Martín Luis Guzmán
De la redacción de razacero.
Martín Luis Guzmán Franco fue un extraordinario escritor, periodista y diplomático mexicano que nació en Chihuahua el 6 de octubre de 1887; junto a Mariano Azuela es considerado el pionero de la Novela de la Revolución Mexicana, un género inspirado en las experiencias de la lucha armada de 1910, la cual observó de cerca apoyando al movimiento anti reeleccionista encabezado por Francisco I. Madero y participando en las tropas del general Francisco Villa como su asesor, alcanzando el grado de Coronel. En 1914, a raíz del golpe de Estado de Victoriano Huerta, Guzmán tuvo que exiliarse en Madrid y Nueva York. Sus experiencias de esa época están plasmadas en las “Crónicas de mi destierro”, publicadas en 1963.
En 1920, Martín Luis Guzmán regresó a México, funda el periódico El Mundo y es elegido como diputado para el período 1922-1924.
Luego de la derrota de la División del Norte y del asesinato del General Francisco Villa, perpetrado el 20 de julio de 1923, Martín Luis Guzmán se exilió de nueva cuenta en España, donde vivió de 1924 a 1936 escribiendo en los periódicos El Sol y La Voz de Madrid, apoyando a los generales Adolfo de la Huerta y Francisco Serrano, adversarios de los presidentes Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles.
En el exilio escribió dos libros relevantes, uno de memorias, “El águila y la serpiente”, publicado en 1928, y la novela histórica “La sombra del caudillo”, publicada en 1929 por la editorial Espasa-Calpe, de España. En esta novela Martín Luis Guzmán plasma la historia del asesinato del General Francisco Serrano, ex secretario de Guerra y ex gobernador del Distrito Federal que se opuso a la reelección de Álvaro Obregón manifestándose como candidato anti reeleccionista, en contra de la voluntad del presidente Plutarco Elías Calles y del mismo Obregón. El vergonzoso crimen ocurrió la mañana del 3 de octubre de 1927 en el municipio de Hutizilac, Morelos, a la altura del poblado Tres Marías, después de que Serrano y sus más cercanos colaboradores fueron hechos prisioneros en Cuernavaca y eran trasladados a la Ciudad de México.
En 1960, el cineasta Julio Bracho filmó la película “La sombra del caudillo”, basada en estos hechos, pero fue censurada por el régimen priísta que atendió la exigencia de la influyente asociación militar denominada “Legión de Honor”, que consideraba el filme como ofensivo para el Ejército mexicano. La película finalmente se estrenó el 25 de octubre de 1990.
Guzmán publicó otras novelas, como “Memorias de Pancho Villa”, en 1940, y “Muertes históricas”, en 1958, que le valió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Literatura y Lingüística.
La personalidad y la obra de Martín Luis Guzmán pueden perfilarse en tres aspectos esenciales: político liberal, periodista de combate y novelista de fondo histórico. En los años treinta y en los comienzos de la Segunda Guerra Mundial se inclinó hacia el comunismo, hasta que se convenció de la incompatibilidad de esta ideología con su sentido liberal, y desde entonces levantó con decisión la bandera liberal de la Revolución mexicana.
En este aspecto, Martín Luis Guzmán prestó grandes servicios a los gobiernos mexicanos, especialmente al frente de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos para las escuelas primarias, de la que fue fundador y dirigió de 1959 a 1976.
Como periodista fundó a los catorce años el periódico quincenal La Juventud en Veracruz; dirigió en Nueva York El Gráfico, en 1917; fundó en la Ciudad de México el periódico El Mundo, en 1922; escribió en El Sol y en La Voz de Madrid, de 1924 a 1936; colaboró en El Heraldo de México y en El Universal, y fundó y dirigió en 1942 el semanario Tiempo, una de las mejores revistas político-literarias de Latinoamérica.
En 1940 fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, y el 19 de febrero de 1954 ingresó como miembro numerario ocupando la silla XIII.
Martín Luis Guzmán fue embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas, de 1953 a 1958.
Su personalidad de novelista lo coloca en los primeros rangos literarios de nuestro país. Su amplia producción le valió múltiples reconocimientos, entre ellos el Premio Manuel Ávila Camacho y el Premio Nacional de Literatura. El Fondo de Cultura Económica editó toda su labor novelística. Este gran escritor y periodista murió en la Ciudad de México el 22 de diciembre de 1976, a la edad de 89 años, de un infarto agudo al miocardio, dejándonos como herencia cultural una obra literaria simplemente inigualable.