Matilde Montoya

De la redacción de razacero.

Matilde Montoya Lafragua fue la primera mujer mexicana en convertirse en médico cirujano en una época en la que las oportunidades de estudios superiores para las mujeres no estaban contempladas pues era inaceptable que las mujeres pisaran una universidad.

Matilde Montoya nació un 14 de marzo de 1857 en la ciudad de México, hija del comandante José María Montoya y de la señora Soledad Lafragua. A los 4 años de edad, Matilde ya sabía leer y escribir, y a los 11 años fue rechazada en la Escuela Primaria Superior, equivalente en ese entonces a la secundaria actual, debido a su corta edad. No obstante a lo anterior, terminó su preparación para presentar el examen oficial para graduarse como maestra de primaria, el cual aprobó sin dificultad, pero nuevamente su edad, 13 años, le impidió conseguir ese título.

A los 16 años, Matilde Montoya recibió por fin un título, el de partera en la Escuela de Parteras y Obstetras de la Casa de Maternidad, iniciando así su excepcional carrera en la medicina ejerciendo la Obstetricia en el estado de Morelos y en la Ciudad de México.

En 1875, Matilde Montoya se inscribe en la Escuela de Medicina de Puebla, aprobando el examen de admisión y cumpliendo con todos los requisitos; sin embargo, es acusada por algunos doctores de ser masona y protestante, y comienza a ser atacada por periódicos locales, por lo que decide irse a radicar a Veracruz.

En 1882, a los 25 años de edad, Matilde Montoya solicita su inscripción a la Escuela Nacional de Medicina, en la Ciudad de México, y es aceptada, pero las críticas y ataques machistas de nueva cuenta comenzaron pues Matilde era la única mujer en la escuela. Sus opositores solicitaron la revisión de su expediente académico argumentando la supuesta invalidez de algunas materias por provenir de la Escuela de Medicina de Puebla. Matilde Montoya fue dada de baja, pero su carácter incansable la hizo escribirle una carta al presidente de la República, el general Porfirio Díaz, quien dio instrucciones al secretario de Ilustración Pública y Justicia, Joaquín Baranda, para permitir a Matilde Montoya cursar las materias que le exigían acreditar; así, el 11 de enero de 1883 Matilde queda oficialmente inscrita en la Escuela Nacional de Medicina (hoy Facultad de Medicina de la UNAM).

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Tras completar sus estudios con buenas notas y preparar su tesis titulada “Técnicas de laboratorio en algunas investigaciones clínicas”, la joven solicitó su examen profesional, pero le fue negado. Una vez más, Matilde escribió al presidente Porfirio Díaz, quien decidió enviar una solicitud a la Cámara de Diputados para que actualizaran los estatutos de la Escuela Nacional de Medicina y pudieran graduarse mujeres médicas.

El 24 de agosto de 1887, Matilde Montoya presentó su examen profesional con la presencia del presidente de la República, el general Porfirio Díaz, quien siempre la apoyó incondicionalmente, siendo éste un momento histórico pues por primera vez se le otorgaba a una mujer en México el título de Médico Cirujano.

Matilde Montoya fue una incansable feminista y activista social, fundadora de la Sociedad Filantrópica y de la Escuela-Obrador Luz y Trabajo, con las que impulsó talleres de costura destinados a apoyar a las mujeres obreras y a sus hijas.

Perteneció a la Sociedad Mexicana de Costureras “Sor Juana Inés de la Cruz”, de la que fue presidenta de 1898 a 1899, y fue socia numeraria del Ateneo de Mujeres. En 1891 formó parte de la Liga Médica Humanitaria, asociación que reunió a doctores, dentistas, parteras y farmacéuticos para establecer varios consultorios médicos nocturnos que brindaban atención a gente de escasos recursos en la Ciudad de México.

En 1925, ella y Aurora Uribe fundaron la Asociación de Médicas Mexicanas. Matilde Montoya logró que el término “partera” no se usara de manera despectiva. Precisamente por este tipo de posturas y sus actividades altruistas fue una de las mujeres más vitoreadas y apreciadas de su época.

La carrera de Matilde Montoya como la primera médica cirujana mexicana abrió las puertas para que las mujeres de nuestro país pudieran comenzar a estudiar medicina de forma oficial.

En 1937 la Asociación de Médicas Mexicanas, la Asociación de Universitarias Mexicanas y el Ateneo de Mujeres le rindieron un homenaje en el Palacio de Bellas Artes. Poco tiempo después, el 26 de enero de 1938, Matilde Montoya falleció a los 81 años de edad.

Matilde Montoya es un ejemplo de vida para alcanzar las metas que se quieren a pesar de las adversidades.