La Bisexualidad “Dentro Del Armario”
Bisexualidad: podríamos situarla como parte del continuo heterosexualidad-homosexualidad. La orientación sexual se desarrolla a lo largo de la vida de una persona dentro de ese continuo.
En la cultura occidental, es conocido desde la teoría psicoanalítica el interjuego de relaciones predominantes que se da con nuestros padres. Al nacer, el primer objeto de amor es la madre o la que cumple ese rol, y luego entra en escena el padre, o el que cumple ese rol. Tanto en el varón o como en la mujer, hemos tenido ambos géneros en la dirección del amor.
Con el correr del tiempo, cada persona se sentirá atraído por otra persona, dependiendo de motivaciones muy íntimas, pero también altamente influidas por la cultura y el contexto donde se desarrolle su vida. Es así como en ambientes opresivos la elección heterosexual es la “norma” y todas las otras orientaciones pasan a ser parte de cuestiones inconscientes reprimidas, negadas, ocultas, que algunos llegan a poner en juego sólo en sus sueños, otros en sus fantasías, y otros pasan al terreno de la acción.
Es así como la bisexualidad también tiene que “salir del armario”, correr el velo, aparecer a la luz de las conciencias y de las distintas realidades de la vida.
La bisexualidad aún hoy, a pesar de que el padre del psicoanálisis la defendió como una potencialidad de cualquier ser humano, debería ser revisada por muchos psicoanalistas que niegan esa elección esgrimiendo la falta de definición y decisión: o eres de un bando, o eres del otro. Ni hablar de las razones que fundamentan algunos grupos religiosos o místicos.
También, dentro del mismo colectivo homosexual, el o la que se define bisexual corre el riesgo de ser criticado/a, atacado/a o discriminado/a porque no te decides.
Es que la diversidad y el respeto por ella parece estar en sus primeras etapas para la humanidad toda. ¿Será en etapas posteriores donde nos encontremos viviendo el amor hacia una persona, sin importar el género, con absoluta libertad? ¿O donde podamos elegir uno u otro género sin ser analizados e interpretados de vaya a saber qué trastorno que nos hace elegir el mismo sexo hoy y mañana el opuesto?
Tendrán que evolucionar nuestras conciencias a niveles más profundos y superiores para poder:
- Aceptar en nuestras mentes el amor hacia otra persona sin diferenciar el género.
- Sentir nuestro erotismo sin ataduras culturales que nos influyan en lo que se debe sentir.
- Poder vivir el amor y el sexo libremente sin estereotipos sociales.
- Sin tener que definirnos de un bando u otro por la elección sexual.
Según el creador del Psicoanálisis, todos somos bisexuales, en el sentido de incorporar atributos generales de ambos sexos. Es muy sabido en la actualidad que ambos, tanto hombres como mujeres, tenemos ambas energías, la femenina y la masculina. Y en ninguna persona eso se encuentra en un equilibrio perfecto.
Algo de lo que las mujeres bisexuales les aportamos a los hombres heterosexuales es el poder abordar e integrar su energía femenina de una manera nueva y audaz, en la que ese hombre puede también llegar a sentir su bisexualidad desde lo más sutil y profundo, llegando a vivenciar la sexualidad en intimidad de una forma única, singular y total.
Algo de lo que los hombres bisexuales pueden aportarle a las mujeres heterosexuales, es una nueva manera de sentir lo femenino en ellas mismas, integrando aspectos dormidos, negados, ocultos, reprimidos, que se ponen en juego en una nueva dinámica energética producto de la relación.
En este sentido es que el término bisexual, definido como “el potencial de sentir atracción –de forma romántica o sexual- por gente de más de un sexo o género, no necesariamente al mismo tiempo, no necesariamente de la misma forma y no necesariamente en el mismo grado” (definición aportada por un reconocido activista bisexual), es una postura integrativa para un concepto que ha estado y está siendo aún discriminado y que ayudaría a vivir el amor de una manera más libre y abarcativa en este mundo.
(mundoles.com).