Esclavitud moderna en el municipio de Durango
Fernando Miranda Servín.
Al director de Servicios Públicos Municipales de la ciudad de Durango, Lic. Jorge Parra Meléndez, y a la subdirectora administrativa, C.P. Karla Gisela Rivera Moncada, quizá nadie les ha dicho que el porfiriato terminó el 31 de mayo de 1911, con la salida del país del dictador oaxaqueño, quien partió al exilio del puerto de Veracruz a Francia.
Hoy, a través de llamadas telefónicas hechas a nuestra redacción y por medio de circulares enviadas a no pocos medios de comunicación locales, trabajadores de esta dependencia denuncian la forma en que son maltratados por los “servidores públicos” arriba mencionados:
“En la dirección de Servicios Públicos se vive un ambiente de trabajo dictatorial en el que el director, Jorge Parra Meléndez, y la subdirectora de administración, Karla Gisela Rivera, dan órdenes que muchas de las veces no son tan acertadas para que las tareas que realizamos tengan buenos resultados, y si nos atrevemos a hacer observaciones somos objeto de represalias laborales. No podemos expresar nuestras ideas libremente para poder darle un buen servicio a la ciudadanía.
“El clima que se respira en esta dependencia es tóxico, con constante hostigamiento laboral y favoritismos a determinadas personas, agrediendo nuestros derechos humanos y perjudicando la productividad que deberíamos tener. Algunas de las medidas autoritarias que nos imponen estos dos directivos son el uso obligatorio de uniformes, que solo son proporcionados a los trabajadores sindicalizados y a los jefes, pero los demás trabajadores tenemos que comprarlos, y tiene un costo considerable.
“Si tenemos que salir de las instalaciones municipales para realizar actividades de trabajo, debemos de tramitar un permiso firmado por los subdirectores como si fuéramos a ausentarnos por motivos personales; esto, con la finalidad de que si sufrimos un accidente el municipio no tenga responsabilidad laboral alguna”, denuncian los trabajadores del municipio afectados que, por supuesto, solicitan el anonimato por temor a ser despedidos de sus empleos.
Aparte de estos abusos, los trabajadores exponen que la subdirectora administrativa, Karla Gisela Rivera, les redujo el tiempo para ingerir alimentos, de media hora a 20 minutos: “se retractó por las inconformidades que hubo, pero nos impuso un rol de desayunos, ordenando ella a qué hora debemos desayunar sin importarle las actividades que tenemos pendientes; así, si no desayunamos a la hora que ella dispone ya no podemos desayunar después”, relatan los empleados.
El castigo por no cumplir estos ordenamientos arbitrarios es la aplicación de sanciones administrativas. “Encima de estos maltratos, estos funcionarios nos obligan a asistir a ‘actividades recreativas’, pero ¿con qué ánimo vamos a ir si todo el tiempo nos están hostigando laboralmente?”, expresan los trabajadores municipales.
Mientras esto sucede, hay trabajadores que son notoriamente favorecidos por el director de Servicios Públicos, Jorge Parra Meléndez, como por ejemplo Jorge Armando Huerta, quien de subjefe fue ascendido a jefe de Patrimonio. Jorge Armando Huerta fue uno de los principales cómplices en el vergonzoso caso de corrupción de “La Casa Blanca de Durango”, inmueble que fue construido con recursos materiales y humanos de esta dependencia municipal por el priísta y hoy “morenista” Luis Alberto Escajeda Arce, ex subdirector y administrador de Servicios Públicos durante el anterior trienio del ex alcalde Esteban Villegas Villarreal.
Jorge Armando Huerta, según las fuentes de este municipio citadas en enero de 2015, “fue quien facturó parte del material para construir ‘La Casa Blanca’ y proporcionaba el parque vehicular para transportar a los trabajadores de la subdirección de Áreas Verdes al fraccionamiento Colinas del Saltito”, lugar en el que Luis Alberto Escajeda Arce construyó una lujosa residencia con valor de más de 2 millones de pesos, con materiales y personal de esta dependencia que fue obligado a realizar labores de albañilería.
Jorge Armando Huerta solicitó un supuesto permiso por dos meses para ausentarse de su trabajo y apoyar la campaña electoral de la coalición “Por México al Frente”, de los partidos PAN, PRD y MC, que se lleva a cabo en estos momentos, “pero todos sabemos que sigue cobrando su sueldo, como muchos otros trabajadores del municipio que andan en la campaña”, finalizan los trabajadores entrevistados.
Este escabroso asunto de “La Casa Blanca de Durango” hasta la fecha permanece impune ya que ni el actual titular de Servicios Públicos Municipales, Jorge Parra Meléndez, ni la Contralora municipal, María del Rocío Marrufo Ortiz informaron a la ciudadanía el estado en que encontraron las finanzas de esta dirección municipal (ver reportaje La Casa Blanca de Durango).