¿Frigidez o ninfomanía?, cuando los extremos dominan

No sólo hay pasiones que matan, algunas también obsesionan, lo cual suele ocurrirle a quien padece ninfomanía, trastorno que desata excesiva exaltación sexual y búsqueda continua de múltiples parejas. La otra cara de la moneda es la frigidez, afección que bloquea el apetito sexual. ¿Qué se puede hacer al respecto?

Las mujeres ninfómanas llegan al grado de pagar compañeros sexuales y prostituirse para satisfacer sus necesidades; sin embargo, no logran obtener satisfacción plena durante sus encuentros y ello ocasiona que sigan buscando parejas de manera frenética. A su vez, las mujeres con frigidez son todo lo contrario, pues muestran total indiferencia hacia las cuestiones eróticas. Veamos más de cerca en qué consisten estas disfunciones sexuales, las cuales, lejos de lo que pudiera pensarse, son tratables.

Apetito voraz

De la misma manera en que los comedores compulsivos ingieren excesiva cantidad de alimentos sin sentirse saciados, quienes padecen ninfomanía (satiriasis o andromanía cuando afecta a hombres) se ven arrastradas por irreprimibles impulsos que las orillan a tener relaciones sexuales con cualquier persona sin importarles si carece de atractivo o higiene.

Dicha situación suele agravarse debido a que las afectadas están conscientes de que su comportamiento genera múltiples críticas y desprecio de la sociedad, lo que aunado a la imposibilidad de controlar el deseo erótico deriva en pérdida de autoestima, sentimiento de culpa y amargura, y estados psicológicos que, a su vez, ocasionan que se lancen a nuevas aventuras sexuales para tratar de evadir la realidad.

Es importante saber que se ha comprobado que la ninfomanía se manifiesta con frecuencia en mujeres que sufren desequilibrio en su carácter y personalidad neurótica, lo que normalmente tiene como causa haber recibido educación estricta, rígida y represiva, así como violación y maltrato físico. Lo anterior generalmente origina creencias equivocadas respecto a la forma de obtener afecto, debido a que se considera que sólo a través del sexo o contacto físico es posible sentirse querido; este intento de buscar cariño deja a la persona cada vez más insatisfecha y con mayor necesidad de llenar sus vacíos emocionales.

Asimismo, hay hipótesis que establecen que se puede deber a alteraciones orgánicas a nivel cerebral, por ejemplo, un tumor alojado en el área que controla el comportamiento sexual, por lo que al comprimirla manda señales de deseo erótico incontrolable. En otros casos puede deberse a anomalías en las sustancias químicas de dicho órgano.

Ahora bien, cuando se padece ninfomanía lo más conveniente es aceptarlo y buscar ayuda especializada, pues se ha comprobado que dicho problema es curable si se sigue tratamiento psiquiátrico exhaustivo. Y no está de más acudir al neurólogo, quien podrá solicitar estudios cerebrales para descartar o confirmar la presencia de algún tumor o desajuste en las conexiones nerviosas.

No puedo…

En la antigüedad se consideraba que una mujer era frígida si sólo alcanzaba el orgasmo mediante la estimulación del clítoris, pero actualmente se sabe que si una mujer llega al clímax de ninguna manera puede padecer dicha disfunción (similar a la disfunción eréctil en hombres), ya que ésta significa que no se tenga respuesta sexual, es decir, no hay excitación.

El desarrollo de este trastorno frecuentemente se asocia a abuso sexual durante la infancia, experiencias íntimas traumáticas y prejuicios sobre la sexualidad (asociar equivocadamente al sexo con pecado y al placer con culpa). Cabe destacar que este problema también puede deberse a la falta de técnicas eróticas efectivas por parte del compañero.

Sin embargo, la frigidez también puede deberse, aunque en pocas ocasiones, a problemas de salud, como vaginitis (inflamación de la vagina), endometriosis (cuando la capa de tejido que cubre al útero se forma fuera de éste), anomalías en la glándula tiroides, diabetes y desórdenes en el sistema nervioso. Asimismo, la falta de excitación puede estar asociada a la administración de anticonceptivos orales, antihipertensivos (que controlan la presión arterial alta), antidepresivos y/o ansiolíticos (disminuyen la ansiedad), o bien, haberse sometido a cirugía como la mastectomía (extirpación de seno).

Es muy importante que quienes sufren este problema se sometan a tratamiento psicológico, psiquiátrico y sexológico, pues de esta manera aprenderán a aceptar su sexualidad, rechazar códigos de moralidad y sentimientos de culpa que puedan derivarse de su educación o experiencias desagradables acontecidas en su pasado, y conocer las zonas erógenas de su cuerpo que deben ser estimuladas. En esta labor la pareja juega importante papel, pues debe mostrarse siempre paciente y comprensivo.

Como puedes ver, ninfomanía y frigidez no tienen por qué afectar la vida sexual de por vida, pues hay diversos tratamientos psicológicos y psiquiátricos, así como ejercicios que pueden resolver el problema. Sólo es cuestión de aceptar la afección, tener disposición y contar con el apoyo de la pareja.

(saludymedicinas.com.mx).