La pobreza política de los candidatos presidenciales

Mientras la campaña por la presidencia de la República continúa y todos los candidatos exhiben sus graves carencias políticas, morales e ideológicas, en el país se siguen perpetrando crímenes de lesa humanidad.

Apenas en marzo pasado los jóvenes Javier Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz García y Marco García Ávalos, alumnos de la Universidad de Medios Audiovisuales de Jalisco, fueron privados de su libertad en un poblado de Tonalá y disueltos en ácido por integrantes del crimen organizado, simplemente por estar en el lugar equivocado.

Recientemente, seis jóvenes tlaxcaltecas desaparecieron en territorio veracruzano sin que hasta la fecha se sepa su paradero. Y como estos hay infinidad de casos en todo el país, sumando ya miles de desapariciones forzadas y homicidios irresueltos ejecutados tanto por bandas de criminales como por fuerzas policíacas. Estos hechos y los feminicidios son problemas que sexenio tras sexenio lejos de disminuir aumentan gravemente, exponiendo la ineptitud y corrupción de los gobiernos federal y estatales.

Ante estos acontecimientos trágicos en los que nuestra juventud está siendo prácticamente exterminada, ninguno de los candidatos presidenciales, al Senado y a diputaciones federales y locales ofrecen soluciones viables para restablecer el Estado de derecho perdido desde hace por lo menos tres décadas.

PÁG. 2 (1). El saqueador priísta José Antonio Meade, acaba de ser denunciado por desaparecer 12 mil millones de pesos en el año 2015, cuando fue titular de la Sedesol.
El saqueador priísta José Antonio Meade, acaba de ser denunciado por desaparecer 12 mil millones de pesos en el año 2015, cuando fue titular de la Sedesol.

Hoy, entre la espada y la pared del crimen organizado y la partidocracia delincuencial, resulta absurdo escuchar al saqueador candidato priísta José Antonio Meade decir que va a combatir a la delincuencia cuando acaba de ser denunciado por desaparecer 12 mil millones de pesos supuestamente destinados a un millón y medio de indígenas mayores de 65 años que no existen, es decir, que son fantasmas, en el año 2015, cuando fue titular de la Sedesol.

PÁG. 2 (2). El panista Ricardo Anaya es investigado en Espana por lavado de dinero.
El panista Ricardo Anaya es investigado en España por lavado de dinero.

El candidato panista, Ricardo Anaya, por su parte, ya es famoso en Europa, específicamente en España, hasta donde ha trascendido su habilidad para lavar dinero pues está siendo investigado por las autoridades de ese país por el asunto de la célebre nave industrial que este profesional de la mentira vendió de manera turbia a su amigo, el empresario queretano Manuel Barreiro, y a su socio español Juan Pablo Olea, para justificar la procedencia de por lo menos 54 millones de pesos.

PÁG. 2 (3). Andrés Manuel López Obrador, acompañado de un séquito de políticos y empresarios verdaderamente peligroso es el menos deplorable de los candidatos a la presidencia de la
Andrés Manuel López Obrador, acompañado de un séquito de políticos y empresarios verdaderamente peligrosos es el menos deplorable de los candidatos a la presidencia de la República.

El debate del pasado 22 de marzo nos dejó ver la verdadera estatura política de esa quinteta de aspirantes a la presidencia de la República, que lejos de exponer propuestas interesantes y políticas públicas que nos saquen del abismo en el que estamos se dedicaron a atacar a un candidato en especial, López Obrador, que también demostró pobreza intelectual y nula preparación para participar en un evento de esa magnitud, faltándole el respeto no solo a su ya larguísima trayectoria política sino a sus miles de seguidores que al paso de los años lo han enaltecido grotescamente hasta el punto de darle trato de santón.

