MORENA Durango, el canibalismo político
Rafael Palacios, un lobo con piel de oveja
Fernando Miranda Servín.
El pasado 27 de septiembre, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido Morena emitió una resolución en la que notifica las suspensiones de sus derechos partidarios a notables dirigentes de este instituto político en el estado de Durango. El principal de ellos, el dirigente estatal Rosendo Salgado Vázquez, fue suspendido por un periodo de dos años en los que no podrá intervenir ni decidir en los asuntos de Morena.
Aunque esto es solo un decir porque anteriormente este personaje sui géneris ya ha sido suspendido y tras bambalinas, públicamente o a través de algún militante ha seguido al mando de Morena en este estado norteño.
Otros militantes también fueron suspendidos, pero por menos tiempo, seis meses, entre los que destacan Carlos Medina Alemán, Iván Ramírez Maldonado, Ricardo Salgado Vázquez, Guillermo Enrique Novelo Solís y Nancy Castillo, entre otros.
Esta historia de canibalismo morenista se remonta al mes de septiembre de 2015, cuando los entonces integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones, Rosendo y Ricardo Salgado Vázquez, y Guillermo Enrique Novelo Solís, provenientes de la ciudad de México, llegaron a Durango a realizar asambleas distritales para elegir a los consejeros estatales y nacionales de Morena. En este proceso, los personajes hoy suspendidos tuvieron choques con un dirigente harto conocido en Durango, viejo militante del Partido del Trabajo y convertido al morenismo: Gustavo Pedro Cortés quien, en su afán de apoderarse del control absoluto de este partido, con sus huestes se dio a la tarea de reventar las asambleas distritales argumentando anomalías en el desarrollo de estas, como haberlas llevado a cabo sin haber quorum, esconder el padrón y seleccionar el ingreso de militantes.
Gustavo Pedro Cortés, a la par que reventó las asambleas referidas presentó a través de sus personeros más cercanos, Silvestre Flores de los Santos y Roberto Rangel Ramírez, la demanda ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia que hoy tiene suspendidos a los prominentes dirigentes de Morena en Durango.
En octubre de ese mismo año, estos mismos personajes petistas impugnaron la asamblea estatal en la que fueron elegidos Carlos Medina Alemán como dirigente estatal de Morena, y el tlahuaquense Rosendo Salgado Vázquez, como secretario general, con el argumento de que estos dirigentes violentaron las asambleas distritales y el tlahuaquense no tenía residencia en Durango.
Hasta aquí las cosas parecen tener coherencia, pero hoy trasciende de la misma sede del partido Morena en Durango que algunos de los militantes locales suspendidos impugnarán el castigo pues “quienes violentaron los estatutos en todo momento fueron los integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones, Rosendo y Ricardo Salgado Vázquez, y Guillermo Enrique Novelo Solís”, ya que los militantes duranguenses solo actuaron como coadyuvantes de estos, sin tener autoridad ni responsabilidad en la organización de las asambleas distritales cuestionadas.
Lo cierto es que detrás de este entramado que produjo sanciones aparentemente justas y legales hay un trasfondo de venganzas y revanchismos políticos al interior de este partido, de cuyas filas emite declaraciones una fuente fidedigna: “De todos es sabido que Gustavo Pedro Cortés pretendía tomar el control total de Morena en Durango, aún contradiciendo la línea señalada por Andrés Manuel López Obrador, en ese tiempo presidente nacional de Morena, en el sentido de que no hubiera clientelismos ni corporativismo en este partido, y en Durango todos sabemos cómo se maneja este líder”.
Para este fin, señala la fuente, Gustavo Pedro Cortés tuvo un aliado encubierto y efectivo: Rafael Palacios Cordero, en ese tiempo presidente de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia.
“Rafael Palacios Cordero se encargó de darle trámite y ‘cuadrar’ las demandas de los personeros de Gustavo Pedro Cortés involucrando, además de los integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones (Rosendo y Ricardo Salgado Vázquez, y Guillermo Enrique Novelo Solís) a varios militantes duranguenses de Morena que no tenían responsabilidades, especialmente a Carlos Medina Alemán”.
