La derecha mexicana truena contra López Obrador…

Y quiere que Trump ordene invadir a Venezuela

  1.  El Partido Acción Nacional (PAN) está logrando su objetivo: ser el partido de derecha, conservador, que encabece la oposición contra el gobierno de centro-izquierda de López Obrador. El PRI, que en 1982 de “centrista” se movió a la derecha, ahora pretende regresar al “centro” buscando algunas alianzas con el lópezobradorismo; por ello, el PAN siempre buscará cualquier pretexto para hacer propaganda contra Morena, denigrando las políticas que huelan a izquierda, y el caso actual del rompimiento de Maduro con Trump le cae de mil maravillas.
  2.   En 2006 y 2012, durante las campañas presidenciales en que defraudaron a López Obrador, el PAN (encabezado entonces por Fox y Calderón), así como el PRI en menor medida, dedicó toda su propaganda anticomunista acusando a AMLO de estar al servicio del “dictador Chávez”, y en parte del brasileño Lula. Hoy se repite la campaña de Fox, Calderón y otros panistas porque AMLO invitó al presidente Maduro a su toma de posesión, no firmó la condena con el grupo de Lima y se niega a apoyar al gobierno de Trump en su rompimiento de relaciones con Venezuela.

    La “derecha” delincuencial mexicana, al servicio de la voraz oligarquía internacional, no solo busca derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, sino también desestabilizar al régimen lopezobradorista.
  3.   La derecha en México ha sido fiel heredera del conservadurismo del siglo XIX en la Independencia, la Reforma y la Revolución, ha seguido una línea recta combatiendo a los insurgentes Hidalgo y Morelos, a los liberales Juárez y Ocampo, así como a los Madero y Carranza. En los últimos 100 años, mientras el PRI/gobierno se apropió de los resultados y restos de la revolución burguesa de 1910-1917, el PAN (fundado en 1939) pasó 60 años ligado al empresariado y a la iglesia, así como compitiendo y negociando con el PRI, el ejemplo más cercano es el pacto en 2012 con Peña.
  4.   Recuerdo que en la década de los años sesenta y setenta desde la izquierda siempre vimos al PAN como el partido de los empresarios, de la iglesia y del imperialismo yanqui. No lo tuvimos mucho en cuenta porque era un partido muy débil. Nuestro combate era contra el PRI porque contaba con el poder casi absoluto. El PAN no podía engañarnos porque sabíamos que era el instrumento directo de la derecha anticomunista, pero el PRI sí engañaba porque desde el “centro” unos días hablaba bien de los obreros, de los campesinos, de Cuba, y otros días alababa a los empresarios y a los EEUU.
  5.   Acción Nacional se fortaleció en el momento en que Carlos Salinas de Gortari (del PRI) negoció con los líderes del PAN (Álvarez, Cevallos y Castillo) su reconocimiento como presidente electo en 1988. Salinas les otorgó todo, con mucho apoyo y dinero logró transformar a Acción Nacional en un partido con muchas gubernaturas, legisladores, presidencias municipales y abundante subsidio. Con ese apoyo logró Fox (del PAN) la Presidencia de la República en el año 2000. Aliados desde 1988, el PRI y el PAN fueron la derecha militante que asesinó a cientos de luchadores sociales del PRD y desapareció a casi toda la izquierda radical.
  6.   Sin embargo, la historia de los años 60 o 70 no puede repetirse porque el gobierno yanqui hoy no es tan poderoso. A principios de los años 60 la URSS (Rusia) apoyó abiertamente a Cuba, pero en “la crisis de los misiles” de octubre de 1962 con la instalación en la isla de unas rampas de lanzamiento de misiles por parte de la URSS, el gobierno estadounidense de Kennedy mandó bloquear el acceso de la isla y a los pocos días el primer ministro Kruschev ordenó el desmantelamiento de las mismas. Lo que sucede en Venezuela en estos tiempos es totalmente diferente y la respuesta de apoyo a Venezuela es avasalladora.
  7.   Al parecer México y Uruguay con su posición de “neutralidad política” podrían jugar el papel de árbitros o conciliadores en la gran crisis de rompimiento de relaciones diplomáticas entre EEUU y Venezuela. Maduro ha aceptado esa intermediación mientras que EEUU aún no ha respondido. El gobierno de Maduro, su pueblo y su ejército, deben estar muy atentos para evitar cualquier provocación yanqui o de los grandes empresarios venezolanos. Las opiniones en el mundo se han dividido, pero China, Rusia, Asia y África casi de manera unánime están con Venezuela, repudiando cualquier invasión de los siempre guerreristas y criminales yanquis.