Fue patético escuchar y ver a la ex primera dama Margarita Zavala indignarse por los feminicidios y las desapariciones forzadas cuando todo mundo sabe las atrocidades que provocó su esposo, Felipe Calderón, en su infructuosa “guerra contra el narcotráfico”, y su agachonería ante el gobierno estadounidense al permitir silenciosamente aquella “Operación Rápido y Furioso”, a través de la cual los corruptos funcionarios de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos introdujeron a México miles de armas de alto poder que fueron a parar a las manos del crimen organizado. También, esta candidata “independiente” tuvo una participación activa en la protección de los responsables de las muertes de los 49 niños de la guardería ABC, de Sonora, que el 5 de junio de 2009 murieron calcinados. Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo, prima de Margarita Zavala, era una de las propietarias de este negocio, y hasta la fecha permanece impune.

Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, solo provocó risas y pena con sus propuestas ya no tercermundistas sino realmente primitivas y ridículas, como la de “mocharle las manos a los políticos rateros”, mientras su suegra, María Teresa Martínez Galván, como aspirante a alcaldesa de Santa Catarina, Nuevo León, ha desviado recursos públicos de dependencias del gobierno estatal, como el DIF, para promover su imagen en este municipio. Este bufón, Jaime Rodríguez Calderón, ¿le cortará las manos a su suegra en el remoto caso de que el pueblo de México le diera el voto para llegar a la presidencia?

Por lo demás, fue lamentable la salida del santón “izquierdista” del foro donde se llevó a cabo el debate sin despedirse de sus adversarios, cuando un verdadero estadista sabría y debería ejercer la diplomacia en todo momento. Pero López Obrador no es ni estadista ni mucho menos diplomático, por lo que su comportamiento visceral nos dio una idea de cómo se comportaría si fuera presidente, pues por un lado le niega el saludo a sus oponentes luego de un debate hasta cierto punto civilizado, y por otro lado le da la bienvenida con los brazos abiertos a su partido Morena a personajes igual o peor de nefastos que Meade, Anaya, Margarita Zavala y “El Bronco”.

Así las cosas, y a pesar de la mediocridad que manifiestan, uno de los cinco aspirantes a la presidencia deberá ser elegido el 1 de julio próximo; y luego de los saqueos millonarios perpetrados por el priísta José Antonio Meade, el desaseo y transas del panista Ricardo Anaya, el negro historial de Margarita Zavala y las locuras sanguinarias de “El Bronco”, parece ser que el menos deplorable de todos es el descortés y contradictorio santón tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.

López Obrador, en el hipotético panorama de asumir la primera magistratura del país, no sería tan diferente de sus antecesores priístas y panistas pues llegaría a Los Pinos o a Palacio Nacional (donde se le pegue la gana establecerse) acompañado de un peligroso séquito de bandidos profesionales, como por ejemplo Elba Esther Gordillo y sus huestes; el padre del Partido Encuentro Social, Miguel Ángel Osorio Chong, ese ex secretario de Gobernación con viejos antecedentes de vínculos con el crimen organizado cuando fue gobernador del estado de Hidalgo, Germán Martínez, panista que se enriqueció brutalmente durante el sexenio de Felipe Calderón, y Alfonso Romo, el magnate regiomontano corrupto muy cercano al círculo de Carlos Salinas de Gortari y jerarca de la ultraderecha mexicana, entre muchos otros cuyas fechorías juntas acumularían sentencias penales de miles de años.

Ya nos tocaría a los ciudadanos exigirle al santón “izquierdista” el cumplimiento puntual de sus promesas de campaña, aunque tenemos que contemplar que la mayoría de sus ofrecimientos no dependen directamente de él si no del Congreso de la Unión, en donde se ve difícil que su coalición (Morena-PT-PES) logre obtener mayoría en estos comicios electorales, en buena medida por los desatinos del tabasqueño al hacer alianzas con personajes nefastos priístas y panistas repudiados por la ciudadanía, a los cuales López Obrador les dio la bienvenida a su partido obsequiándoles importantes candidaturas violando los derechos de sus militantes.

Al fin de cuentas, de nosotros los mexicanos depende que a partir del próximo 1 de diciembre, cuando tome posesión quien sea que gane estas elecciones, cambien verdaderamente las cosas y nuestros hijos puedan andar libremente en nuestro país sin temor a que sean desaparecidos, como los 43 de Ayotzinapa, o disueltos en ácido como los 3 de Tonalá.

De no suceder esto, ahora sí, de manera masiva, debemos exigirle su renuncia a quien nos haya engañado.