Tener Un Compadre Así
De la redacción de razacero.
Personaje muy sui géneris, el priísta Héctor Vela Valenzuela pertenece a esa generación de políticos duranguenses que desde hace más de una década por nada del mundo abandonan las nóminas del erario. Diputado local por el IV distrito en el 2004, delegado de la DGETI, secretario de Comunicaciones y Obras Públicas del gobierno estatal en el sexenio negro del ex gobernador Ismael Hernández Deras; subsecretario de Gobierno en La Laguna, en el inicio del actual sexenio, cargo que dejó para ocupar la Secretaría de Gobierno, a mediados de 2011; luego, pasaría a ser Subsecretario de Servicios Educativos y Secretario de Educación del estado de Durango, en febrero de 2012. Como tal, es recordado por los profesores y alumnos de la Universidad Pedagógica de Durango como uno de los autores intelectuales de la destrucción arbitraria del edificio de esta universidad, ubicado dentro del Ex Internado Juana Villalobos, hoy Centro de Convenciones Bicentenario. “Este funcionario, en un acto de intolerancia y abuso de poder, ni siquiera nos dio tiempo de sacar nuestros archivos y nuestras pertenencias”, declaró en su momento el profesor Rogelio Aarón Sariñana cuando la madrugada del 27 de julio de 2012 Héctor Vela Valenzuela y el secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Ing. César Guillermo Rodríguez Salazar, ordenaron la destrucción del edificio universitario con todo y archivos, materiales didácticos y pertenencias de profesores y alumnos.
Cinco meses después de estos hechos, Vela Valenzuela dejó este cargo para participar en las elecciones de julio de 2013 como candidato del PRI a diputado local por el V distrito, obteniendo el triunfo para luego cambiar de filiación partidista, convirtiéndose en militante del partido Verde Ecologista, debido a la sobrerrepresentación que tenía (y tiene) el PRI en el Congreso local.
Pero estas no son todas las peculiaridades que tiene Héctor Vela Valenzuela, quien a principios de febrero pasado renunció a su cargo de diputado local y fue nombrado nuevamente Secretario de Educación del estado de Durango. “Héctor Vela Valenzuela no cumple sus promesas, a muchos ciudadanos y empleados del gobierno estatal que lo apoyamos en su campaña nos prometió plazas y sindicalizaciones, pero no cumplió, nomás se sentó en su curul y ya no ayudó a nadie”, se quejan trabajadores del gobierno estatal que anduvieron haciendo proselitismo a favor de Vela Valenzuela en las elecciones de 2013.
Pero lo que quizá no sepan estos trabajadores y la ciudadanía en general es que este funcionario en no pocas ocasiones ha traficado influencias desde los cargos que ha ocupado para beneficiar a amigos cercanos y ahijados, como es el caso de los hijos de su compadre, el ex subdirector de Pensiones del estado de Durango, Sergio Humberto Argumedo Vara, a quienes desde que Héctor Vela Valenzuela ocupó por primera vez la titularidad de la Secretaría de Educación estatal otorgó plazas en esta dependencia, con jugosos sueldos.
Así, Sergio, Luis y Mina Argumedo son empleados privilegiados, y esta última hasta se da el lujo de presumir su estatus en las redes sociales manifestando abiertamente que posee dos plazas dentro del gobierno, una en la Secretaría de Educación y otra en el Congreso local, como asistente de la diputada Beatriz Barragán, quien asumió a esta curul por ser suplente de Héctor Vela Valenzuela.
Desafortunadamente, en Durango abundan este tipo de casos en que familiares, amigos, ahijados y compañeros sentimentales de tal o cual funcionario cobran sueldos por “trabajar” dos y hasta tres plazas en un estado flagelado por el desempleo y la pobreza de la mayoría de sus habitantes.
Y la pregunta queda en el aire: ¿a cuántos familiares, amigos y ahijados habrá beneficiado con plazas extras este funcionario que engañó a decenas de ciudadanos y empleados del gobierno estatal, que ganan sueldos miserables, prometiéndoles plazas y sindicalizaciones a cambio de que lo ayudaran a acarrear gente a las casillas electorales para que votaran por él y no les cumplió?.