En un video revelador que por un tiempo circuló en las redes sociales, se ve y escucha a Rafael Palacios Cordero pedirle al entonces dirigente de Morena en Durango, Carlos Medina Alemán, que lo nombre consejero estatal por Durango, violando los estatutos pues Palacios Cordero no estaba inscrito en el padrón de militantes de este estado. “No estoy en el padrón, vengo de parte de Andrés Manuel”, se escucha decirle Rafael Palacios a Medina Alemán.
“Carlos Medina le negó el favor y eso provocó el marcado activismo de Rafael Palacios Cordero como presidente de la CNHJ en contra de Medina Alemán y los militantes morenistas duranguenses que habían coadyuvado con los integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones, Rosendo y Ricardo Salgado Vázquez, y Guillermo Enrique Novelo Solís”, relata la fuente.
Luego de estos hechos, al santón “izquierdista” Andrés Manuel López Obrador le fue mostrado el video y molesto pidió la destitución de Rafael Palacios Cordero como presidente de la CNHJ, exclamando: “¡Yo a este tipo ni lo conozco!”.
Héctor Díaz-Polanco en noviembre de 2015 ocupó el lugar de Rafael Palacios heredando este problema derivado de venganzas de corte personal, pues, de acuerdo a las impugnaciones presentadas por los personeros de Gustavo Pedro Cortés, asesorados en su momento por el mismo Rafael Palacios, el Tribunal Federal Electoral conminó recientemente a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido Morena a sancionar a los prominentes militantes hoy suspendidos, unos con justa razón (los entonces integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones, Rosendo y Ricardo Salgado Vázquez, y Guillermo Enrique Novelo Solís) y otros por no querer hacerle el favor al ex presidente de la CNHJ, Rafael Palacios, de nombrarlo consejero estatal del partido.
¿Y qué pasó con Rafael Palacios Cordero? Luego de ser destituido de la CNHJ, frustrados sus sueños de ser uno de los 300 poderosos consejeros estatales que integran el Consejo Político Nacional de Morena, y desconocido penosamente por el santón Andrés Manuel López Obrador, se ha dedicado a sorprender a propios, a extraños, a comunicadores y a algunos políticos duranguenses (entre ellos quizá a la alcaldesa de Gómez Palacio, Juana Herrera Ale) vertiendo la especie de pertenecer al primer círculo del presidente electo y autoperfilándose como posible candidato del partido Morena a la alcaldía de Gómez Palacio.
“Lo cierto es que desde que Rafael Palacios fue destituido de la CNHJ, Andrés Manuel López Obrador ya no quiso saber nada de él”, finaliza la fuente.
Y no es para menos, pues hoy el coletazo del Tribunal Federal Electoral que, atendiendo las impugnaciones de los personeros de Gustavo Pedro Cortés, obligó a la CNHJ del partido Morena a sancionar a sus militantes, suspende de sus derechos partidistas a dos de los amigos favoritos del santón “izquierdista”: Rosendo Salgado Vázquez y Guillermo Enrique Novelo Solís, complicando las funciones del primero, Rosendo Salgado, como dirigente estatal de Morena ante la cercanía de las elecciones de 2019 en las que se renovarán las 39 alcaldías de esta entidad, y poniendo en evidencia al segundo, Guillermo Enrique Novelo, virtual “delegado de programas integrales de desarrollo” en Durango, como político poco confiable ante la ciudadanía duranguense, debilitando su figura frente al gobierno estatal de corte panista perredista.
Carlos Medina Alemán, el ex dirigente estatal de Morena que en 2015 le negó el favor al ex presidente de la CNHJ, Rafael Palacios, de nombrarlo delegado estatal violando los estatutos de su partido, en días pasados reveló sus aspiraciones para contender en 2019 por la candidatura de Morena a la alcaldía de Durango, pero hoy, suspendidos sus derechos partidistas, seguramente será otro de los militantes de este partido que impugne su sanción por la vía legal.