Los delitos menores en Durango
Jorge Avelar Villarreal.
Los delitos menores son aquellas violaciones a las leyes e infracciones a los reglamentos que se consideran pequeñas faltas no punibles para las autoridades correspondientes por considerarlas poco importantes o quizás poco rentable su persecución. Sin embargo, con el tiempo la impunidad en estos delitos dará margen más adelante, sin duda, a la impunidad de que tanto nos quejamos los ciudadanos en los grandes delitos que actualmente padecemos.
Desde luego que gran parte de este problema se inicia en la casa, ¿dónde?, en la educación de los hijos: ya no se contempla el respeto a las leyes, a los adultos, a los prójimos y a los animales, pues los padres, generalmente ambos, ocupados en llevar el sustento al hogar, ya no tienen tiempo para atender esas minucias y todo lo dejan a la escuela. No tienen cuidado de atender los consumos de los hijos, tales como cigarrillos, alcohol y/o drogas.
Pero retomando el tema de los “Delitos Menores” que sí caen en el ámbito de las autoridades, reza un dicho: “Más vale prevenir que lamentar”. Veamos el caso del Reglamento de Tránsito cuyas violaciones o infracciones son tan recurrentes que ya nos parecen normales, creo que también a los agentes y oficiales de esta dependencia, encargados de que se cumpla este reglamento, también les parecen normales. En alguna ocasión, con espíritu crítico, en el recorrido de Lázaro Cárdenas a Dolores del Río, observé poco más de 60 violaciones a las diferentes normas de este reglamento: estacionados en raya amarilla, obstaculizando la visión del paso de vehículos, obstaculizando las rampas de incapacitados, doble fila, exceso de velocidad, pasándose luz amarilla y roja de los semáforos, estacionados en acera prohibida, abusando del uso del claxon; camiones, automóviles y sobre todo motociclistas con el escape abierto, estacionados en lugar prohibido sin uso de las intermitentes, dar vuelta sin usar direccionales (esto parece que ya no se acostumbra, nadie las usa). Estoy seguro que un 90 % de los automovilistas no sabe cómo hacer estas señales manualmente. Brazo hacía arriba, vuelta a la derecha; brazo horizontal, vuelta a la izquierda; brazo hacia abajo, alto. Sin usar cinturón de seguridad, otro 90%. Niños en brazos de mamá manejando. Niños pequeños en asiento delantero.
En la calle 5 de Febrero, entre Bruno Martínez y Dolores del Río, que está prohibido el estacionamiento, este es permanente violando la disposición, sobre todo frente al Congreso del Estado. En la calle Alberto Terrones Benítez (antes Pateros), esquina 5 de Febrero, en la tarde-noche hay dos puestos ambulantes que venden tacos de tripa, deben estar muy buenos porque la doble fila de autos, en ambas calles, se observa todos los días. También en 5 de Febrero, entre Juárez y Constitución, frente a la Plaza de Armas, está prohibido el estacionamiento. Deberían quitar la prohibición, no tiene sentido. Siempre hay agentes ¿dirigiendo? el tránsito en ambas esquinas y no son para echarles un silbatazo a los infractores.
Es importante señalar que pasan motociclistas y patrulleros y nunca se percatan de estas infracciones.
Por último, las autoridades de tránsito deben revisar los señalamientos, hay lugares y esquinas donde la raya amarilla señalando el límite tienen un criterio erróneo: o es demasiado grande el trecho, sin razón, o es demasiado pequeño y da pie a accidentes. Falta, desde luego, pintar correctamente los cajones de estacionamiento, pues un porcentaje muy alto de los usuarios usan siempre dos lugares. En Durango hay graves problemas para estacionarse, esto ayudaría un poco.
Quizá valga la pena, para evitar que la autoridad sea acusada de afán recaudatorio, que cuando se decidan a poner orden en este renglón primero impongan sanciones administrativas, como servicios a la comunidad, y a los reincidentes sí aplicarles la multa económica.