Juana Leticia Herrera Ale pierde Gómez Palacio

De la redacción de razacero.

Cuando la mañana del 1 de julio la cacique y alcaldesa de Gómez Palacio, Juana Leticia Herrera Ale, se presentó a votar en la casilla electoral que le correspondía, muy ufana gritó al terminar de emitir su voto: “¡¡Soy PRI, soy PRI!!”, pero lo que no se imaginó fue que ese día, bajo su gobierno municipal, Gómez Palacio dejaría de ser uno de los principales abastecedores de votos para su partido, el PRI, en esta entidad norteña.

“¡¡Soy PRI, soy PRI!!”, gritó Juana Leticia Herrera al votar este 1 de julio, pero a consecuencia de sus corruptelas, represalias contra el pueblo de Gómez Palacio y abusos de poder terminó hundiendo a su partido en este municipio lagunense.

Por costumbre, los gobernantes nacionales, estatales y municipales se convierten de facto en los principales dirigentes de sus partidos, a la par de los presidentes de los comités partidistas; así, la responsabilidad en los triunfos y derrotas de sus huestes en los procesos electorales en buena parte recae en ellos.

En el caso de la alcaldesa gomezpalatina, desde las elecciones que la llevaron al poder en 2016 el PRI duranguense comenzó a perder su hegemonía en este municipio. En aquellos comicios, como se recordará, las fuerzas panistas-aispuristas obtuvieron en Gómez Palacio una cantidad desmesurada de votos, que indudablemente influyeron para que el candidato priísta a la gubernatura, Esteban Villegas Villarreal, perdiera la contienda electoral. Pero lo sucedido el pasado 1 de julio fue la debacle total del priísmo en este municipio que tradicionalmente había sido el principal bastión tricolor en Durango.

Una de las principales causas de esta aplastante derrota del priísmo en Gómez Palacio fue la impopularidad que se ha ganado esta alcaldesa represora de periodistas, de activistas sociales y de poblaciones enteras, cuyo clímax de intransigencia se dio el pasado 9 de marzo cuando ordenó a las fuerzas policíacas municipales agredir a los más de 400 habitantes del ejido El Siete y las comunidades de Dinamita, La Aurora, El Volado, Las Américas y Abisinia, entre otras, que se manifestaban pacíficamente en las cercanías donde se construía la peligrosa planta química Chemours, obstruyendo un paso carretero.

En la agresión policíaca varios habitantes fueron lesionados brutalmente y otros encarcelados, hecho que le valió a esta alcaldesa ser mucho más repudiada por el pueblo gomezpalatino, pues dos meses antes había organizado la agresión a la Caravana por la Dignidad, encabezada por el gobernador de Chihuahua, Juan Corral Jurado. 

Posteriormente, en su intentona de agredir la libertad de expresión, Juana Leticia Herrera demandó por “daño moral” al periodista lagunense Juan Monrreal López, director del prestigiado portal digital Demócrata Norte de México, por las denuncias que este comunicador ha hecho de los saqueos, actos de corrupción y faltas a las sesiones de cabildo que como presidenta municipal de Gómez Palacio ha cometido.

Estos hechos específicamente han puesto a Juana Leticia Herrera en el aparador público llamando la atención de importantes medios de comunicación nacionales y periodistas que no han vacilado ni un segundo para denunciar las atrocidades que esta política nefasta ha venido cometiendo desde que tomó posesión de su cargo. De esta manera, negocios turbios y adjudicaciones directas de contratos a empresas formadas al vapor realizadas en su gobierno se han dado a conocer en el portal Demócrata Norte de México, al igual que triangulaciones ilícitas para apoderarse de bienes inmuebles públicos, propiedad del pueblo gomezpalatino, que han ido a parar a las manos de familiares de esta alcaldesa, denuncias que a estas alturas han sido leídas y compartidas por decenas de miles de ciudadanos duranguenses y de otras partes del país a través de las redes sociales.

Esto, quiérase o no, ha desprestigiado aún más al priísmo que representa Juana Leticia Herrera Ale como gobernante.

Hoy, del mismo modo que en Durango el pueblo castigó a los panistas por corruptos y engreídos, en Gómez Palacio les negó el voto a los priístas prefiriendo a la coalición lopezobradorista de los partidos Morena-PT para que los represente en el Congreso local de esta entidad.

Así, de manera más que vergonzosa, los candidatos patrocinados por esta alcaldesa corrupta y represora fueron penosamente rechazados por el pueblo gomezpalatino, como Pedro Luna Solís, regidor con licencia y coordinador de la fracción mayoritaria del PRI en el Cabildo de Gómez Palacio, a quien el electorado reprobó como candidato a diputado local por el distrito X, prefiriendo al morenista Ramón Román Vázquez.

Otro de los personeros y servidumbre leal de Juana Leticia Herrera, el ex diputado local Sergio Uribe, perdió estruendosamente en el distrito XI con el morenista Pablo César Aguilar Palacio, y Myrna Leticia Soto, regidora con licencia, fue rechazada por el electorado del distrito XII que votó mayoritariamente por la petista Elia del Carmen Tovar Valero.

El ex diputado priísta Sergio Uribe, uno de los principales personeros y servidumbre leal de la alcaldesa corrupta de Gómez Palacio, fue rechazado en las urnas por el electorado gomezpalatino.

Otra de las incondicionales de esta alcaldesa conflictiva, Anavel Fernández Martínez, perdió en el distrito federal 02 frente a la candidata morenista Alma Marina Vitela Rodríguez, y la derrota de estos candidatos “herreristas” también salpicó y perjudicó a la candidata al Senado, Rocío Rebollo, quien perdió aparatosamente frente a los candidatos de las coaliciones del PAN-PRD-MC, y Morena-PT, Dr. José Ramón Enríquez Herrera, y Alejandro González Yáñez, respectivamente.

Estos, a grandes rasgos, son los resultados desoladores que Juana Leticia Herrera Ale le ha entregado a las dirigencias nacional y estatal de su partido, el PRI, cavando su tumba política y sus aspiraciones fantasiosas de ser candidata de su partido a la gubernatura de Durango en las elecciones de 2022. Pero por mientras, Juana Leticia Herrera tendrá que responder ante el Congreso local de este estado las dos demandas de juicios políticos que el periodista Juan Monrreal López ha solicitado en su contra por actos de corrupción y omisiones graves en el desempeño de sus funciones públicas y por la infinidad de faltas que ha tenido a las sesiones de cabildo del ayuntamiento de Gómez Palacio.