Lilia Prado

De la redacción de razacero.

Leticia Lilia Amezcua Prado, conocida en los mundos de la filmografía y de las rumberas como Lilia Prado, nació en Sahuayo, Michoacán, el 30 de marzo de 1928. Esta actriz está considerada como una de las grandes figuras de la Época de Oro del Cine Mexicano.

Desde pequeña sobresalió por su belleza y simpatía. Con una prima quiso en su juventud fugarse de su casa para trabajar en un circo, pero la muerte de ésta truncó sus planes. También contempló ser bailarina. Tras ganar un concurso de belleza tuvo la oportunidad de ingresar a la industria cinematográfica como extra, en 1940.

Image result for lilia pradoLilia Prado llegó a participar en más de 100 filmes. Aunque estudió en el INBA siendo alumna de Celestino Gorostiza, jamás terminó una carrera. Aprendió cine haciéndolo, con una gran habilidad para memorizar los diálogos y para improvisar.

Dotada de una voz suave, de un talento especial para recitar y de una belleza inmaculada, pronto llamó la atención de directores de cine como Ismael Rodríguez, y del actor y cantante Pedro Infante. Pero quien le dio su primera oportunidad en un pequeño papel fue Juan Orol en la película “Tania, la bella salvaje”, estelarizada por la rumbera cubana Rosa Carmina.

Tras su primer protagónico en “Confidencias de un ruletero”, dirigida por Alejandro Galindo, al lado de Adalberto Martínez “Resortes”, en 1949, su consolidación como actriz estelar se daría luego de la muerte de la compañera cinematográfica de Pedro Infante, la actriz veracruzana Blanca Estela Pavón, quien perdiera la vida en un lamentable accidente de aviación en 1949. Lilia Prado filma con el ídolo sinaloense “Las mujeres de mi general” (1950), “El gavilán pollero” (1951), “Los gavilanes” (1954) y “La vida no vale nada” (1954).

Así, su gran momento le llegó al ser elegida por uno de los mejores cineastas del mundo, el español naturalizado mexicano Luis Buñuel, para protagonizar “Subida al cielo”, en 1952.

A Buñuel le mostraron una fotografía en la que Lilia Prado llevaba trenzas. El cineasta la encontró simpática y le envió un libreto a la actriz, quien no tenía ni idea de su genio como director, que en un principio le parecía poca cosa. El filme la llevaría a acompañar al aragonés al Festival de Cannes por haber ganado el Premio Especial de la Crítica Internacional a la Mejor Película de Vanguardia, en 1952, y acumularía un total de 17 premios internacionales. Allí mismo sería nombrada “Miss Simpatía”. El mencionado filme adquirió fama por la escena en la que Lilia sube a un camión mostrando los muslos. Related image

Buñuel volvió a trabajar con Lilia en el filme “Abismos de pasión”, en 1953, una adaptación cinematográfica del director español de la novela Cumbres Borrascosas, de la escritora inglesa Emily Brontë. Esta obra, en la que a pesar de que Buñuel confesó que los actores que le impusieron eran inadecuados -Irasema Dilián y Jorge Mistral-, al final reflejaba mucho mejor el espíritu de la novela que la hecha en Hollywood en 1939. Ese mismo año, 1953, Buñuel volvió a llamar a Lilia Prado para protagonizar “La ilusión viaja en tranvía”, filme que se encuentra entre las 100 mejores películas del cine mexicano.

A raíz de su participación con Buñuel, Prado recibió varias ofertas de trabajo, tanto en Europa como en Estados Unidos, pero su negativa de aprender inglés hizo que todos sus filmes los realizara en México, hecho del que siempre manifestó no arrepentirse, pero que sin duda hubiera sido interesante para su carrera. “La MGM me ofreció un buen trabajo pero tenía que saber inglés y dije que no, igual en Europa, ahí sí los dejé plantados en el aeropuerto porque nunca llegué”, dijo una vez en entrevista.

Lilia Prado, por su belleza y talento, fue llamada “La Marilyn Monroe Mexicana” y “El Símbolo Sexual Latinoamericano”.

Lilia Prado ha quedado inmortalizada en un famoso fotograma de “La ilusión viaja en tranvía”, en el que aborda dicho medio de transporte con una entallada falda que insinuaba sus encantos físicos evidentes, ante las miradas de Carlos Navarro y Fernando Soto “Mantequilla”.

En 1999, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas le otorgó a Lilia Prado el Premio Ariel de Oro por su inigualable carrera cinematográfica.

La sex symbol de aquella época falleció el 22 de mayo de 2006 a la edad de 77 años debido a una enfermedad renal que se complicó con una falla pulmonar que derivó en infarto. Sus restos descansan en el Panteón Jardín de la ciudad de México al lado de su madre y de otros grandes como Pedro Infante, con quien filmara varias películas.

Lilia Prado es uno de los máximos íconos de la cinematografía mexicana.