El mejor estilo para caballeros

Hay dos cosas que un caballero no puede ocultar, la Buena Educación y la Elegancia.

A los hombres también les gusta vestir bien y tener un look actual y moderno. Muchas mujeres me han preguntado cuáles son los secretos de estilo más importantes para ayudar a sus maridos, hermanos, hijos y amigos a vestir mejor. Y es que una buena imagen vale más que mil palabras. Cuanto mejor se sienta el hombre con la ropa que lleve, más seguro estará y más oportunidades tendrá en su vida personal y profesional. El primer paso para vestir correctamente, al igual que con las mujeres, es primero tener en cuenta el tipo de cuerpo y, en segundo lugar, el estilo de vida. No es lo mismo vestir a una persona bajita que a una alta, a una persona muy delgada que a una más rellenita. Por ejemplo, un traje de dos botones lucirá mejor en un hombre delgado y de talle corto, y una camisa de cuello inglés es ideal para los hombres con cara redonda. Además, los hombres tienen que vestir de acuerdo a su trabajo y ritmo de vida. Si tiene un puesto de autoridad y liderazgo, su imagen debe respaldar su capacidad, conocimientos y experiencia. De nada sirven muchos años de estudio y preparación si al final no lo proyectas. La imagen siempre debe ayudar a hacer el camino más fácil, no convertirse en un obstáculo. Aquí tienes estos consejos que Manolo Valdez te comparte para que te conviertas en todo un galán:

Nunca lleves ropa con manchas, mal olor y sin planchar.

La ropa tiene que estar siempre en buen estado y no verse desgastada, sin forma y sin color. No renueves la ropa de tu vestuario cada 5 años. En cada temporada actualiza al menos un par de prendas de tu ropero.

El mejor secreto para lucir elegante, moderno y más delgado es llevando la ropa de la talla apropiada. Las prendas no pueden quedarte ni muy ajustadas ni muy anchas. En ambos casos, te verás más grande de lo que eres. Tu mejor inversión a la hora de vestir será ir a un sastre para alterar los pantalones, camisas y sacos a la medida. ¡Verás la impresión que causas al instante!

A la hora de vestir trata de no llevar más de tres colores.

Preferiblemente, la mejor manera de llevar colores en la ropa es en las camisas, los suéteres y las corbatas. En lugar de usar el color marrón, apuesta por otros colores neutros más elegantes y versátiles como el negro, gris y azul marino.

Mucho cuidado con la combinación de diferentes estampados. A no ser que seas todo un “fashionista”, limítate a llevar sólo un estampado en la ropa con otras prendas sin diseños. Las rayas verticales en las camisas, pantalones y trajes siempre pueden ayudarte a lucir más delgado (cuanto más estrechas mejor).

Mucho cuidado con las camisas de lino que se arrugan muy rápidamente y pierden su forma, y las camisas de vestir muy grandes. Busca camisas de corte clásico y colores sólidos. Si no tienes una espalda grande, evita llevar camisas con el pliegue en la espalda, sin este lucirás más delgado y estilizado.

Evita llevar prendas con mucho brillo y materiales sintéticos.

Apuesta por el algodón, la lana y el cachemir en tus prendas.

Para lucir más alto, delgado y actual, busca pantalones sin pliegues y dobladillo en la parte inferior del pantalón. Y ten mucho cuidado de no llenar tus bolsillos con las llaves, la cartera o monedas.

En ocasiones formales, el color de los zapatos tiene que combinar con el cinturón y estar en muy buen estado y limpios. Los calcetines tienen que combinarse con el color del pantalón para ser más elegante. Cuida el tamaño de las hebillas del cinturón para un look casual.

Nunca lleves calcetín blanco con zapato oscuro o traje.

Limita la joyería a tu anillo de compromiso y un reloj. No es bueno llevar mucho bling-bling. Sin embargo, la elegancia y el estilo lo puedes proyectar a través de otros accesorios importantes como tu billetera, lentes de sol y mancuernas.

Para finalizar, tienes que cuidar tu higiene personal para completar tu look.

Desde un buen corte y estilo de peinado, hasta la salud de tu piel, el aroma o perfume que usas, tu aliento, el color de tus dientes, e incluso el estado de las manos y uñas, y el calzado “hablan” más de lo que te imaginas.