familia para pagar sus otras cuentas o para ahorrar, lo más probable es que ya te sientas culpable y que el acosador sólo esté añadiendo presión. Comienza a registrar tus gastos de forma independiente para ver dónde puedes hacer recortes.

Limita mis gastos mensuales.

Esto a menudo se manifiesta cuando se espera que una parte pague todas las facturas del hogar -o de los hijos- y se queda sin dinero discrecional para sus gastos propios. Una pareja debe tener un consenso sobre cómo se gasta el dinero que ingresa, cuánto se gasta en transporte, vivienda, alimentación, etc. El propósito de hacer esto es que quede suficiente cada mes para ahorrar, y para que cada persona tenga algún “dinero libre” para gastar, dice Hatcher. Si no puedes encontrar la manera de cubrir todos estos gastos básicos por tu cuenta, un asesor financiero te puede ayudar a determinar un presupuesto viable.

Hace que le muestre los recibos de todas las compras.

Esto está relacionado con “falta de confianza”, así como con poder y control, dice Allen. También establece una dinámica padre/hijo entre la pareja, la cual no es saludable entre dos adultos. En la mayoría de los casos, dice, este comportamiento es un síntoma de problemas más grandes que necesitan ser abordados. “La terapia de pareja es definitivamente necesaria para llegar a la raíz del problema”.

Me impide tener tarjetas de crédito.

Si la mala gestión del crédito ha sido un problema en el pasado, debe ser abordado y resuelto. Pero no debe evitar que uno de los cónyuges tenga voz y voto en la vida financiera general de la familia. Algo más preocupante: otras investigaciones han demostrado que entre más frecuentes sean las peleas de una pareja por dinero, más probabilidades tiene de divorciarse. Tratar de conseguir crédito después del divorcio sin un historial crediticio es muy difícil. En conclusión: mantener secretos financieros a un cónyuge no es la mejor idea; pero nadie puede impedir que solicites una tarjeta de crédito por tu cuenta.

En conclusión: si sientes que eres acosado, lo más probable es que sea así. Los sentimientos de insuficiencia, baja autoestima, una mala imagen propia o vergüenza son los rasgos distintivos, dice Allen, y debes buscar la ayuda de un tercero independiente, como un terapeuta o un asesor financiero. Consulta a un experto, dice Allen, aunque tu pareja se niegue a ir contigo.

(cnnexpansion.com).